El mundo está viviendo en este tiempo de pandemia algo que se le ha denominado la “Nueva Normalidad” es decir una nueva forma de vivir, de trabajar, de estudiar, de congregarnos como iglesia aprendiendo a convivir con el virus que aún está en medio de nosotros y enfermando a muchas personas y llevando hasta a la muerte a muchas otras. ISAÍAS 48-6-
Pero, ¿Porque la nueva normalidad es una crisis que debemos enfrentar? Y la respuesta es porque es algo totalmente nuevo para nosotros, es algo que no conocíamos antes, algo que nunca antes ninguno de nosotros habíamos vivido, así como lo dice el versículo que hemos leído para comenzar.
Nos encontramos ante una situación NUEVA, y eso hace que muchas personas nos sintamos estresados, angustiados e incluso paralizados, y es por eso que tenemos que aprender a superar esta crisis que genera en nosotros esta NUEVA NORMALIDAD.
Este día estudiaremos algunas palabras claves que nos ayudarán a superar esta crisis que provoca en nosotros este nuevo estilo de vida, son palabras que son inseparables, que hacen una ecuación espiritual muy efectiva para superar la crisis.
I) FE Y PACIENCIA (HEBREOS 6:11-12)
La clave espiritual para superar estos tiempos de crisis que la nueva normalidad produce en nuestra vida, es creer en las promesas de Dios y ser pacientes para esperar confiadamente y con esperanza la respuesta del Señor.
Como lo hemos visto en mensajes anteriores, Jesús se manifiesta de formas extraordinarias, pero no vendrá corriendo sobre las aguas, él viene caminando sobre ellas, pero podemos tener la plena seguridad que él a su tiempo cumplirá sus promesas.
Nuestra fe y nuestra paciencia es lo bueno que hoy tenemos que hacer en términos espirituales, a su tiempo vamos a ver como sus promesas se cumplen, como sus palabras se hacen realidad en nuestra vida, pero no tenemos que desmayar (Gálatas 6:9)
II) VALENTÍA Y PRUDENCIA (1 SAMUEL 18:5)
Nadie puede negar que David era un hombre valiente, un guerrero, pero eso no significaba que él actuara de manera imprudente, esto nos demuestra que la valentía y la prudencia son dos virtudes que no se pueden separar en nuestra vida.
Muchas veces creemos que alguien valiente es alguien que no tiene miedo a nada, que nada lo atemoriza, pero eso no es verdad, una persona valiente es alguien que conoce los riesgos, que reconoce sus miedos, pero puede enfrentarlos y superarlos haciendo uso de la prudencia en sus acciones.
Una persona que se comporta como si no le tuviera miedo a nada, y sin ninguna prudencia ni precaución no es un valiente sino un TEMERARIO.
La nueva normalidad en la cual tenemos que aprender a convivir con un virus que puede contagiarnos y enfermarnos gravemente requiere que seamos valientes para enfrentar nuestro miedo, y poder salir a trabajar, y hacer nuestras labores como familia, pero con la prudencia de cuidarnos y acatar las medidas de protección, para proteger nuestra salud, la de nuestra familia y la de nuestros prójimos.
III) AGRADECIMIENTO Y CONTENTAMIENTO (FILIPENSES 4:11-13)
Esta nueva normalidad también es un cambio en nuestro estilo de vida, para muchos un cambio en los ingresos económicos de nuestra familia, pues esta pandemia ha provocado que muchas empresas cierren, que muchos empleos se pierdan, y esto afecta directamente en la economía de las familias.
Es por eso que, para poder superar esta crisis, tenemos que tener un corazón agradecido por lo que cada día el Señor nos da, por nuestra salud y la de nuestra familia, por la protección de Dios sobre nuestra vida, y porque cada día el Señor nos da aún más de lo que necesitamos.
Y verdaderamente tenemos que aprender a tener contentamiento para adaptarnos a los cambios que nos está tocando vivir, a las limitantes que habrá, a los cuidados que tenemos que tener, y vivir dentro de esta nueva normalidad SIN QUEJARNOS, SIN MURMURAR Y SIN FRUSTRARNOS.
Y eso se manifiesta en la actitud que cada uno de nosotros debemos de tener día a día en esta nueva normalidad (Salmos 118:24)