Cuando hablamos sobre el advenimiento de Cristo muchas personas hacen críticas en el sentido que eso se ha estado anunciando desde hace más de mil años y todavía no se ha cumplido, por lo cual no creen que ese acontecimiento podría ocurrir en cualquier momento.
Sin embargo, cuando Jesús estuvo sobre el planeta tierra revelo las señales que se producirán antes del fin, es decir, cuando este próximo a llegar a nuestro planeta el Hijo del Hombre.
Al respecto, los discípulos que con grandes inquietudes, le preguntaron a Jesús, “dinos, ¿Cuándo serán estas cosas, y que señal habrá de tu venida y del fin del siglo?”
Aunque esta fue una sola pregunta, Jesús tenía que darle tres respuestas a las inquietudes de sus discípulos.
En torno a las señales, Jesús le revelo lo siguiente: “Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañaran”. Mateo 24:4-5.
Esa señal, no hay dudas de que la estamos viendo en esta época con la aparición de falsos cristos, pastores y profetas, que sin lugar a dudas, son instrumentos satánicos, cuya finalidad es confundir a las almas para que estas se pierdan.
Otra señal revelada por Cristo, como parte de las inquietudes de sus discípulos, les dijo: “Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero no es el fin”. Mateo 24:6.
En el siglo 20 el mundo experimento con estupor las consecuencias de las Primera y segunda guerras mundiales, la de Corea, la de Vietnam, la guerra civil española, la de Afganistán, la de Irak, entre otras, en las que millones de personas perdieron la vida, tanto civiles como militares. Pero muchos quieren ignorar que esta fue una señal de que estamos cerca del fin.
Otra señal que Jesús le indico a los discípulos, es que: “Se levantaran nación contra nación, y reino contra reino, habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores”, Mateo 24:8.
En cuanto al levantamiento de nación contra nación, predicho por Jesús, hemos estado viendo las amenazas de los países árabes, musulmanes islámicos, entre ellos Irán, que han amenazado de borrar a Israel, el pueblo de Dios, del mapa. Existen animosidades de Rusia, China y Corea del Norte, en contra de la política del actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
En cuanto a las pestes y hambre, hemos sufrido de la gripe aviar, el ebola, el VIH Sida, la fiebre amarilla y otras plagas difíciles de controlar. Países de África, de Asia y de América Latina están siendo víctimas de hambrunas.
En los últimos anos el mundo ha sido impactado por terremotos que han dejado miles de muertos, millones de damnificados y graves daños materiales.
Algo de gran importancia que le dijo Jesús a sus discípulos es que “por haberse multiplicado la maldad, el amor de mucho se refriara”, Mateo 24:12.
Eso lo estamos viendo hoy en el mundo, las personas que solo piensan en sí mismo, en resolver sus propios problemas, sin importarles a los demás, y es lamentable que iglesias cristianas se hayan olvidado del mandamiento de Cristo de “amaos los unos a los otros”, y son pocas las que ayudan a las viudas desamparadas, a los huérfanos y a los pobres.
Apreciado y querido hermano, Cristo no tarda en llegar. “Muchos burladores, andando, según sus propias concupiscencias, dicen: ¿Donde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas estas cosas permanecen así como desde el principio de la creación.
“Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.
“El Señor no tarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
“Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasaran con gran estruendo, y los elementos ardientes serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
“Puesto que todas estas cosas serán deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos siendo quemados, se fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva en los cuales mora la justicia”, 2 Pedro 3:13.
No tarde querido amigo, no te dejes engañar de Satanás, arrepiéntete de tus pecados, recibe a Cristo como tu Señor y Salvador para que puedas disfrutar a plenitud de la vida venidera, en el cielo, que solo el Hijo del Hombre, te puede dar. Dios te bendiga.