La vida del rey Ezequías tiene muchas lecciones para nuestra vida, pero en este versículo con el cual hemos comenzado esta mañana podemos tomar una lección muy importante para nosotros: nuestras lágrimas no pasan inadvertidas para nuestro Dios, él no es indiferente a nuestras lágrimas ni a nuestra aflicción 2 REYES 20-5-
La oración y lágrimas que Ezequías derramo delante del Señor permitieron que el recibiera una nueva oportunidad de vida, permitieron que él fuera sanado de una enfermedad terminal.
Pero esta mañana reflexionaremos sobre otro tipo de lágrimas, es decir aquellas que no son agradables a nuestro Dios, de esas lágrimas que molestan al Señor y que no permiten que el gozo, la paz y la esperanza que el Señor quiere darnos sean una realidad en nuestra vida, esas lágrimas que son un obstáculo entre nosotros y la bendición de nuestro Dios, esas lágrimas que muchos quizás estamos derramando pero que ya cansaron el corazón de Dios porque estamos llorando por aquello que no es su voluntad.
¿CUÁLES SON ESAS LÁGRIMAS QUE NO AGRADAN A DIOS?
I) LAS LAGRIMAS QUE NO AGRADAN A DIOS SON LAS QUE NO NOS PERMITEN COMPRENDER QUE DIOS NOS HA QUITADO ALGO BUENO PARA DARNOS ALGO MEJOR (1 SAMUEL 15:26 Y 35 / 1 SAMUEL 16:1)
Saul representa lo que Dios ha desechado, lo que no es agradable a él, aunque parezca bueno (1 Samuel 10:22-24)
Saul desobedeció y fue desechado por el señor (1 Samuel 15;26) pero a pesar de esto Samuel lloraba por Saúl, pero el Señor le dijo: ¿porque lloras por Saúl habiéndolo yo desechado? Dios desecho alguien que parecía bueno, pero tenía preparado a alguien mejor: al rey David (1 Samuel 16:1)
¿A cuántos de nosotros el Señor nos haría el mismo reclamo que al profeta Samuel? ¿Por qué sigues llorando por lo que yo he desechado?, ¿Por qué sigues llorando por lo que no era mi voluntad? ¿Por qué sigues llorando por aquello que no me agrada a mí?
Estás llorando por ese hombre que te abandonó pero que te hacía la vida imposible, que te humillaba y te trataba con violencia…. ya no llores más por Saúl
¿Estás llorando por ese trabajo donde tenías amistades que siempre te llevaban al mal? …. ya no llores más por Saul
¿Estas llorando por ese novio o novia que solo te incitaba al pecado? ¿Por esa persona que no quería nada con Dios? …. ya no llores más por Saul
¿Estas llorando por ese viaje que no pudiste realizar que no era la voluntad de Dios?? ya no llores más por Saul
Nosotros tenemos que confiar que Dios tiene preparado desde ya algo mejor para tu vida ¡Seca ya tus lágrimas!
II) LAS LAGRIMAS QUE NO AGRADAN A DIOS SON LAS QUE VIENEN DE UN CORAZON MAL AGRADECIDO (NÚMEROS 11:5-10)
El pueblo de Israel cuando iba camino a la tierra prometida tenía la bendición dada por el Señor de comer Maná todos los días, solo tenían que recogerlo y ser agradecidos con Dios por su provisión.
Pero el pueblo en lugar de agradecer a Dios por el Maná, lloraban recordando lo que comían en Egipto, el pueblo lloraba anhelando volver a la tierra de esclavitud.
Al señor le dolió en su corazón que su pueblo dijera que le iba mejor en Egipto y llorara por comer carne menospreciando la bendición que él les daba (Números 18 y 20)
Lastimosamente muchos cristianos tenemos exactamente la misma actitud del pueblo de Israel. tenemos la bendición de Dios sobre nosotros, pero en lugar de tener un corazón agradecido vivimos llorando por nuestro pasado, vivimos llorando por lo que tuvimos, vivimos llorando por lo que perdimos y nunca vemos las bendiciones que hoy el Señor nos ha dado.
III) LAS LAGRIMAS QUE NO AGRADAN A DIOS SON AQUELLAS QUE VIENEN DE UN CORAZON LLENO DE NEGATIVISMO (JEREMÍAS 31:15-17)
Cuántas personas ven sus vidas con tanto negativismo que no quieren ser consoladas en sus angustias, han perdido toda esperanza, se han dejado llevar por el pesimismo.
Son personas que lloran sin esperanza, son personas que lloran y lloran, pero NO BUSCAN AL SEÑOR PARA SER CONSOLADAS.
Pero esta mañana el Señor nos dice: reprime el llanto de tu voz, ya no llores más por lo mal que está tu vida, deja de lamentarte y búscame.
Ya no llores sin esperanza, porque esta mañana Dios tiene una promesa para tu vida: ¡¡ESPERANZA HAY PARA TU PORVENIR!!