En Washington, D.C., en comienzo de año, el presidente de la CELR, Russell Moore, invita a los participantes en Evangélicos por la Vida a decir la verdad sobre la dignidad humana para todos.
La meta de los esfuerzos pro vida de los evangélicos va más allá de ganar la victoria, dijo Russell Moore, el bautista del sur experto en ética, en su discurso inaugural de Evangélicos por la Vida.
«Queremos que los doctores que hacen los abortos dejen de hacerlo, pero eso no es suficiente. Queremos que los doctores que hacen los abortos encuentren la vida en Jesucristo,» dijo el presidente de la Comisión de Ética y Libertad Religiosa (ERLC) ante los presentes en la tercera conferencia anual en la capital del país.
«Queremos que los supremacistas blancos dejen de oprimir a las minorías con odio e intolerancia, pero eso no es todo. Queremos que los miembros del Ku Klux Klan y los neonazis vengan al arrepentimiento y a la fe en Jesús,» continuó. «Queremos que los yihadistas y los opresores vengan a la fe en Jesucristo.»
Moore dijo: «[C]uando defendemos la dignidad humana desde antes que nazca el bebé hasta que llegue a la muerte natural, estamos diciendo la verdad sobre lo que es correcto e incorrecto; decimos la verdad sobre el juicio que ha de venir. Pero nunca nos quedamos ahí. Decimos la verdad que la sangre de Cristo puede lavar cualquier pecado.»
El discurso de apertura de Moore tuvo lugar durante una sesión vespertina del jueves que inauguró la conferencia de tres días, organizada por la CELR y Focus on the Family. Más de 50 oradores hablarán en la conferencia que coincide hoy con la Marcha por la Vida celebrada anualmente.
Sobre la conferencia, Moore dijo que anhela el día en que ya no sea necesaria [la asociación] EPLV.
«Oro para que nuestros hijos y nietos en el futuro no tengan ni idea de lo que estamos hablando hoy,» dijo. «Oro que cuando vean hacia atrás y vean a los Evangélicos por la Vida ellos digan, ‘Bueno, ¿acaso hay otro tipo de personas?’ pero hasta entonces, nos ponemos de pie y hablamos.»
Moore habló sobre Mateo 14 cuando Herodes ordenó la decapitación de Juan el Bautista después que este profeta le dijo que no debería de haber tomado a la esposa de su hermano como suya.
«Si Juan no hubiera dicho la verdad sobre la situación que vio, nunca hubiera podido predicar el Evangelio, porque si yo no confío en ti para que me digas la verdad sobre mi propia injusticia, sobre mi propio pecado, ¿entonces cómo puedo confiar en ti cuando me dices que seré levantado de entre los muertos por el poder del Evangelio?», dijo Moore.
Los seguidores de Cristo «tenemos que ser gente que dice la verdad,» dijo.
«En un mundo que quiere decir, ‘los embriones y los fetos son productos de la concepción,’ [el pueblo de Dios] tiene que ser el pueblo que dice, ‘son niños,'» dijo Moore ante la audiencia. «En un mundo que quiere decir, ‘las poblaciones en los asilos para ancianos,’ tenemos que ser el pueblo que dice, ‘son nuestros padres, nuestras madres, nuestros abuelos, nuestras abuelas, seres humanos como nosotros.’
«En un mundo que quiere decir, ‘esos clubes de striptease,» tenemos que ser el pueblo que dice, ‘son mujeres que portan la imagen de Dios y que están siendo abusadas y traficadas.’ En un mundo que dice, ‘esa gente problema que está llegando de fuera,’ nosotros tenemos que ser el pueblo que dice, ‘aquellos creados en la imagen de Dios y a quienes Dios ama profundamente.'»
Los evangélicos necesitan evitar cualquier tentación de mantener invisibles a quienes son vulnerables, dijo Moore.
«En nuestra cultura actual, a menudo queremos esconder a la gente que es la más débil y la que más depende de nosotros,» dijo. «No queremos pensar en el niño dentro del vientre, en el anciano en la cama, en el refugiado en el barco. No queremos pensar en aquellos que nos necesitan, en parte porque no queremos ceder en nada y en parte porque en ellos vemos nuestra propia debilidad y con eso se activa el temor.»
Moore dijo, «La idea de que lo invisible es prescindible cuando se trata de alcanzar la meta, cualquier meta, es exactamente la mentalidad de Planned Parenthood, exactamente la mentalidad de aquellos persiguiendo a la gente vulnerable por todo el mundo.»
Dijo, «Si estamos siguiendo a Jesús, entonces eso significa que nos importan todos los que le importan a Jesucristo, ya sea que sean populares en el momento, o que sean o no populares en nuestro grupo social.»
Hablando sobre Mateo 14, Moore dijo que la hija de Herodías fue utilizada por Herodes como un objeto. Como reacción ante su baile, Herodes demostró que estaba siendo dominado por sus pasiones en vez de someterlas a su control, conllevando al derramamiento de sangre inocente, explicó Moore.
«No importa cuantas ganancias logremos en el movimiento pro vida, y debemos hacerlo, pero una cultura de vida no puede coexistir con una cultura de pornografía, una cultura de vida no puede coexistir con una cultura de abuso,» dijo. «El testimonio pro vida nunca florecerá cuando las mujeres no son apreciadas y valoradas. El testimonio pro vida nunca florecerá donde las mujeres» sean vistas como objetos, no como iguales.
Moore abordó a algunos en la audiencia quienes dijo están derramando sus vidas de una manera similar a la de Juan, pensando que no tienen nada que dar al servicio de las mujeres en crisis de embarazo, a los refugiados y a las mujeres traficadas.
«El Evangelio de Jesucristo nos dice que pierdas tu vida para así salvarla,» dijo. «Cuidar a las mujeres en crisis vale la pena. Cuidar a los bebés que no han nacido vale la pena. Cuidar a los ancianos vale la pena. Cuidar a las personas con discapacidades mentales vale la pena. Cuidar a los pobres vale la pena. Cuidar a los enfermos vale la pena.
«Y en todos estos casos tienes que sacrificar tu vida para hacerlo,» dijo Moore ante la audiencia. «Y al sacrificar tu vida estás derramando tu tiempo y energía …, la debilidad que sientes no es una señal de que debes darte por vencido, porque la debilidad que sientes no es una señal de que has perdido el poder. La debilidad es donde radica el poder.
«Seamos consistentes al defender la vida, holísticamente y con el Evangelio que en si mismo es el poder de Dios.»