“Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir” (Mateo 25:1-13)
Ahora mire a esta porción de Escritura con cuidado. El Señor no comparaba manzanas con naranjas aquí como algunos suponen; él no comparaba a creyentes con incrédulos. Ellas eran todas del mismo “género”; ¡ellas eran todas VÍRGENES! ¡En otras palabras, ellas eran todas CREYENTES! La diferencia entre estos dos grupos de vírgenes es que un grupo tenía el aceite para sus lámparas, y el otro grupo no. Además, no es como si el grupo cuyas lámparas salían al encuentro con el Señor no tuviesen ningún petróleo, o como más podrían ellas decir, “Nuestras lámparas han salido.” Obviamente, si sus lámparas habían salido, ellas habían estado encendidas en algún punto en el pasado; por otra parte, su declaración no tendría sentido.
Hay también otras dos cosas de las que deberíamos tomar nota aquí: Primero, aquellas que no tuvieron aceite para sus lámparas no lo podrían obtener de sus amigas; en otras palabras, esta clase de aceite no es algo que usted pueda obtener “gratis” o de otras personas. Usted tiene que comprárselo. En segundo lugar, una vez que la puerta para la fiesta matrimonial está cerrada para usted, no será reabierta. Si usted pierde su oportunidad para entrar con él, “usted se quedará fuera de la fiesta de matrimonio.
Ahora, eso es lo que dice la Biblia. Por supuesto, hay aquellos que intentan MINIMIZAR esta porción de la Escritura y otras porciones de la Escritura muy análogas como ésta; por ejemplo, Mateo 25:14-30, donde el “siervo poco rentable”, que es análogo a las vírgenes sin aceite en sus lámparas, es expulsado para un lugar donde “… habrá llanto y rechinar de dientes”. (Mateo 25:30).
¡Bastante espeluznante! Obviamente, éste es un asunto muy serio – pero allí está, por escrito y en las páginas de la Biblia. Y recuerde, hablamos de un siervo del Señor aquí, no alguna clase de “persona ajena” al grupo familiar de Dios.
EL SEÑOR ESTÁ TRATANDO DE OBTENER SU ATENCIÓN
El Señor está desesperadamente tratando de transmitirle algo a usted, y aquello es esto: Si usted no tiene el valor de salir en defensa del Señor ahora, si usted no tiene el valor de obedecerle a Dios ahora, usted no tendrá el valor de obedecerle cuando AQUEL TIEMPO finalmente venga, y usted sea puesto a prueba”. Sobre esto es lo que estos versos tratan y MINIMIZARLOS acerca de su situación personal es una cosa muy peligrosa que usted pueda hacer. Lo digo nuevamente, la tribulación sola no produce carácter; sólo fortalece aquello que ya está allí.
Finalmente, usted debería tener por entendido que hay un “elemento de tiempo” implicado aquí: Si usted no compra aceite para su lámpara en el tiempo asignado para que usted lo haga, no le hará ningún bien tratar de comprarle aceite a su lámpara “después del hecho”. Mire los versos aquí: No es como si las vírgenes que no tuvieron aceite en sus lámparas no quisieran comprarlo después de que se habían enterado de su situación peligrosa. Ciertamente lo hicieron – y salieron rápidamente para hacer eso, aparentemente con algo de pánico. Pero fue en vano. FUE MUY TARDE. A los cristianos no les gusta oír esto, pero esto es explícitamente lo que le enseñan las Escrituras. HERMANOS Y LAS HERMANAS, USTEDES NECESITAN SABER QUE PUEDE VENIR EN UN TIEMPO EN SU VIDA CUANDO SERÁ MUY TARDE PARA QUE USTED RESPONDA A DIOS! Y usted debería comprender algo más: Todo esto se dijo en relación ESPECÍFICA para el “fin de los días” – EN RELACIÓN ESPECÍFICA PARA LA SITUACIÓN QUE USTED AFRONTA AHORA MISMO EN SU VIDA.