SALMO 91:1-7 El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. 2 diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. 3 él te librará del lazo del cazador, De la peste destructora. 4 con sus plumas te cubrirán, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. 5 no temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, 6 Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya. 7 caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará.
I) LA PROTECCIÓN DE DIOS ESTÁ DISPONIBLE PARA TODOS AQUELLOS QUE DECIDEN PONER SU VIDA BAJO LA COBERTURA DE DIOS (VS 1-2) El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. 2 diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.
II) DIOS NOS PROTEGE DE ENEMIGOS OCULTOS (VS 3) Él te librará del lazo del cazador, El lazo del cazador representa a los enemigos ocultos, los que quieren dañarnos y nosotros no lo sabemos, los que tienen malas intenciones en contra de nuestra vida y ni siquiera lo imaginamos, pero, aunque no nos damos cuenta, nuestro Dios nos defiende y nos cuida.
III) NOS PROTEGE DE PELIGROS QUE NO PODEMOS VER (VS 3B) De la peste destructora. La peste destructora representa a todo aquello que puede dañar o destruir nuestra vida, pero no podemos verlo, pero podemos confiar que nuestro Dios nos protege de todo aquello que pueda dañar nuestra vida aun cuando nosotros no lo veamos.
IV) NOS PROTEGE DE LAS MENTIRAS DEL ENEMIGO (VS 4) Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. Satanás siempre lanza dardos de mentiras a nuestra mente y nuestro corazón, para desanimarnos, para llenarnos de amargura, para enredarnos en el pecado, pero la verdad de Dios, es decir, su palabra, nos protege de esas mentiras que pueden dañar nuestra vida.
V) PROTEGE NUESTRO CORAZÓN DEL TEMOR (VS 5) No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, La paz que nos da la presencia de Dios en nuestra vida nos protege en contra del temor, aun en medio de los momentos más difíciles de nuestra vida podemos decir: Dios está conmigo, No temeré.
VI) NOS PROTEGE DE LA ENFERMEDAD (VS 6) Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya. Estamos viviendo tiempos de angustia por causa de la enfermedad y la muerte que esta pandemia está provocando en el mundo, pero podemos sentirnos confiados que nuestro Dios no solamente puede sanarnos, sino que también tiene poder para evitar que nos enfermemos.
VII) NOS DA PROTECCIÓN NIVEL DIOS (VS 7) Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará. Esa seguridad, ese nivel de protección no lo da la mascarilla, ni siquiera puede dárnoslo las vacunas, ese nivel de protección solamente puede venir de nuestro Dios.
