1 SAMUEL 17:23 Mientras él hablaba con ellos, he aquí que aquel paladín que se ponía en medio de los dos campamentos, que se llamaba Goliat, el filisteo de Gat, salió de entre las filas de los filisteos y habló las mismas palabras, y las oyó David. Y (Vs 37-40) Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo. 38 Y Saúl vistió a David con sus ropas, y puso sobre su cabeza un casco de bronce, y le armó de coraza. 39 Y ciñó David su espada sobre sus vestidos, y probó a andar, porque nunca había hecho la prueba. Y dijo David a Saúl: Yo no puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué. Y David echó de sí aquellas cosas. 40 Y tomó su cayado en su mano, y escogió cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón que traía, y tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo.
Estamos ya a pocos días de comenzar un nuevo año y seguramente cada uno de nosotros tendremos que enfrentar batallas, tendremos que enfrentar problemas, y es por eso que hoy hablaremos de una de las historias más conocidas en toda la Biblia, la pelea entre David y el gigante Goliat.
Verdaderamente tenemos que reconocer que en nuestra vida siempre tendremos que enfrentar gigantes, la única diferencia es que nuestros gigantes no se llaman goliat sino que tienen otros nombres como : enfermedad, soledad, escasez, depresión, desempleo, deudas, etc. Pero sin importar cual sea el nombre del gigante que nos toque enfrentar podemos tomar lecciones muy valiosas de la historia de David y Goliat.
En el texto que hemos leído podemos ver a David el rey Saúl quería que David enfrentara a Goliat con la vestimenta y las armas de un soldado, de un guerrero (Vs 38-39) Y Saúl vistió a David con sus ropas, y puso sobre su cabeza un casco de bronce, y le armó de coraza. 39 Y ciñó David su espada sobre sus vestidos, y probó a andar, porque nunca había hecho la prueba. Y dijo David a Saúl: Yo no puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué. Y David echó de sí aquellas cosas.
Pero David no quiso enfrentar al gigante vestido de soldado sino como lo que él era: UN PASTOR DE OVEJAS, y en lugar de espada, de escudo o jabalina, tomó en su mano el objeto que más identifica a un pastor: SU CAYADO.
PODEMOS VER UNA LECCIÓN MUY IMPORTANTE: David no cambió su identidad para enfrentar al gigante, igualmente nosotros cuando enfrentemos las batallas de nuestra vida no debemos perder nuestra identidad, pues lastimosamente muchas veces los cristianos cuando enfrentamos problemas, cuando enfrentamos gigantes, cambiamos nuestra identidad de hijos de Dios y los enfrentamos como inconversos, los enfrentamos a la manera del mundo, confiando en las personas no en el Señor, tomando decisiones alocadamente, y por eso nos va mal en nuestras batallas.
¿CUÁL FUE LA ESTRATEGIA DE DAVID? Él tomó su cayado y CINCO PIEDRAS LISAS DEL ARROYO, por medio de esas cinco piedras vamos a comprender cómo enfrentar los gigantes de nuestra vida sin perder nuestra identidad de hijos de Dios.
¿CUÁLES SON LAS CINCO PIEDRAS CON LAS QUE TENEMOS QUE ENFRENTAR NUESTRAS BATALLAS COMO HIJOS DE DIOS EN EL 2023?.
I) PRIMERA PIEDRA: LA FE (MARCOS 11:22) Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. La fe es la llave maestra para las bendiciones de nuestra vida, PERO NUESTRA FE TIENE QUE ESTAR PUESTA COMPLETAMENTE EN DIOS, no en lo terrenal, no en el dinero, no en los amigos, no en nuestros conocimientos, habilidades o experiencia, tiene que ser en Dios porque solamente Dios es TODOPODEROSO (Marcos 10:27) Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.
II) SEGUNDA PIEDRA: LA ORACIÓN (MATEO 21:22) Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis. La oración es la herramienta del cristiano para poner en acción su fe, la oración nos conecta con el poder de nuestro Dios, por medio de la oración el Señor nos fortalece, por medio de la oración ponemos nuestros enemigos y nuestras batallas en las manos de nuestro Dios para poder tener paz en nuestro corazón aun en los tiempos de aflicción (Filipenses 4:6-7) Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
III) TERCERA PIEDRA: LA PERSEVERANCIA (LUCAS 18:1) También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, Lastimosamente muchas veces en las batallas de la vida fracasamos no porque el enemigo nos venciera sino porque nos damos por vencidos muy pronto, nos damos por vencido sin pelear porque nuestro corazón se llena de temor, es por eso que el Señor nos manda a orar siempre y no desmayar, es decir que el nos manda a orar con perseverancia, a CONFIAR SIN DUDAR, A ESPERAR PACIENTEMENTE LA AYUDA DE DIOS (Salmo 40:1-2) Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. 2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
IV) CUARTA PIEDRA: LA VALENTÍA (JOSUÉ 1:7) Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Definitivamente que David tuvo que ser valiente para pararse frente a Goliat y enfrentarlo , pero tenemos que comprender que la valentía de David estaba basado en algo muy importante: LA PRESENCIA DE DIOS (1 Samuel 17:45) Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Nosotros tenemos que ser valientes porque así como Dios estuvo con David, también SU PRESENCIA ESTÁ CON NOSOTROS.
V) QUINTA PIEDRA: LA OBEDIENCIA (JOSUÉ 1:8) Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditaras en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Lastimosamente la desobediencia nos hace tratar de resolver los problemas a nuestra manera, sin tomar en cuenta los consejos de nuestro Dios. Pero en este nuevo año si queremos tener victoria en todo lo que enfrentamos tenemos que ser obedientes a la palabra de nuestro Dios, la obediencia nos garantiza la victoria.