El ángel le dijo: María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo, y Dios el Señor lo hará Rey, como a su antepasado David, para que reine por siempre sobre el pueblo de Jacob. Su reinado no tendrá fin. Lucas 1:30-33 DHH
La escogida por Dios para traer el Salvador del mundo tiene una peculiar virtud entre todas las que hubo en su tiempo: sierva inútil. La gracia de Dios cae sobre sus hombres porque reune las características, y ahora el plan de Dios va de acuerdo a las profesías, pues disponía sobre la joven traer al Salvador, al Admirable, al Consejero, al Dios fuerte, al Principe de Paz. Isaías 9:6
La disposición valiente de esta mujer hacen confesar He aquí la esclava del Señor, hágase conmigo conforme a tu Palabra. Sin importar quienes somos ante el mundo, la actitud correcta es atender al llamado de Dios para servir a su obra y condicionar las intenciones cuando nuestra respuesta es «que se cumpla en mi tu Palabra.»
Que se cumpla Tu voluntad para engrandecer Tu Reino, para darte la Gloria por siempre, que seamos el instrumento para mostrar tu Poder aquí en la tierra ante los hombres, que transformas, que nos levantas y renacemos con gran regocijo por tanto amor, el Salvador ha llegado a nuestros hogares, la cual nos llena de paz y nos encaminamos a la gloria postrera del reino en los cielos… Que el Señor te bendiga y te guarde en este día llenos en su amor, Amén.