
Prácticamente de la noche a la mañana vamos a ver un mover poderoso de Dios y esta sequía espiritual que vemos en las naciones, se va a convertir en una gran lluvia y una gran visitación del poder de Dios que va a caer sobre nuestras sociedades.
Y es interesante que el profeta Eliseo cuando hace esta declaración de que mañana va a haber harina y va a haber comida para todo el mundo hay un príncipe que reacciona en una forma terriblemente incrédula. Dice en el versículo 2 del capítulo 7: «Un príncipe sobre cuyo brazo el Rey se apoyaba respondió al varón de Dios diciendo: Si Jehová hiciese ahora ventanas en el cielo ¿sería esto así? Y él dijo: he aquí tú lo verás con tus ojos mas no comerás de ello.»
En otras palabras este príncipe de gran importancia en influencia tanto así que el Rey de Israel se apoyaba en su brazo queriendo decir como que jugaba un papel selecto y preferencial en la jerarquía gubernamental porque el rey mismo tenía una preferencia por este hombre, reacciona en una forma muy incrédula, casi como burlona, le dice: Bueno si Dios hiciera llover comida del cielo ¿aún así sería esto posible? Hay que tener un cuidado terrible. Cuando Dios habla y declara algo que no seamos nosotros encontrados dudando de la Palabra de Dios y resistiendo lo que Dios está declarando.
Cuando este hombre cuestiona así en esa forma radical la profecía de Eliseo, Eliseo movido por el Espíritu Santo le dice: «Bueno tú lo verás con tus ojos pero no comerás de ello.» En otras palabras esto más adelante se cumple en una forma terrible y lo veremos más adelante cuando este príncipe es atropellado por el pueblo cuando sale de los muros a comer de la cosecha que ha venido.
Pero me parece que esta escena en ese momento en que este príncipe cuestiona la Palabra de Dios es representativo de autoridades que no creen que el mover de Dios puede llegar a estos extremos. Y Dios le está diciendo a la Iglesia que tiene que tener cuidado de no encontrarse en una postura de incredulidad cuando Dios está declarando estas cosas grandes que han de suceder.
Yo creo que estamos en un tiempo en que va a haber dos iglesias: una Iglesia llena del Espíritu Santo provista del poder de Dios, con poder profético para recibir revelación de Dios para declarar los juicios y los movimientos poderosos de Dios en las naciones, bendecida y apoyada por Dios y otra Iglesia apóstata incrédula que va a dudar de estas declaraciones y va inclusive a encontrarse resistiendo el mover de Dios y que va a caer bajo el juicio de Dios y va a sufrir las consecuencias de su incredulidad.
En estos momentos Dios está trazando una línea divisoria entre Su Iglesia fiel que se mueve en el poder del Espíritu Santo y una Iglesia fría, apóstata, incrédula que Dios va a deshechar y que va a ser abandonada por el poder de Dios y va a pagar el precio terrible de su incredulidad.
Y también yo creo que para nosotros al nivel individual hay una enseñanza y es que cuando Dios nos dice algo a nuestro corazón y Dios nos habla de que Él quiere bendecirnos, cuando Dios nos llama a movernos con fe, a obedecerlo y a emprender algo en Su Nombre no seamos nosotros encontrados incrédulos y dudando de la Palabra de Dios. Será mejor que corramos con el viento de Dios, que nos apresuremos a obedecer a lo que Dios nos está diciendo.
Si Dios te está llamando a comenzar a estudiar, a santificarte: hazlo porque la lluvia de Dios viene y como en el caso de Noé tenemos que preparar una gran Arca para que se salven muchos aunque parezca imposible que vaya a llover. Así que que no seas tú encontrado en l lugar de la incredulidad, Dios quiere que estés en el lugar de la fe. Que te purifiques, que te prepares, que te asegures de ser parte de esa Iglesia poderosa, que Dios se está preparando y que fortalezcas los cimientos de tu vida para que cuando venga el mover de Dios tú seas encontrado listo para recibir la lluvia y correr con el mover profético de Dios y hacer lo que Él quiere que tú hagas.