Comenzamos este nuevo año con un llamado especial de Dios: “Levántate, resplandece, porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti” (Isaías 60:1). Estas palabras son un recordatorio de que cada día, y especialmente este inicio de año, es una oportunidad para levantarnos en Su luz y reflejar Su gloria.
Este es el momento perfecto para dejar atrás las cargas del pasado y abrazar con fe y esperanza lo que Dios ha preparado para nosotros. La luz de Su presencia no solo nos ilumina, sino que también nos transforma, guiándonos hacia un propósito divino y renovador.
Como pueblo de Dios, somos llamados a ser portadores de esa luz en un mundo que necesita esperanza. Este nuevo año es una invitación para caminar con valentía, resplandecer con el amor de Cristo y confiar en que Su gloria nos guiará en cada paso..
Padre celestial, en este inicio de año, me levanto con la certeza de que Tu luz me acompaña. Ayúdame a caminar en Tu propósito y a ser un reflejo de Tu gloria. Que este año sea un tiempo de bendición, restauración y de cumplir Tu voluntad. En el Poderoso Nombre de Jesús.