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La palabra de conocimiento

Hay varios tipos de conocimiento que vemos en la Biblia.  Uno de ellos, el satánico o del enemigo.  Este es un conocimiento sobrenatural, pero es utilizado por los síquicos, espiritistas, medios; Gente que logra, a veces a través de sustancias controladas, alusinaciones, abrir su mente a ciertas dimensiones, y aunque no creamos que es real, sí está ahí, existe.  Este es un conocimiento limitado.

Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.”  1 Corintios 2:7-8

El enemigo no sabía qué pasaba detrás de matar a Cristo.  Si hubiera sabido, no lo hubiera hecho.  Así que, su conocimiento es limitado, no conoce todas las cosas.  Hay cosas que Dios oculta porque tan pronto salen a la luz, entonces sí son de dominio público, todo el mundo tiene acceso a ellas, incluyendo el enemigo.  Pero, muchas veces, la mayoría de la gente que utiliza este tipo de conocimiento, lo hace a través de manipulación, técnicas que perfeccionan.  La astrología, por ejemplo.  Las tribus de Israel se comodaban de acuerdo a la alineación lunar.  Para llegar a donde Jesús, los reyes siguieron una estrella; Así que, hay parte de ciencia y parte espiritual, el problema es lo que se busque detrás.

Está el conocimiento que viene por tener una relación con Jesús.  Tan pronto tú entras en relación con Jesús, hay un conocimiento que tienes que no llega por un estudio bíblico.  Conoces algo, sin poderlo explicar, pero lo conoces.  Entras en una relación con el Señor Jesús y tu mente, tu conocimiento, tus pensamientos se aclaran.  Comienzas a entender y ver cosas que, de otra manera, no hubieras entendido, pero no proviene del estudio de la Palabra, sino que viene de una relación con Jesús.  “No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.”  (Isaías 11:9)  Igual que la ciencia aumenta, ese conocimiento va a ir aumentando también.  En tu vida, ese conocimiento debe aumentar, y aumenta por relación.  Hay cosas que tú conoces de tu cónyuge, no porque te las haya enseñado, sino por relación.

Está el conocimiento que viene a través del estudio.  Tu vida requiere del estudio de la Palabra; Y eso te da una ventaja.  “En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, que vino a ser rey sobre el reino de los caldeos, en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años.”  (Daniel 9:1-2)  Daniel llega a unas conclusiones proféticas, no porque Dios se lo haya revelado, sino porque estudió.  Daniel estudió los libros y, por causa de eso, tenía el conocimiento.  Daniel, al igual que José, no tan solo por su integridad, carácter de creyente, sino por el conocimiento y la sabiduría que tenían, llegaron a tener lugares de prominencia, de autoridad.  Cuando tienes conocimiento, tienes que saber bajarte para relacionarte, pero los que prosperan son los que saben bajarse, pero también moverse en niveles más altos.  Nunca podrás prosperar más allá del conocimiento que tú puedes alcanzar.  Dice la Palabra que tú vas a prosperar, de acuerdo a como prospera tu alma.  La persona que se gana la lotería, en su inmensa mayoría, pierde el dinero; Porque tú no puedes tener más dinero del que tu mente puede aguantar.  Por eso, los que tenemos fe, siempre tenemos menos dinero de lo que sabemos que podemos tener, porque nuestra mente va más adelante de lo que es el dinero que tenemos; Pero el que tiene más dinero de lo que piensa, es maldición para su vida.  Tienes que aprender a moverte, a trabajar, a tener una conversación rebuscada, importante, saber comportarte, y también tener la capacidad de bajarte.  Y esto viene a través del estudio.

La Biblia habla del don de la palabra de conocimiento; Al igual que la palabra de sabiduría, está la palabra de conocimiento.  No es conocimiento de todo, sino el conocimiento que necesitas para tu situación particular presente.  No es que va a haber alguien que lo conozca todo, pero Dios te da lo que tú necesitas conocer en un momento específico.  Hay gente que gana buenos salarios, pero es que, si conocen lo que conocen, tienen que ganar lo que se ganan.  Uno de los problemas en nuestros países, es que queremos gente con alto conocimiento, pagándoles poco.

La palabra de conocimiento no es:

  1. Conocimiento santificado.  Personas que aprenden algo en la calle y lo llenan de versos bíblicos para que se vea mejor.  Hay cosas, frases del mundo que se pueden aplicar y aplicarles cosas de la Palabra, pero eso no significa que sea conocimiento.
  2. Una mayor capacidad de tener más información.
  3. No es conocimiento para un beneficio personal.  No es que Dios te va a dar los números de la lotería.
  4. No es para predecir el futuro.
  5. No es acertar. 
  6. No necesariamente es para hablarlo al momento.  Dios te revela algo, pero no es para que salgas corriendo a decirlo.  Dios te lo da para tu información, y en algún momento dado lo vas a usar y quizás expresar, pero no necesariamente al momento.
  7. No puede ser comprado o transferido. 

La palabra de conocimiento es para un momento preciso.

Fuente:
pastor Otoniel Font | Puerto Rico

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