El titulo corresponde a un merengue romántico que Juan Luis Guerra que escribió inspirado en su esposa, Nora, y formó parte de su álbum denominado, “Literal”, que vio a la luz en el 2019, donde se evoca el amor, la amistad, la buena música, el baile, la belleza de los paisajes de la “novia del Atlántico: Puerto Plata.
El título de la canción es si dudas, tomado de un de los salmos más extensos en su contenido de la Sagradas Escrituras, atribuido probablemente al rey David, el Salmo 119: 105 que dice: “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. Es una especie de metáfora que el autor utiliza para indicar la importancia del “sagrado libro”, el beneficio integral para los seres humanos que le permite guiar sus pasos en la difícil tarea de la vida.
La Biblia es cual lámpara que ilumina el camino, nos guía en tiempos de incertidumbre y dificultad. Encontramos un ingrediente tan necesario y pertinente que es la “sabiduría” que debe por obligación estar presente en las entidades públicas, privadas, centro educativo, universidades, en fin, en las calles de la ciudad y principalmente en los gobernantes y gobernados; en los que toman decisiones en procura del bienestar común y colectivo de las personas, que requieren un trato y garantías de sus derechos.
El texto bíblico como lámpara como carta de ruta a seguir, nos ayuda a entender cuál es el camino correcto. Como tomar buenas decisiones sin tropezar y brillamos con la luz que el Señor para hacer frente a la penumbra de una sociedad que camina por momentos en la oscuridad, e ignorancia.
En tiempos antiguos no había iluminación central en los pueblos. Cada uno debía llevar consigo su propia luz para asegurarse de ir por el camino correcto sin tropezar o pisar algo peligroso o desagradable. Esa luz que cargaban no solo iluminaba el camino por el que debían andar, sino que les ayudaba a que los pies no se posaran donde no debían.
La claridad de las escrituras está relacionada al conocimiento que tengamos de ella. Para disfrutar plenamente de su luz. No basta con tenerla en “mesita” o llevarla debajo del brazo. Es necesario abrirla, leerla, permitir estas llenen nuestra mente y nos enseñen sobre el Creador y su voluntad.
En definitiva, la palabra de Dios muestra el camino a seguir, advierte sobre los caminos que nos alejan de Él y su propósito. El estudiarla permitir ver el mundo desde otra perspectiva, provocar un cambio de mente y corazón, y permite entender lo que Él pretende para nosotros ¿Quieres que tu vida esté llena de luz? ¿Quieres andar por el camino correcto que agrada al Señor y hacer su voluntad en todo momento? Déjate guiar por esta lámpara.