Juan 21:19-19 «De veras te aseguro que cuando eras más joven te vestías tú mismo e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos y otro te vestirá y te llevará adonde no quieras ir. Esto dijo Jesús para dar a entender la clase de muerte con que Pedro glorificaría a Dios. Después de eso añadió: ¡Sígueme!»
Hace unas semanas, un poco antes de Semana Santa, estuve predicando sobre LAS CONFESIONES DE PEDRO. Dentro de ese sermón estuve hablando sobre como Pedro quien se jactó al decir que, aunque TODOS abandonaran al SEÑOR JESÚS, él no lo haría. Esas CONFESIONES de Pedro merecen el seguimiento necesario sobre cómo fue RESTAURADO por el SEÑOR JESÚS. Que DIOS bendiga Su Palabra predicada en esta noche.
Trasfondo. Este capítulo 21 de nuestro Evangelio relata otra aparición del Cristo Resucitado quien provee para los apóstoles que estaban presente otra Pesca Milagrosa, muy parecida a la primera que ocurrió al comienzo de Su Ministerio (Lucas 5:1-11).
Pero este relato en este relato podemos notar que el SEÑOR JESÚS RESTAURA a Pedro como apóstol en el sentido que él necesitaba recibir de nuestro SEÑOR las Palabras que lo volvieran a COMISIONAR como apóstol del Evangelio.
Pedro al igual que los otros apóstoles y discípulos del SEÑOR no entendían porque el SEÑOR JESÚS tenía que morir por los pecadores. Es más, Pedro después de aquella GRAN CONFESIÓN, ahora le dice a JESÚS: «¡De ninguna manera, Señor! ¡Esto no te sucederá jamás!»
Mateo 16:21-22 «Desde entonces comenzó Jesús a advertir a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas a manos de los ancianos, de los jefes de los sacerdotes y de los maestros de la ley, y que era necesario que lo mataran y que al tercer día resucitara. 22 Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo: ¡De ninguna manera, Señor! ¡Esto no te sucederá jamás!»
El lago de Tiberíades. Este lago de Tiberias o Tiberíades, también era conocido como el lago de Genesaret y el Mar de Galilea. Fue en ese mismo lago donde ellos presenciaron la PRIMERA PESCA MILAGROSA durante el comienzo del ministerio del SEÑOR JESÚS. Fue en ese momento cuando Pedro tuvo una gran experiencia con el SEÑOR JESÚS.
Vamos a leer un poco sobre la primera pesca milagrosa y el impacto sobre Pedro.
(Lucas 5:1-11) «Un día estaba Jesús a orillas del lago de Genesaret, y la gente lo apretujaba para escuchar el mensaje de Dios. Entonces vio dos barcas que los pescadores habían dejado en la playa mientras lavaban las redes. Subió a una de las barcas, que pertenecía a Simón, y le pidió que la alejara un poco de la orilla. Luego se sentó, y enseñaba a la gente desde la barca. Cuando acabó de hablar, le dijo a Simón: Lleva la barca hacia aguas más profundas, y echen allí las redes para pescar. Maestro, hemos estado trabajando duro toda la noche y no hemos pescado nada le contestó Simón. Pero, como tú me lo mandas, echaré las redes. Así lo hicieron, y recogieron una cantidad tan grande de peces que las redes se les rompían. Entonces llamaron por señas a sus compañeros de la otra barca para que los ayudaran. Ellos se acercaron y llenaron tanto las dos barcas que comenzaron a hundirse. Al ver esto, Simón Pedro cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo:¡Apártate de mí, Señor; soy un pecador!»
La respuesta del SEÑOR nos muestra el llamado que Él había puesto sobre los apóstoles. Así en los versos 9 al 11 dice: «Es que él y todos sus compañeros estaban asombrados ante la pesca que habían hecho, como también lo estaban Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. No temas; desde ahora serás pescador de hombres le dijo Jesús a Simón. Así que llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, siguieron a Jesús.»
Pero NOTEN en el verso 9 como Pedro le dice a JESÚS que se aparte de él porque es un hombre pecador. O sea, Pedro había tenido un ENCUENTRO con el mismo HIJO DE DIOS y su pecaminosidad ahora se hacía evidente delante del SANTO DIOS.
Es importante entender que Pedro había presenciado grandes Milagros obrados por el SEÑOR JESÚS y estaba seguro de que Él era el Mesías, el HIJO DE DIOS.
JESÚS ora por Pedro. (Lucas 22:31-34) «Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran trigo. Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos». Señor respondió Pedro, estoy dispuesto a ir contigo tanto a la cárcel como a la muerte. Pedro, te digo que hoy mismo, antes de que cante el gallo, tres veces negarás que me conoces.»
Nótese que terminando la última Cena de la Pascua, cuando el SEÑOR instituye la SANTA CENA, JESÚS le advierte a Pedro que Satanás había pedido zarandearlos a los apóstoles. O sea, probarlos.
Pero el SEÑOR le dice que Él había orado para que su fe no fallara. No dice si había orado también por los otros, sino que se enfoca en Pedro quien es impetuoso y habla por todos.
¿Falló la fe de Pedro?
Pedro negó a su SEÑOR, pero seguía creyendo en Él.
Lo que había perdido fue su valor, su esperanza y su obediencia.
También podemos recordar a los dos que el DIA DE LA RESURRECCIÓN DE JESÚS, iban camino a Emaús y el SEÑOR RESUCITADO se les unió. Ellos no lo reconocieron pues sus ojos estaban velados (Lucas 24:13-16).
Ellos habían perdido la ESPERANZA que JESÚS iba a REDIMIR a Israel.
Ellos dicen que JESÚS había sido un gran Profeta poderoso en obras y Palabras delante de DIOS.
Nótese que todavía había un poco de FE en sus palabras.
NOTA: Debemos recordar que todos pasamos por pruebas. La LUCHA de nuestra FE es evidente. Santiago 1:2-4 dice: «Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada.»
En medio de la PRUEBA no debemos desmayar, sabiendo que el SEÑOR tiene la respuesta al otro lado del túnel.
La Segunda Pesca Milagrosa. Ahora pasamos al relato del capítulo 21 que ocurre en el mismo LAGO DE TIBERÍADES. En este relato el SEÑOR JESÚS, el CRISTO GLORIFICADO se aparece a los apóstoles que estaban presente y vuelve a Obrar el Milagro de multiplicar los peces.
Veamos el relato en Juan 21:1-6: «Después de esto Jesús se apareció de nuevo a sus discípulos, junto al lago de Tiberíades.Sucedió de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás (al que apodaban el Gemelo[b]), Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos discípulos. Me voy a pescar dijo Simón Pedro. Nos vamos contigo contestaron ellos. Salieron, pues, de allí y se embarcaron, pero esa noche no pescaron nada. Al despuntar el alba Jesús se hizo presente en la orilla, pero los discípulos no se dieron cuenta de que era él. Muchachos, ¿no tienen algo de comer? les preguntó Jesús. No respondieron ellos. Tiren la red a la derecha de la barca, y pescarán algo. Así lo hicieron, y era tal la cantidad de pescados que ya no podían sacar la red.»
Algunos han visto en las Palabras de Pedro de irse a pescar un deseo de olvidarse del llamado a ser apóstol y regresar a su oficio de pescador.
Pero nótese que algunos de estos hombres eran pescadores y necesitaban alimentar a sus familiares.
El SEÑOR JESÚS les muestra una vez más que Él es FIEL para proveer lo necesario para ellos.
Ellos todavía no habían reconocido que era el SEÑOR según el relato dice. No sabemos si era por la distancia o porque el Cuerpo de JESÚS estaba glorificado.
(Juan 21:7-14) «¡Es el Señor! dijo a Pedro el discípulo a quien Jesús amaba. Tan pronto como Simón Pedro le oyó decir: «Es el Señor», se puso la ropa, pues estaba semidesnudo, y se tiró al agua. Los otros discípulos lo siguieron en la barca, arrastrando la red llena de pescados, pues estaban a escasos cien metros de la orilla. Al desembarcar, vieron unas brasas con un pescado encima, y un pan. Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar les dijo Jesús. Simón Pedro subió a bordo y arrastró hasta la orilla la red, la cual estaba llena de pescados de buen tamaño. Eran ciento cincuenta y tres, pero a pesar de ser tantos la red no se rompió. Vengan a desayunar les dijo Jesús. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», porque sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio a ellos, e hizo lo mismo con el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de haber resucitado.»
Noten la cantidad fue de 153 pescados grandes. Algunos han visto en este número diferentes ideas, pero lo más probable es que esta cifra nos muestra el GRAN MILAGRO.
El SEÑOR JESÚS ya estaba cocinando un pescado sobre las brasas.
EJEMPLOS: Pedro aquella noche que el SEÑOR JESÚS fue traicionado y arrestado en el Getsemaní, en casa de Anás y Caifás buscando calentarse del frio, se estuvo calentando con los ENEMIGOS DE JESUCRISTO.
Su fe fue probada en ese lugar.
Sin embargo, ahora Pedro se estaba calentando junto al SEÑOR.
Recordemos la importancia de no CALENTARNOS con el mundo donde nos abrimos para que nuestra FE sea PROBADA.
NOTA: No perdamos de vista que el SEÑOR JESÚS les estaba sirviendo la comida.
(v. 13) «Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio a ellos, e hizo lo mismo con el pescado.»
La Restauración de Pedro. El relato de la Resurrección de JESUCRISTO en el Evangelio de Marcos, encontramos que el ángel les dice a las mujeres que lo contaran a los DISCÍPULOS y a PEDRO.
En Marcos 16:6-7 dice: «No se asusten les dijo. Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron. Pero vayan a decirles a los discípulos y a Pedro: “Él va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán, tal como les dijo”.»
Marcos es quien narra las palabras del ángel en cuanto a que le contaran a Pedro. El Evangelio de Marcos fue escrito por Juan Marcos quien era discípulo del apóstol Pedro.
Así que Marcos al incluir las palabras del ángel, estaba narrando lo que todavía estaba fresco en la mente de Pedro sobre aquellos días tan difíciles para él después de haber negado al Salvador.
En la narración de los DOS discípulos que iban hacia Emaús, vemos que al llegar ellos a Jerusalén, escuchan por parte de los DISCÍPULOS que JESÚS había resucitado y había aparecido a Pedro.
Estos DOS discípulos habían regresado después de haber visto al SEÑOR RESUCITADO.
(Lucas 24:31-33) «Al instante se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén. Allí encontraron a los once y a los que estaban reunidos con ellos. «¡Es cierto! decían. El Señor ha resucitado y se le ha aparecido a Simón». Los dos, por su parte, contaron lo que les había sucedido en el camino, y cómo habían reconocido a Jesús cuando partió el pan.»
Así que el SEÑOR JESÚS Resucitado se apareció a Pedro antes de haber ido camino a Emaús, o después de regresar.
Así que ahora Pedro está viendo al Cristo Resucitado por TERCERA VEZ. El SEÑOR JESÚS le hace la misma pregunta TRES VECES. En el idioma griego, al igual que el español, hay más de una manera para decir que uno ama a otra persona. Un poco distinto que el idioma inglés. En estas Versiones modernas como la NVI que estamos usando, podemos notar la diferencia en «te amo» y «te quiero».
Juan 21:15-18 «Cuando terminaron de desayunar, Jesús le preguntó a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? Sí, Señor, tú sabes que te quiero contestó Pedro. Apacienta mis corderos le dijo Jesús. Y volvió a preguntarle: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Cuida de mis ovejas. Por tercera vez Jesús le preguntó: Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: «¿Me quieres?» Así que le dijo: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Apacienta mis ovejas le dijo Jesús. De veras te aseguro que cuando eras más joven te vestías tú mismo e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos y otro te vestirá y te llevará adonde no quieras ir.»