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La Pequeña Nube, Señales del Poder de Dios en Camino

Y sucedió que a la séptima vez, él dijo: He aquí, una nube tan pequeña como la mano de un hombre sube del mar. Y dijo: Sube, y di a Acab: «Prepara tu carro y desciende, para que la fuerte lluvia no te detenga».  Y sucedió que al poco tiempo, el cielo se oscureció con nubes y viento, y hubo gran lluvia. Y Acab montó en su carro y fue a Jezreel. 1 Reyes 18:44-45

Elías oró pidiendo lluvia y Dios envió una nube. No era la respuesta completa a su oración, pero era una señal de que la plenitud de la respuesta estaba por llegar. Era un depósito que garantizaba que la lluvia estaba en camino. Ahora mismo, puede que no vean la respuesta que anhelan, pero no se pierdan las señales a su alrededor de que Dios se está moviendo y cambiando las cosas.

El Padre está dando a Su pueblo muchas señales pequeñas, a veces sutiles, pero significativas, que apuntan a lo que Él está haciendo en ustedes y también hacia dónde los está guiando. Él está colocando ante ustedes señales y símbolos que anuncian el futuro que Él ha estado preparando. Algunas de estas señales estarán en el mundo físico que los rodea. Podrían ser una valla publicitaria, un titular de prensa, una publicación en las redes sociales, números repetidos, letras de canciones, un lugar determinado que se menciona una y otra vez.  Pero también experimentarán interacciones inesperadas, sucesos inusuales, incluso señales en la naturaleza y en las naciones.

Un señal siempre apunta a algo más allá de sí mismos. Por eso, cuando algo les llame la atención o suceda algo inusual, no se obsesionen demasiado con la señal en sí.  En lugar de eso, pregúntense: «¿A qué apunta esta señal? ¿Qué está tratando de mostrarme Dios?  En muchos casos, parecerá casi como un depósito o anticipo de la gran oración que están esperando ver respondida.  Por ejemplo, están orando por una gran provisión financiera y reciben un regalo más pequeño. Es Dios diciendo: «El resto está en camino. Sigue presionando».

Está sucediendo frente a ustedes, así que pídanle al Espíritu Santo ojos para percibirlo. Dios anhela comunicarse con ustedes y señalarles el camino hacia dónde van. Él está dirigiendo sus pasos y guiando su camino.  Mantengan los ojos abiertos y el espíritu sensible.  Disciernan su dirección a medida que avanzan en esta próxima temporada significativa. No se pierdan las señales. (Craig Cooney)

Elías sabía que la pequeña nube significaba que había una gran obra en camino. Le dijo al rey Acab con fe: «Prepara tu carro y desciende, para que la fuerte lluvia no te detenga».  Basado solo en el avistamiento de una nube que era tan pequeña como la mano de un hombre, supo que un torrente estaba en camino. Cuando vemos a Dios moviéndose entre nosotros, incluso en maneras pequeñas, debemos tener una gran fe en una obra mayor por venir.

Con amor y oraciones,

Fuente:
Magie de Cano

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