Hemos llegado al inicio de la semana santa, nuevamente estamos recordando aquella entrada de nuestro Señor Jesucristo en Jerusalén hace ya más de dos mil años, y cada domingo de ramos generalmente predicamos sobre la humildad de Jesús entrando en un pollino, en la alegría de las personas que ponían sus mantos para que el Señor pasase sobre ellos, en el enojo de los fariseos por los gritos de la multitud de los discípulos que estaban recibiendo a Jesús. LUCAS 19-41-44-
Pero vale la pena también enfocarnos en un detalle muy importante en este domingo de ramos: La tristeza y el llanto de nuestro Señor Jesucristo.
¿Que le causó tanta tristeza al Señor que hizo que derramara lágrimas sobre Jerusalén? el texto nos dice que lloró porque él hubiese querido que Israel reconociera ese día de su historia que el Mesías prometido que ellos tanto esperaban estaba entrando a Jerusalén, pero no le reconocieron (Vs 42)
Para la nación de Israel ese día era su día, el día profetizado para ellos por medio del profeta Zacarías (Zacarías 9:9) Su Dios, su Rey y su Mesías venía a ellos en la persona de Jesús, pero ellos no lo reconocieron.
Pero ahora más de dos mil años después de la entrada de Jesús en Jerusalén podemos reconocer que el Señor aún sigue sintiendo tristeza, aun sigue derramando lágrimas ya no solamente sobre Jerusalén, sino sobre todo el mundo, y también aun sobre su iglesia, porque el mundo y muchos cristianos siguen sin reconocer lo que es para su paz.
Podríamos decir que la tristeza del Señor era porque los judíos no reconocieron que Jesús era SU DIOS, SU MESÍAS Y SU REY, pero en la actualidad la tristeza del Señor sería porque aun hasta este día el mundo no quiere reconocer que él es EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA (Juan 14:6)
I) AUN EN ESTE DÍA MILLONES DE PERSONAS EN EL MUNDO NO RECONOCEN QUE JESÚS ES EL CAMINO
- Lamentablemente en este día exactamente millones de personas en el mundo van por un camino ancho y espacioso en el cual las multitudes van, ese camino ancho y espacioso es el camino de la religiosidad, siguiendo costumbres religiosas pero rechazando al Señor (Mateo 7:13)
- Igualmente en este día millones de personas en el mundo van por el camino de la destrucción, del dolor, del fracaso, caminando lejos de Dios, enredados en pecados, enredados en vicios, caminando en un camino lleno de amargura e infelicidad, pero aun así rechazando y menospreciando el camino del Señor (Romanos 3:16-17)
II) AUN ESTE DÍA MILLONES DE PERSONAS EN EL MUNDO SIGUEN RECHAZADO LA VERDAD Y SIGUEN CREYENDO EN LA MENTIRA.
- Que tristeza habrá en el corazón del Señor al contemplar que millones de personas en el mundo esta semana cumplirán tradiciones, ritos y costumbres pero no quieren recibir el evangelio, no quieren recibirlo a él en sus corazones (Colosenses 2:8)
- Que tristeza habrá en el corazón del Señor al contemplar que también millones de personas en el mundo prefieren creer en las palabra de los necios y no en la palabra de Dios (Salmo 14:1)
- Tristemente muchos afirman que Jesús era un farsante, que Jesús fue solamente un buen maestro, otros dicen que Jesús es un mito, que nunca existió, y lo triste no es solamente lo que dicen, sino que haya millones que lo crean, pero nosotros la iglesia del Señor sabemos y creemos que Jesús es nuestro Dios, nuestro Rey y nuestro Salvador.
III) AUN EN ESTE DÍA MILLONES DE PERSONAS EN EL MUNDO ESTÁN MUERTOS EN DELITOS Y PECADOS PERO SIGUEN RECHAZANDO LA VIDA QUE CRISTO DA.
- Materialmente hablando podemos ver cómo las personas que están padeciendo de enfermedades terminales buscan un tratamiento, una medicina, algo que pueda alargar su vida.
- Pero espiritualmente hablando también podemos ver cómo millones de personas que están muertas espiritualmente en delitos y pecados rechazan la vida eterna, rechazan el unico antidoto para la muerte y la condenación eterna, y ese antídoto es la vida que Cristo nos da (1 Juan 5:11-12)
- El Señor sigue contemplando con tristeza como millones de personas en él mundo van camino a la muerte eterna en él infierno y aun así continúan rechazando a Jesucristo como salvador de sus vidas, aun siguen rechazando la vida que solamente él puede dar (Juan 20:31)