En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz. Génesis 22:18
Definitivamente la OBEDIENCIA RADICAL es la evidencia de una fe genuina. Las promesas que Dios hizo a Abraham estaban condicionadas y serían cumplidas por causa de su obediencia. Él obedeció a Dios y ofreció a su único hijo Isaac en el altar, no para ganarse el favor de Dios, sino porque estaba seguro que, a pesar de todo, las promesas de Dios eran seguras y le daría posteridad mediante Isaac (Génesis 21:12; hebreos 11:17-19). La obediencia es el resultado necesario de confiar verdaderamente en las promesas de Dios y, por tanto, la obediencia se convierte en una condición para heredar las promesas de Dios que son otorgadas por gracia mediante la fe. Oro porque esa palabra de Nate Johnston nos ayude a hacer un compromiso con Dios de caminar en una OBEDIENCIA RADICAL.
Juan 3:36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.
Escuché al Señor decir «La obediencia radical cosechará un avance radical». Muchos se han sentido frustrados y vencidos preguntándose cuándo van a probar y experimentar ese momento de TRANSICION cuando todo no sólo cambie, sino que se abra la nueva puerta. Pero se encuentran ante el RIESGO, ante el SALTO, ante el completo abandono al susurro dentro de ustedes. El Espíritu Santo se está moviendo en una dirección completamente nueva en su vida y ustedes no permanecerán aferrados a la seguridad, ni a lo esperado. ¡NO!, tendrán que dar un paso fuera del agua y caer en Él para ver el momento que su corazón ha estado anhelando.
En los próximos meses ESTEN EN SU MAXIMA ALERTA, mirando, observando, en la orilla de su asientoEXPECTANTES porque las ordenes descenderán, y cuando lo hagan… ¡OBEDEZCAN! No importa cómo se vea. No importa cómo esté empaquetado. Incluso si no tiene sentido y no es lo que esperaban. AJUSTEN sus sentidos desde los lentes de las culturas y ajusten sus velas para el viento fresco del Espíritu Santo y digan ¡SI! a dondequiera que El los lleve.
Algunos de ustedes saben lo que necesitan soltar. Su equipaje tiene que ser más ligero para hacer la transición hacia este nuevo espacio. Pero hay gracia para ello. Mientras escribo esto, estoy escuchando estas palabras estallando en mi espíritu «¡ESTA A PUNTO DE ABRIRSE DE PAR EN PAR!” Esto no se trata sólo de un avance. Esto es sobre elROMPIMIENTO que será activado en su vida a través de su radical ¡SÍ! Ni siquiera saben que el FRUTO vendrá por causa de su rendición a Sus planes sobre sus propios pronósticos.
El área en la que sólo han visto pérdidas es el mismo lugar donde Dios está queriendo abrirse de par en par, eso es lo que ha estado bajo fuego. El enemigo quiere que se retiren y pierdan su valentía. Él quiere que sean carnales y desanimarlos espiritualmente para que no reconozcan la ventana de oportunidad, para atrapar la ola que está frente a ustedes. ¡Atrapen la ola! ¡Atrapen la ola! ¡Atrapen la ola!
Suelten los razonamientos que solo terminan enjaulándolos y atándolos a un fin esperado, proporcionado por manos de hombres. Suelten las dudas y los temores que los asfixian y los hacen correr a esconderse. ¡ATIZEN EL FUEGO!y apodérense del día de destino que está frente a ustedes. Esa ciudad está esperando por ustedes. Ese llamado tiene su nombre. Ese sueño de larga vida larga está tratando de llamar su atención de nuevo. Observen como Dios provee cuando comiencen a soñar con Él de nuevo. Observen como las puertas se abren. Observen como Dios conecta lo que ustedes no pudieron. Todo está en los pasos ciegos. ¡Las personas pensarán que están locos, pero el cielo celebrará su fe!
Oro hoy por un nuevo bautismo de fuego sobre su vida. ¡Fuego radical que encienda su horno tan caliente que no puedan evitar moverse, saltar, e ir a donde El los dirija, en el nombre de Jesús!
Hebreos 11:8-10 Por la fe Abraham, al ser llamado, obedeció, saliendo para un lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber adónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra de la promesa como en tierra extraña, viviendo en tiendas como Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa, porque esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
Con amor y oraciones,