El ser humano muchas veces se jacta de su buen corazón, pero, no ve la maldad que hay dentro de sí. ¿Como podemos asegurar que no hay nada bueno en el hombre? Porque nuestro Señor Jesucristo lo dijo en los evangelios.
Mateo 12:34 ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. 35 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.
Y lo vemos en Isaías,
Isaías 1:4-6 ¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás. 5 ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía nos rebelamos? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. 6 Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.
Ilustración
Viendo la película “El Pianista” me conmovió ver la torpeza de los soldados alemanes, que por la simple razón de celebrar la navidad, uno de ellos, azota a los judíos que se encontraban cerca de él en ese momento. En esta película, como en muchas otras acerca del holocausto nazi podemos ver de qué está hecho el hombre, de pura maldad.
Casi al final de la película, uno de los militares de alto rango encuentra al pianista escondido en un edificio destruido por la guerra, en una situación extrema por el frío y el hambre, y le pregunta si es judío, y si se está escondiendo; y el pianista le contesta que sí, que se está escondiendo. El militar le pregunta qué es él, y le contesta que es pianista, y como en el lugar había un piano, y le dice que toque.
Y el pianista empieza a tocar, con dificultad al principio, pero con una gran hermosura al final. El militar alemán es movido a la misericordia y cuando el pianista le pregunta por qué, el militar le dice: porque esa es la voluntad de Dios que nos salvemos. Este es el único pasaje de la película donde se menciona a Dios como el que rige nuestros destinos. Pero es una parte que llega al corazón. Esta historia es verídica.
Porque Satanás, el príncipe de este mundo, cuando fue expulsado del cielo cayó a la tierra para engañar y sembrar su maldad en la humanidad.
Isaías 14:12-15 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. 13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte;14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.15 Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.
Es tanta la maldad que hay en Satanás que quiso ser superior a Dios. Desde ese momento ha habido una gran rivalidad de parte de Satanás contra Dios, y vino a convertir este mundo perfecto en un caos de maldad.
Efesios 2:2 “…siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
Génesis 6:5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. 6 Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. 7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. 8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.
Por un hombre entró el pecado al mundo, Adán; y por un hombre se salvó del exterminio de Dios la humanidad, convirtiéndose Noé en un tipo de Cristo.
Después del diluvio Dios tuvo compasión del hombre.
Génesis 8:20-22 Y edificó Noé un altar a Jehová, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar. 21 Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho. 22 Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.
Ezequiel lo pinta de una manera muy vívida:
Ezequiel 8:4 Y he aquí, allí estaba la gloria del Dios de Israel, como la visión que yo había visto en el campo. 5 Y me dijo: Hijo de hombre, alza ahora tus ojos hacia el lado del norte. Y alcé mis ojos hacia el norte, y he aquí al norte, junto a la puerta del altar, aquella imagen del cielo en la entrada.
6 Me dijo entonces: Hijo de hombre, ¿no ves lo que éstos hacen, las grandes abominaciones que la casa de Israel hace aquí para alejarme de mi santuario? Pero vuélvete aún, y verás abominaciones mayores. 7 Y me llevó a la entrada del atrio, y miré, y he aquí en la pared un agujero. 8 Y me dijo: Hijo de hombre, cava ahora en la pared. Y cavé en la pared, y he aquí una puerta. 9 Me dijo luego: Entra, y ve las malvadas abominaciones que éstos hacen allí.
10 Entré, pues, y miré; y he aquí toda forma de reptiles y bestias abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel, que estaban pintados en la pared por todo alrededor. 11 Y delante de ellos estaban setenta varones de los ancianos de la casa de Israel, y Jaazanías hijo de Safán en medio de ellos, cada uno con su incensario en su mano; y subía una nube espesa de incienso. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿has visto las cosas que los ancianos de la casa de Israel hacen en tinieblas, cada uno en sus cámaras pintadas de imágenes? Porque dicen ellos: No nos ve Jehová; Jehová ha abandonado la tierra.
13 Me dijo después: Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que hacen éstos. 14 Y me llevó a la entrada de la puerta de la casa de Jehová, que está al norte; y he aquí mujeres que estaban allí sentadas endechando a Tamuz. 15 Luego me dijo: ¿No ves, hijo de hombre? Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que estas. 16 Y me llevó al atrio de adentro de la casa de Jehová; y he aquí junto a la entrada del templo de Jehová, entre la entrada y el altar, como veinticinco varones, sus espaldas vueltas al templo de Jehová y sus rostros hacia el oriente, y adoraban al sol, postrándose hacia el oriente.
17 Y me dijo: ¿No has visto, hijo de hombre? ¿Es cosa liviana para la casa de Judá hacer las abominaciones que hacen aquí? Después que han llenado de maldad la tierra, se volvieron a mí para irritarme; he aquí que aplican el ramo a sus narices. 18 Pues también yo procederé con furor; no perdonará mi ojo, ni tendré misericordia; y gritarán a mis oídos con gran voz, y no los oiré.
Dios cumple sus promesas
Dios cumplió lo que prometió a su pueblo, los mandó a la cautividad por 70 años, y fueron esparcidos por toda la faz de la tierra. Este pueblo ha sufrido a través de toda la historia por la dureza de su corazón, han sufrido en cada lugar que han estado. Tuvieron en su tiempo la oportunidad de salvarse cuando vino el Mesías esperado, pero no, no le creyeron y han seguido sufriendo. No es que estemos contra el pueblo de Dios, no, al contrario lo bendecimos porque la Biblia dice que de esta forma nosotros seremos bendecidos.
Pareciera que esta cadena de pecados no tiene fin, pero si. Este mensaje no es de desconsuelo. Al contrario, el objetivo es que veamos que si hay esperanza, porque tenemos un Dios de perdón y misericordia, pues Dios es amor. El nos ha ofrecido por medio de su Revelación Especial, su Palabra, una esperanza viva para los que queremos dejar el mal y rendirnos a los pies de su Hijo amado que vino al mundo a morir por los pecadores. Si por medio de nuestro bello Señor Jesucristo.
Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. (Isaías 1:18)
Romanos 5:8-10 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
Romanos 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Si, en Cristo Jesús tenemos vida eterna, no importa lo mal que hayamos sido, él nos perdona y nos reconcilia con el Padre.
Romanos 6:17-23 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. 19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.
20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. 21 ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es la muerte. 22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. 23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Solo Cristo nos puede dar la libertad del pecado y de la maldad. El propósito de Dios en toda su Revelación Especial, su Palabra es que el hombre sea salvo por Él. Hoy tenemos como fruto la santificación y como fin la vida eterna. Digámosle no al pecado y si a Dios recibiendo a su Hijo nuestro bello Señor Jesucristo, y tendremos gozo y paz y vida eterna junto con Él.
Si usted recibió este mensaje y todavía no ha recibido a Jesús como su Señor, este es el momento que lo reciba y tendrá un cambio radical en su vida. Solo en Cristo somos más que vencedores.