Isaías 31:5 Los seres humanos somos frágiles, es por eso que una de las necesidades básicas y fundamentales que está presente en nosotros desde que nacemos es la necesidad de sentirnos protegidos, y esa necesidad forma parte de nuestra vida hasta la muerte.
En el transcurso de nuestra vida esta necesidad de sentirnos protegidos se vuelve más fuerte por ejemplo cuando nos enfermamos, o cuando nos enfrentamos a situaciones que implican un riesgo para nuestra vida.
Igualmente, esa necesidad de sentirnos protegidos aumenta cuando estamos frágiles emocionalmente, es decir cuando nuestro corazón está lleno de angustia, de temor o de desesperanza por las situaciones difíciles que estamos enfrentando.
Es en esos momentos en los cuales necesitamos personas y entornos que nos hagan sentir protegidos, que nos permitan sentirnos seguros, en la etapa de nuestra infancia esa persona principalmente es nuestra madre, pero cuando dejamos de ser niños y nos convertimos en jóvenes y luego en adultos esa necesidad de protección sigue estando presente en nuestra vida, y ¿Quién nos hace sentir protegidos? ¡Nuestro Dios! Y lo maravilloso de nuestro Dios es que él no solamente nos hace sentir protegidos, sino que verdaderamente nos protege.
Posiblemente en este momento en tu vida te sientes preocupado por las situaciones difíciles que estás enfrentando en tu vida, por las enfermedades, por las amenazas, por la escasez, etc. Pero en el versículo que hemos leído para comenzar, el Señor nos enseña las formas como el nos protege a cada uno de nosotros que somos sus hijos: AMPARANDO, LIBRANDO, PRESERVANDO Y SALVANDO.
NUESTRO DIOS NOS AMPARA (SALMO 57:1)
Amparar significa proteger o ayudar a alguien débil, es por eso por lo que el amparo de Dios sobre nuestra vida es su presencia, en nuestra debilidad debemos recordar que Dios está con nosotros y por eso no debemos temer (Números 14:9)
Su presencia nos hace sentirnos seguros y nos hace descansar en su poder y en su cuidado para con nosotros (Éxodo 33:14-15)
Y aunque los enemigos que estamos enfrentando pueden ser grandes y fuertes podemos sentirnos seguros porque quien nos protege es MAS GRANDE Y MAS FUERTE que ellos, ¡Aleluya! (Jeremías 20:11)
NUESTRO DIOS NOS LIBRA (SALMO 91:15)
La palabra LIBRAR tiene dos sentidos muy importantes:
Sacar a alguien de un peligro, es decir tiene un sentido de liberación.
Evitar a alguien un peligro, es decir que también tiene un sentido de prevención.
Nuestro Dios nos libra de las garras de nuestros enemigos cuando nosotros ya no tenemos fuerza para vencerlos (1 Samuel 17:37)
Nuestro Dios nos libra de aquellos peligros que nosotros no vemos porque están ocultos, el Señor nos libra de las maquinaciones de aquellas personas que planean hacernos daño (Salmo 91:3 / Salmo 33:10)
Podemos sentirnos protegidos porque, aunque nosotros no alcancemos a ver el peligro, las malas intenciones, etc. nuestro Dios está con nosotros para librarnos de todas ellas.
NUESTRO DIOS NOS PRESERVA (2 TIMOTEO 4:18)
Nuestra vida es preservada por el amor y el poder de nuestro Dios de toda obra mala, y principalmente de las maquinaciones del enemigo en contra nuestra (2 Corintios 2:11)
Aunque Job no lo sabía, pero nuestro Dios lo preservaba de todas las acciones de satanás en su contra (Job 1:8-10) Así también nuestra vida está siendo preservada del mal todos los días, aunque nosotros no nos demos cuenta, solamente tenemos que creerlo y confiar.
NUESTRO DIOS NOS SALVA (SALMO 18:27)
En este versículo la palabra salvar significa rescatar a alguien de un peligro, de una amenaza o de una situación o problema grave.
Nosotros podemos confiar que, aunque en las situaciones que estamos enfrentando nadie pueda ayudarnos, nuestro Dios si puede y él es el primero que está con nosotros para salvarnos (Salmo 46:1)
No importa que tan difícil esta nuestra situación, el llegara a salvarnos (Salmo 103:4)
