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Las cuatro columnas que le dan solidez a un Matrimonio

Las columnas en una edificación son estructuras verticales que soportan el peso y la carga de una construcción. Su función es DISTRIBUIR LA CARGA DE LA EDIFICACIÓN HACIA LOS CIMIENTOS, asegurando que la estructura sea ESTABLE Y SEGURA.

Podemos decir que sin columnas fuertes, un edificio no podría resistir el peso ni las fuerzas externas y colapsaría. Verdaderamente las columnas son esenciales para que una edificación sea RESISTENTE, ESTABLE Y DURADERA.

Aplicado al matrimonio, las columnas representan los valores fundamentales y principios que sostienen la relación y la mantienen estable frente a los desafíos. Así como en un edificio, el matrimonio necesita de COLUMNAS SÓLIDAS para que sea duradero y fuerte.

Pero antes de comenzar tenemos que dejar claro que esas columnas no pueden ser estables si no están edificadas sobre un fundamento sólido, y ese fundamento no puede ser otro que nuestro Dios (Lucas 6:48) Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca.

AHORA REFLEXIONEMOS POR MEDIO DE LA PALABRA DE DIOS CUÁLES SON LAS CUATRO COLUMNAS QUE LE DAN SOLIDEZ A UN MATRIMONIO:

I) PRIMERA COLUMNA: EL AMOR
(EFESIOS 5:25) Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,

El máximo ejemplo de amor para cada uno de nosotros en el matrimonio es nuestro Señor Jesucristo.

Es por eso que el amor en el matrimonio se manifiesta en sacrificio, es decir, no pensar solamente en nosotros sino en agradar a nuestro cónyuge.

El amor nos permite servirnos mutuamente con amor (Mateo 20:28) como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

El amor nos permite perdonar de la manera que Cristo nos perdonó a nosotros para no guardar rencor en nuestros corazones (Colosenses 3:13) soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.

Por medio del amor los cónyuges se cuidan mutuamente y procuran cuidar de sus necesidades (Efesios 5:29) Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia.

II) SEGUNDA COLUMNA: LA CONFIANZA
(PROVERBIOS 31:11) El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias.

La confianza es lo que produce seguridad y paz en el corazón de los cónyuges, es por eso que el enemigo ataca grandemente la confianza en el hogar ya que cuando se pierde o se daña la confianza se pierde la paz y la armonia en el matrimonio.

La confianza está basada en la transparencia de las acciones, en no mantener nada en oculto que nuestro cónyuge no pueda saber o descubrir.

Esa confianza es la seguridad que la pareja siente mutuamente que no se hará nada que pueda dañar la relación, es decir que la confianza en el matrimonio implica FIDELIDAD EMOCIONAL Y FÍSICA de parte de ambos cónyuges.

La confianza permite que ambos cónyuges tengan su propio espacio y privacidad sin necesidad de control constante.

Cuando la confianza se pierde se abre la puerta para que el enemigo siembre la cizaña más dañina para un matrimonio: LA DUDA y LOS CELOS (Cantares 8:6) Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; Porque fuerte es como la muerte el amor; Duros como el Seol los celos; Sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama.

III) LA TERCERA COLUMNA: LA COMUNICACIÓN
(PROVERBIOS 25:11) Manzana de oro con figuras de plata Es la palabra dicha como conviene.

La comunicación es lo que mantiene LA CONEXIÓN entre los cónyuges, fomenta la UNIDAD y la CONFIANZA.

La comunicación en el matrimonio SIEMPRE DEBE SER SINCERA evitando completamente la mentira (Mateo 5:37) Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.

La comunicación eficaz tiene que ser SIN REPROCHES, aprendiendo a escuchar, permitiendo que nuestro cónyuge puede expresar lo que piensa y lo que siente SIN TEMOR de ser humillado, sin temor de recibir burlas o amenazas por sus palabras (Proverbios 18:13) Al que responde palabra antes de oír, Le es fatuidad y oprobio.

Tenemos que comprender que la comunicación es un PUENTE que nos permite mantenernos unidos y conectados física, emocional y sentimentalmente.

TENEMOS QUE TENER CUIDADO CON LOS SILENCIOS EN EL MATRIMONIO
«El silencio prolongado en el matrimonio no es paz, es distancia que se convierte en un abismo difícil de cruzar.»

«En el matrimonio, el silencio puede ser más ruidoso que las palabras, pues revela la desconexión entre dos corazones que deberían estar unidos.»

IV) CUARTA COLUMNA: LA COMPRENSIÓN
(PROVERBIOS 5:18-19) Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, 19 Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recézate siempre.

En toda edificación las columnas necesitan tener cierto grado de flexibilidad, pues esto les ayuda a amortiguar tensiones y a ADAPTAR LA ESTRUCTURA A LOS CAMBIOS.

Es por eso que es tan importante la COMPRENSIÓN en el matrimonio, porque en el matrimonio como en la vida HAY CAMBIOS los cuales debemos primeramente aceptarlos y adaptarnos.

La comprensión nos permite amar y comprender a la pareja de nuestra juventud en los cambios de la vida provocados por la edad, por la enfermedad, por las condiciones económicas, por los cambios emocionales, etc.

Cuando no hay comprensión los cambios generan conflictos, pleitos y hasta separación, (Isaías 54:6) Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo:

Es una bendición que exista la comprensión entre los cónyuges, para ser un verdadero apoyo mutuo en los tiempos de enfermedad, de escasez, de vejez, etc (Eclesiastés 4:9-12) Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. 10 Porque si caen, uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. 11 También si dos durmieran juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? 12 Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y el cordón de tres dobleces no se rompe pronto.

CONCLUSIÓN: Un matrimonio sólido necesita pilares que le brinden estabilidad y firmeza frente a los desafíos y las pruebas de la vida. El amor, la confianza, la comunicación y la comprensión actúan como columnas esenciales en la relación, fortaleciendo el vínculo y permitiendo que ambos cónyuges caminen juntos con seguridad, flexibilidad y paz. Al cuidar cada una de estas columnas y edificar sobre el fundamento de Cristo, el matrimonio puede resistir cualquier adversidad y mantenerse unido, fiel y comprometido en amor.

 

Fuente:
PASTOR OSCAR FLORES | EL SALVADOR

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