El cantante Jesús Adrián Romero (JAR), quien busca ponerle la quinta pata al gato, enseña, que a Dios se le puede encontrar en Santa Claus, en las películas, en los cuentos y en las historias de héroes.
En una prédica en la iglesia Vástago Epicentro, JAR habló acerca de las «Expresiones de Arte», en la que menciona a Dios como el artista por excelencia, por haber creado el Planeta Tierra.
«¿Por qué será que los cristianos encuentran tan fácilmente al diablo en todo, pero difícilmente encuentran a Dios?», se pregunta JAR. «Somos expertos en detectar al diablo en todo. Yo diría que si hay algo que glorifica al diablo es esto. Es la obsesión que tenemos de tratar de encontrarlo en todo, le damos una atención desmedida», dijo.
Parece que JAR olvida lo que dice la Palabra de Dios acerca del diablo, el cual es el enemigo de nuestra alma y el apóstol Pablo decía que no ignoraba las maquinaciones del maligno.
El apóstol Juan señala que el mundo está bajo el maligno y el apóstol Pedro dice: “Sed sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscado a quien devorar. Resistidlo firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo”, 1 Pedro 5:8-9; además, es el acusador de los hermanos.
JAR enfatiza, que los cristianos deben dejar de ver al diablo en todo y tratar de ver a Dios en las películas, en los cuentos y en las diversas historias de héroes.
Estamos totalmente en desacuerdo con JAR, porque los cristianos no estamos ciegos, debido a que en muchas películas, cuentos e historias de héroes y del legendario Santa Claus que presenta en el mundo, estamos cansados de no ver a Dios, sino a Satanás mostrando todas sus diabluras, como crímenes, robos, asesinatos, adulterios, estafas, engaños y fornicaciones e incitando que las mismas sean practicadas y que eso no es nada malo, porque es parte de la vida del ser humano, creado por Dios.
Sansón es uno de los ejemplos más claros que encontramos en la Biblia acerca de lo que puede lograr un hombre lleno del Espíritu Santo. Sansón ganó grandes batallas cuando el poder de Jehová estaba sobre él, pero cuando fue derrotado por las tentaciones de Dalila, inspiradas por Satanás, ni cuenta se dio que ese poder se había retirado.
El Diablo hace un trabajo muy sutil. Y en ciertas ocasiones, las tentaciones de la carne son tan imperceptibles que hasta pueden alejar la presencia y el poder del Espíritu de Dios sin que nos demos cuenta lo que pasó. Cuando esto sucede estamos en serios problemas ya que de su unción dependen nuestra vida y nuestras victorias.
Muchas películas, obras de teatro, y otras actividades para divertir al ser humano, siempre están saturadas de ideas contaminantes que lesionan la vida espiritual del cristiano, sacándolo de comunión con nuestro Dios y Salvador Jesucristo, así como también alejando su unción.
En cambio, si tenemos a favor ese poder podremos vencer toda adversidad, para ello es imprescindible estar en comunión con el Espíritu Santo. Las malas costumbres, nuestras debilidades y tentaciones, son algunos de los blancos fijos por donde el mundo nos atacará. Nuestra comunión con Dios es el único y verdadero poder que tenemos los creyentes para vencer a todos los enemigos.
Sansón es el vivo ejemplo de las victorias que podemos alcanzar con la unción del Espíritu Santo. Su poder sobre los filisteos fue legendario y su valentía extraordinaria, pero cuando perdió su unción casi lo derrotaron. Si hubiera estado atento a las maquinaciones del maligno, la historia fuera otra.
Cuán difícil es en estos días caminar con el aceite santo de la unción de Jehová, pero es vital para nosotros no perderlo en el camino, pues solo su bondad puede ayudarnos a superar la maldad que nos rodea, solo su luz puede disipar nuestras oscuridades, solo su alegría puede matar nuestras tristezas, solo su perdón erradica el resentimiento de los corazones humanos, solo su amor elimina el odio, y lo más importante.. solo él nos puede alertar a tiempo sobre cualquier engaño sutil de nuestros enemigos.
Cuando vivimos en la plenitud del Espíritu Santo somos libres de cadenas de esclavitud y derrotamos todos los enemigos que nos enfrentan, internos y externos.
Por eso Dios ha puesto en nosotros el discernimiento para que podamos estar alertas y ver la obra del diablo y sus sutilezas y reprenderlas en el nombre de Jesús. Estamos inmersos en una batalla espiritual en contra de las potestades de las tinieblas y Dios no exhorta a vestirnos “de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes, contra las asechanzas del diablo”, Efesios 6:11.
