ROMANOS 8:12-17 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; 13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
Este día continuamos estudiando el capítulo ocho de la carta a los romanos, desde el versículo doce en adelante.
Romanos 8:12-39 es un pasaje que nos hace llamados muy importantes a cada uno de nosotros en nuestra vida cristiana:
Primer llamado: a vivir en el Espíritu haciendo morir las obra de la carne
Segundo llamado: a recordar nuestra identidad como hijos de Dios.
Tercer llamado: a mantener la esperanza en medio del sufrimiento,
Cuarto llamado: a confiar en la victoria segura que tenemos en Cristo.
VEAMOS CADA UNO DE ESOS LLAMADOS POR MEDIO DE LA PALABRA DE DIOS Y TOMEMOS LAS ENSEÑANZAS QUE TIENEN PARA NUESTRA VIDA.
PRIMER LLAMADO: VIVIR EN EL ESPÍRITU HACIENDO MORIR LAS OBRAS DE LA CARNE
(ROMANOS 8:12-13) Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; 13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
Tenemos que comprender y reconocer que nuestra deuda en agradecimiento, lealtad, amor, compromiso y adoración es con nuestro Dios, NO CON LA CARNE, pues vivir en la carne solo trajo a nuestra vida esclavitud, destrucción, angustia, amargura, fracaso, dolor, etc.
Lastimosamente al observar detenidamente la vida de muchos de nosotros PARECERÍA QUE NUESTRA DEUDA ES CON LA CARNE parecería que somos deudores con el mundo y no con Dios, pues nuestro afán, nuestro enfoque en la vida, es agradar al mundo, a nosotros mismos y no al Señor.
Somos deudores por el amor de Dios manifestado en Cristo, el Padre Celestial dio todo por amor a nosotros para salvarnos y rescatarnos de la condenación (Efesios 2:4-6) Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, Por eso debemos vivir en el Espíritu,
Es por eso que el texto nos dice que tenemos que HACER MORIR LAS OBRAS DE LA CARNE en nosotros, pero ¿Cómo lo logramos? el texto mismo nos da la respuesta: (Romanos 8:13) porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas SI POR EL ESPÍRITU HACÉIS MORIR LAS OBRAS DE LA CARNE, VIVIRÉIS.
El poder vencer o hacer morir las obras de la carne en nosotros para que no nos dominen y poder caminar en el Espíritu no depende de nuestra fuerza de voluntad o de nuestra capacidad sino de NUESTRA COMUNIÓN DIARIA CON DIOS, de nuestra relación con el Espíritu Santo.
Cada dia necesitamos orar, adorar, leer la palabra de Dios, congregarnos con constancia y cuidar lo que dejamos entrar a nuestra mente y a nuestro corazón (Efesios 4:22-24) En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
SEGUNDO LLAMADO: RECORDAR NUESTRA IDENTIDAD COMO HIJOS DE DIOS
(ROMANOS 8:14-17) Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
Para poder caminar en el Espíritu tenemos que recordar cada día nuestra identidad, ¡YA NO SOMOS ESCLAVOS DEL PECADO, SOMOS HIJOS DE DIOS!
Tenemos que comprender que por medio de la fe en Cristo HEMOS SIDO ADOPTADOS POR NUESTROS DIOS COMO SUS HIJOS, pues él nos redimió pagando nuestro precio por medio de la sangre de su hijo Jesucristo, pero no nos redimió para ser sus esclavos, nuestro Dios nos redimió para adoptarnos como sus hijos (Gálatas 4.4-6) Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, 5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiéramos la adopción de hijos. 6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!,
Es por eso que la palabra de Dios nos llama a vivir como es digo de la vocación con la cual hemos sido llamados (Efesios 4:1) Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados,
¿QUE SIGNIFICA VIVIR COMO ES DIGNO DE LA VOCACIÓN QUE HEMOS SIDO LLAMADOS? Significa que como creyentes, hemos sido adoptados en la familia de Dios y estamos LLAMADOS A VIVIR CONFORME A ESTA NUEVA IDENTIDAD recordando algo muy importante en nuestra vida cristiana (Juan 17:15-17) No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. ESTAMOS EN EL MUNDO PERO NO SOMOS DEL MUNDO, ESTAMOS LLAMADOS A VIVIR DIFERENTE AL MUNDO.
III) TERCER LLAMADO: MANTENER LA ESPERANZA AUN EN MEDIO DEL SUFRIMIENTO
(ROMANOS 8:18-25) Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. 19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. 20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; 21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. 22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; 23 y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. 24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
Como cristianos tenemos que tener clara una verdad espiritual: MIENTRAS VIVAMOS EN ESTE MUNDO ENFRENTAREMOS SUFRIMIENTO como lo dejó bien claro nuestro Señor Jesucristo (Juan 16:33) Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Ver que una persona cristiana o aun nosotros mismos estemos pasando por momentos de dolor, de enfermedad, angustia, etc no es algo de lo cual debamos sentirnos extrañados, pues los sufrimientos son parte de la vida cristiana (1 Pedro 4:12) Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese,
Pero los cristianos tenemos una BENDITA ESPERANZA: ESTE SUFRIMIENTO ES TEMPORAL PUES TENEMOS LA SEGURIDAD DE LA GLORIA ETERNA (Romanos 8:18) Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
Todos los sufrimientos que podamos enfrentar, enfermedad, abandono, escasez, angustia, soledad, terminan cuando nuestra vida terrenal llegue a su punto final, luego vamos a poder experimentar LO GLORIOSO QUE NUESTRO DIOS TIENE PREPARADO PARA TODOS AQUELLOS QUE PUSIERON EN ÉL SU ESPERANZA (1 Corintios 2:9) Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.
Como creyentes, estamos llamados a vivir AGRADECIDOS por lo que ya hemos recibido en Cristo y CON ESPERANZA de lo que aún esperamos recibir.
Esta esperanza nos impulsa a vivir con propósito, SABIENDO QUE NUESTRA VIDA EN LA TIERRA ES TEMPORAL. Pablo nos hace un llamado a TENER PACIENCIA MIENTRAS AGUARDAMOS LO QUE AÚN NO VEMOS. Sabemos que las promesas de Dios son seguras, pero aunque hemos sido salvados en Cristo, no hemos visto completamente la plenitud de esa salvación, la cual se cumplirá cuando estemos en la presencia de Dios (Romanos 8:24-25) Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
IV) CUARTO LLAMADO: DEBEMOS CONFIAR EN LA VICTORIA SEGURA QUE TENEMOS EN CRISTO
(ROMANOS 8:31-37) ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Mientras vivamos en este mundo esperando la redención completa de nuestra vida debemos VIVIR CONFIADOS EN LA VICTORIA DE CRISTO.
En los versículos anteriores podemos encontrar por lo menos CUATRO RAZONES PARA VIVIR CONFIADOS, cinco razones para que podamos tener paz, gozo y esperanza en nuestro corazón aun en las circunstancias más difíciles de nuestra vida.
VEAMOS EN EL TEXTO CUÁLES SON ESAS CUATRO RAZONES PARA VIVIR CONFIADOS:
PRIMERA RAZÓN: DIOS TIENE PROPÓSITOS BUENOS PARA NUESTRA VIDA AUN EN MEDIO DE LAS CIRCUNSTANCIAS DIFÍCILES (ROMANOS 8:28) Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Aunque no comprendamos las circunstancias o situaciones que podamos estar enfrentando hoy en nuestra vida podemos sentirnos confiados y con esperanza pues la palabra del Señor nos declara que si amamos a Dios todas las cosas al final nos ayudan a bien, pues él tiene propósitos buenos para nuestra vida, sus pensamientos siempre son pensamientos de bien no de mal para sus hijos (Jeremías 29:11) Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
SEGUNDA RAZÓN: DIOS ESTÁ POR NOSOTROS (ROMANOS 8:31) ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? Muchas cosas pueden estar en nuestra contra el día de hoy: Las circunstancias, las probabilidades, las personas, el enemigo mismo, pero podemos sentirnos confiados y tener paz pues si Dios está por nosotros él nos dará su victoria, él nos dará su bendición. Que Dios está por nosotros significa que él pelea por nosotros, significa que él nos defiende, que él habla por nosotros, QUE ÉL TE SOSTIENE AUNQUE TODOS TE QUIEREN VER CAER ¡Gloria a Dios! Quizás este dia no sabemos cómo vamos a enfrentar las dificultades que han venido a nuestra vida, pero hoy tenemos que decirle al enemigo: UNA COSA SÉ: QUE DIOS ESTÁ POR MÍ (Salmos 56:9) Serán luego vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clamare; Esto sé, que Dios está por mí.
TERCERA RAZÓN: CRISTO ESTÁ INTERCEDIENDO POR NOSOTROS, ÉL ES NUESTRO MEJOR ABOGADO (ROMANOS 8:33-34) ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. Sabemos y reconocemos que somos pecadores, fallamos, nos equivocamos, caemos, y el enemigo aprovecha nuestros errores y pecados para acusarnos, para llenar nuestro corazón de culpabilidad, para llenar nuestra mente de pensamientos de derrota, para hacernos creer que hemos perdido el favor de Dios sobre nuestra vida por los errores que cometemos. Pero la palabra de Dios nos da confianza aun en medio de nuestros errores, pues en lugar de acusarnos y señalarnos, él Señor está intercediendo por nosotros, a nuestro favor, él es nuestro mejor abogado delante de nuestro Dios (1 Juan 2:1) Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
CUARTA RAZÓN: EL AMOR INCONDICIONAL DEL SEÑOR QUE NOS DA SU VICTORIA EN LAS BATALLAS DE NUESTRA VIDA (ROMANOS 8:35-39) ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Ante cualquier situación o adversidad que estemos enfrentando en nuestra vida nunca debemos olvidar esta verdad espiritual: DIOS NOS AMA Y NUNCA NOS ABANDONA, él nos da su victoria por medio de su amor, todo su poder y sus maravillas se hacen realidad en nuestra vida primeramente por su amor incondicional para sus hijos, quizás en algún momento en nuestra humana debilidad podemos flaquear en nuestra fe y aun llegar a perder la esperanza, pero EL AMOR DE DIOS SIEMPRE ESTÁ DISPONIBLE PARA DARNOS SU VICTORIA EN NUESTRA VIDA(1 Corintios 13:13) Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor