Escribo estas líneas porque me ha llamado mucho la atención las declaraciones del cantante Fernando Villalona, en el sentido de que tiene a Dios en su boca.
Pero la salvación del hombre no consiste solo en tener a Dios en su boca, sino que lo importante es tener a Jesucristo, el Hijo del Dios viviente, en el corazón y nacer de nuevo espiritualmente. «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas», 2 Corintios 5:17.
Jesús les dijo aquellos que guardaban la ley, incluso los diez mandamientos, “este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí”, Mateo 15:8.
Durante su encuentro, el jueves, con los periodistas, Villalona no paró de hablar del Señor, nada que ver con aquellos tiempos en los que él como dios del merengue era el centro de atención.
“Yo no soy pastor, pero he tenido la oportunidad de ser contratado por iglesias para dar mi testimonio porque yo todavía no sé hablar de la palabra del Señor… al menos que no sean los diez mandamientos”, comentó.
Sin embargo, amigo Villalona, tu que has sido invitado para estos conciertos por varias iglesias, da pena que sus pastores, no te hayan informado que la salvación no es por practicar los diez mandamientos, sino por la gracia de Dios, manifestada en la persona de su Hijo, Jesucristo.
Al respecto, la Biblia dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”, Efesios 2:8-9.
El denominado “Niño mimado” aseguró que vive apegado a una vida regida por la ley divina.
“Los diez mandamientos yo los recuerdo y la vida que llevo es pendiente a eso. Y espero que Dios me mantenga de esa manera”, confesó en presencia del pastor y cantante Marcos Yaroide, con quien acaba de grabar el merengue “Alcanzar el cielo”, además de que compartirán escenario el próximo viernes en el Teatro Nacional Eduardo Brito.
Yaroide, al igual que los periodistas, estaban invitados a su casa para conocer de las próximas presentaciones del Mayimbe.
Apreciado Fernandito, Dios quiere que tu conozca la verdad y no te dejes confundir con la religiosidad, porque eso no te va a llevar a ninguna parte, lo importante es tener a Cristo en el corazón, obedecer su palabra y vivir una vida de santidad apartado del pecado.
Lo que te deseamos, por amor de Dios, es que tu disfrutes de la salvación que te da Dios por medio de su Hijo, Jesucristo, para que tengas además, gozo, paz, amor y la seguridad que cuando partas de este mundo seas recibido en los cielos por nuestro amado Señor y Salvador, quien vino a este mundo a buscar y salvar lo que se había perdido.
La Biblia dice: “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado”, Gal. 2:16.
Fernandito, a través del apóstol Pablo, la Biblia dice: “No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo, Gálatas 2: 21. Cristo, no solo murió por ti, sino que vino a salvar a todos los que lo reciben como su Señor y Salvador.
Vuelvo y reitero, no te dejes confundir por el diablo, que usa con mucha habilidad la religiosidad y la inversión de valores, porque ahora a lo bueno lo dicen malo y a lo malo bueno.
Para tu bien espiritual, queremos hacer hincapié, en Gálatas 3:10 que dice: “Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas cosas escritas en el libro de la ley para hacerlas”.
Y deseo que recuerdes lo que dice la Biblia en Gálatas. 3:11, “Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El Justo por la fe vivirá”.
Muchas bendiciones, amigo Fernandito.