“Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros”2 Corintios 13:11
La vida cristiana es como una melodía en donde cada instrumento de nuestro andar tiene que estar afinado para poder entonar una hermosa canción, esa canción que llega como un olor fragante delante de la presencia de Dios.
Así mismo nosotros como cristianos e instrumentos de Dios todos, debemos de llevar el compás y los tiempos en la melodía que Dios anhela que toquemos. Si, porque Dios como todo un director musical anhela que cada instrumento suyo este afinado de la mejor forma y que sepa llevar los tiempos de la melodía que El anhela escuchar.
Y es ahí cuando nosotros decidimos si permitirnos afinar por el Señor o seguir desafinados. Un instrumento esta desafinado, cuando no esta produciendo el sonido perfecto que su ejecutor espera. Dios como Ejecutor de nosotros como instrumentos suyos, anhela sacar de nosotros la mejor melodía posible, anhela que cada uno de nosotros estemos afinados y que de nuestra vida salga la mejor canción posible que sus oídos puedan escuchar.
Lastimosamente muchos de nosotros no nos permitimos afinar por el Señor, nos gusta sonar desafinados y con ello arruinar la hermosa canción que Dios quiere entonar en nuestra vida.
El pecado es el mayor culpable de la desafinación, pues el pecado no es compatible con la santidad de Dios, es ahí cuando vivimos atados al pecado, en donde la melodía de nuestra vida no esta siendo la esperada.
Y es que hay cuerdas de nuestra vida que necesitan ser cambiadas para poder sacar un mejor sonido, se que es duro recibir una afinación, mas cuando Dios comienza a apretar y a apretar las cuerdas, pero se necesita apretarlas para afinarlas y así conseguir un excelente sonido.
Cada uno de nosotros somos instrumentos hermosos en las manos del Señor, cada uno tenemos un sonido diferente pero que al ser conjuntado entonamos una linda canción.
Y es que se necesita entender que hay cosas que desafinan en nuestra vida, como el odio o rencor, el cual no dejan entonar la nota del amor en nuestra vida, o como el egoísmo y avaricia que no permiten que la nota de la dadivosidad suene a plenitud, la nota de la amistad que muchas veces es opacada por la nota de la enemistad, o la nota del sometimiento y humildad que es desafinada por la de la murmuración y altivez, así mismo podemos enumerar muchas notas que están desafinando en nuestra vida, notas que muchas veces creemos que no son importantes, pero que sin duda están desafinando la melodía de nuestra vida hacia a Dios.
Para muchos parece insignificante, pero no te imaginas como la nota de la sinceridad que tanto ama Dios esta siendo desafinada por la mentira, esa que tiene como padre a Satanás y que hace que la melodía de tu vida no sea perfecta.
Dios anhela que la melodía de nuestra vida sea perfecta y por ende nos motiva en cada momento a dejarnos afinar, la afinación viene de una vida de Devocional Diario, una vida de oración continua, una vida de servicio y más que todo el deseo ardiente de hacer su voluntad a toda costa.
¿Qué tan afinados estamos?, ¿Por qué permitir que las notas malas arruinen nuestra melodía?, es momento de llegar delante del Director Musical de nuestra vida y pedirle que cambie las cuerdas que tenga que cambiar, que apreté las cuerdas que tenga que apretar porque realmente anhelamos entonar la mejor melodía que vaya dirigida especialmente hacia El.