SALMOS 81:10-11 Yo soy Jehová tu Dios, Que te hice subir de la tierra de Egipto; Abre tu boca, y yo la llenaré. 11 Pero mi pueblo no oyó mi voz, E Israel no me quiso a mí.
Hemos comenzado un nuevo año y seguramente si nos preguntan a cada uno de nosotros como queremos que sea este nuevo año todos responderemos UN AÑO BENDECIDO, UN AÑO LLENO DE BENDICIONES.
Y el texto que hemos leído para comenzar nos declara que DIOS QUIERE BENDECIR NUESTRA VIDA pero lastimosamente muchos de nosotros perdemos la oportunidad de ser bendecidos.
Muchos de nosotros no somos bendecidos por el Señor por las MALAS ACTITUDES QUE TENEMOS, POR NUESTRAS MALAS DECISIONES, POR NUESTROS MALOS CAMINOS y no por nuestra falta de fe.
Es por eso que es importante reconocer cuales son las bendiciones que perdimos en el 2024 para no cometer los mismos errores que no nos permitieron disfrutar de las bendiciones del Señor en nuestra vida.
¿CUALES SON LAS BENDICIONES QUE DEJAMOS PERDER EN EL 2024?
I) DEJAMOS PERDER LA BENDICIÓN DE UNA FAMILIA EN ARMONIA
(SALMO 133:1-3) ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía! 2 Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras; 3 Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna.
Tener un matrimonio en armonía y una familia en armonía nos permite disfrutar de la bendición que Dios da a los que por medio del amor, del perdón y la humildad pueden vivir no solamente juntos, sino también en armonía.
Pero lastimosamente muchos de nosotros dejamos perder esa bendición por nuestra falta de humildad, por negarnos a perdonar, por guardar el rencor, por tener un corazón lleno de amargura.
Nos perdimos la bendición de disfrutar la paz, el amor y la satisfacción de tener una familia unida, y de tener un matrimonio feliz.
Pero en este año tenemos que tomar la decisión de no dejar perder esa bendición por causa de nuestra soberbia y nuestro orgullo, tenemos que hacer obrar como verdaderos hijos de Dios y hacer lo que esté de nuestra parte para que pueda haber paz y armonía en nuestro hogar (Romanos 12:17-18) No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. 18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
II) DEJAMOS PERDER LA BENDICIÓN DE EXPERIMENTAR LA PROTECCIÓN Y EL CUIDADO SOBRENATURAL DE DIOS
(SALMO 91:1-7) El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. 2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. 3 Él te librará del lazo del cazador, De la peste destructora. 4 Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad.5 No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, 6 Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya. 7 Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará.
Con toda seguridad todos quisiéramos disfrutar de la bendición del cuidado y protección sobrenatural de Dios sobre nuestra vida, que nos menciona los versículos 3 al 7 de este precioso salmo.
Pero tenemos que saber que para que esta protección sea siempre una realidad en nuestra vida hay una condición muy importante: HABITAR BAJO EL ABRIGO DEL ALTÍSIMO Y PERMANECER BAJO LA SOMBRA DEL OMNIPOTENTE.
Lastimosamente muchos cristianos no pudieron disfrutar de esta bendición PORQUE NO QUISIERON PERMANECER BAJO EL CUIDADO DEL SEÑOR, abandonaron su lugar seguro, que es la presencia de Dios.
Tenemos que tener claro que dejar los caminos de Dios significa caminar por sendas tenebrosas para nuestra vida (Proverbios 2:13) Que dejan los caminos derechos, Para andar por sendas tenebrosas;
Este año no debemos dejar perder la bendición de ser cuidados y protegidos por el Señor, mantengámonos bajo su cuidado, mantengámonos bajo su abrigo, DECIDAMOS PERMANECER en los caminos de nuestro Dios.
III) DEJAMOS PERDER LA BENDICIÓN DE EXPERIMENTAR LA PROVISIÓN Y LA PROSPERIDAD EN NUESTRAS FINANZAS
(MALAQUÍAS 3:10-12) Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. 11 Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vida en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. 12 Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.
Tenemos que comprender que nuestro Dios es dueño de todo, del oro y de la plata, y él puede y quiere bendecir nuestra vida con abundancia, y con prosperidad, él quiere que a nosotros no nos falte nada, y que tengamos TODO LO SUFICIENTE EN ABUNDANCIA para nuestra vida (Efesios 3:20) Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
Pero lastimosamente muchos crisitanos decidieron no ser fieles con Dios en sus finanzas, decidieron ser mezquinos con el Señor, y cerraron su corazón para con el Señor, y es por eso que han vivido en escasez, sin prosperidad, sin poder disfrutar de la bendición sobreabundante que solamente nuestro Dios puede darnos.
Es por eso que para no dejar perder otro año más la bendición de Dios en nuestras finanzas tenemos que tomar la decisión de honrar a Dios con nuestros bienes, apartando con amor y agradecimiento la parte especial para el Señor (Proverbios 3:9-10) Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; 10 Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.
Tenemos que hacernos una pregunta muy importante: ¿Cómo queremos que sea nuestra cosecha en el 2025? y tenemos que comprender que esa respuesta depende directamente de nuestra siembra (2 Corintios 9:6-7) Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. 7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
CONCLUSIÓN: A lo largo del 2024, muchos hemos perdido valiosas bendiciones por nuestras malas decisiones, actitudes negativas o por alejarnos de la voluntad de Dios. Sin embargo, el inicio de este nuevo año nos brinda la oportunidad de reflexionar, aprender de nuestros errores y corregir el rumbo. Podemos recuperar la armonía en nuestras familias, disfrutar del cuidado divino y experimentar la prosperidad que Dios tiene para nosotros si permanecemos bajo Su abrigo, caminamos en obediencia y honramos Su nombre con fidelidad.