Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso, para que lo manifieste como debo hablar. Colosenses 4:2
El apóstol de Cristo escribe a la iglesia de Colosa estando prisionero, y nos exhorta a ser perseverantes, mantenerse fuerte, tener una oración constante y continua, donde incluye acción de gracias ya que la oración es decisiva para fortalecer una vida cristiana efectiva. Si Jesús, siendo Dios, se caracterizó por orar, cuánto más nosotros necesitamos orar en todo tiempo.
Pablo ora también «para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo» o sea, ora por la predicación y pese de la prisión física, la Palabra no se detenga, corra como torrentes de agua viva. Al día de hoy muchos creyentes siguen prisioneros en sí mismos, los cerrojos del pecado no les permite llevar el mensaje de salvación, pero es momento de orar por libertad, es tiempo de predicación.
Aún estando preso por su fidelidad al evangelio, sabía que debía hablarlo de una manera que pudiera hacerlo manifiesto. Pablo quería oración para seguir hablando para hacer el evangelio claro y evidente a pesar de estar preso. Mis amados, nuestros ánimos deben estar dirigidos en dar a conocer nuestro testimonio sobre la Nueva Vida en Cristo que nos lleva a Vida Eterna, no hagamos presa la Palabra, hablemos de Cristo a otros para liberarlos del pecado… Dios rico en amor y misericordia te bendiga en este día, Amén.
