Es propicia la ocasión para depositar en este tiempo un manantial de esperanza para ti y los tuyos por medio del bálsamo sanador de la palabra de Dios, la cual nos habla de luz al camino que estamos transitando, y poner a un lado las circunstancias que nos son contrarias, que nos golpean y nos hieren, y que nos enlutecen mediante los hechos de sangre que se han vuelto cotidianos en los últimos tiempos en la sociedad dominicana, a causa de la violencia y los feminicidios, robos y asaltos a todas horas, a tal punto que es raro el día que los medios no destaquen violencia, robos, atracos, muertes, asaltos, asesinatos.
Aunque parecería que la gente haya perdido toda esperanza, es importante recordar que los seres humanos fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, que su amor ha sido derramado en nuestros corazones por medio del sacrificio de Jesús, al vertir su preciosa sangre para redimirnos de la esclavitud del pecado y de la muerte.
Los hechos y acontecimientos que a diario acontecen, llenando de miedo, dolor e incertidumbre a un pueblo cansado de tantas tragedias, testifican de la necesidad que tenemos de darnos un baño del AMOR Ágape de Dios en medio del retroceso social que vivimos el cual nos hace constantemente rasgar nuestras vestiduras.
La historia de la Navidad es el nacimiento de Cristo en un pesebre, para traernos el mensaje del perdón, reconciliación y salvación de Dios para el mundo, «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.» San Juan 3:16.
Prácticamente la delincuencia generalizada que vive en la actualidad la nación dominicana mantiene de rodillas a las autoridades, constituyendo sucesos de consecuencias irreparables que provocan gran sufrimiento en la ciudadanía , burla y escarnio, que no logran deshacer nuestras autoridades del escenario nacional.
Pero miremos hacia el salmista que aunque compasivo se sentía afligido por las diversas pruebas que estaba pasando, encontrando aliento de vida en la devoción a Dios y en Su Consejo, y fué así como logró ver la luz en medio de la oscuridad que estaba a su alrededor, «Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Salmo 119: 105″. Esa Lámpara producirá la luz que necesitemos por más oscuridad que nos rodee, activa tu Fe y abraza la Lumbrera de Jesucristo. Alienta tu corazón por más pesada que sea la carga, El Señor Jesús dijo » Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás». Juan 6:35.
Todos en algún momento de la existencia vamos a enfrentarnos a un cuadro de dificultades, problemas, escasez, pobreza, carencia de lo necesario para vivir, y es precisamente en ese desequilibrio de las circunstancias humanas, cuando debemos recurrir a Dios y hablarle como hijo o hija de lo que nos ocurre, a sabiendas de que ÉL lo sabe, pero Su Palabra dice que «el que pide, recibe».
Pidamos hoy confiando plenamente que «ÉL hará». Que Su Lámpara y Su Lumbrera iluminen nuestro nacimiento en Navidad y siempre, nuestro destino, nuestro hogar, nuestro futuro, nuestro ministerio, y que se manifieste en nosotros el poder de su Palabra en el nombre de Jesús, !!!! Amén.
Que toda división cese, toda incomprensión concluya, toda falta de perdón sea sanada, toda separación familiar vuelva a unirse, todo alejamiento detenga su andar, toda obra de la carne sea sometida al pensamiento de Cristo, toda tristeza regrese al gozo de Dios, toda violencia se convierta en bonanza, y todo pleito se transforme en paz. No olvidemos nunca que el Padre nos llevó a Jesús «Con cuerdas de amor».
Un porvenir glorioso y prominente nos espera, la lucha puede que se haga larga, agotadora y muy difícil, pero al final del túnel Esa Galería subterránea que se abre para dar paso a una vía de comunicación» VEREMOS LA LUZ DE DIOS!!. Y, POR SUPUESTO, NOS ABRAZAREMOS PARA JUNTOS COMPARTIR UN NUEVO AMANECER, UNA NUEVA ESPERANZA Y UNA FELÍZ NAVIDAD 2015, Y BENDECIDO, PRÓSPERO Y BIENAVENTURADO 2016!!!.
Maranatha!!!.