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La libertad en Cristo

JUAN 8:36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

Este día continuamos estudiando los conceptos cristianos básicos por medio de la palabra de Dios, y uno de los conceptos que todo cristiano debe comprender y tener bien claro es LA LIBERTAD QUE CRISTO NOS HA DADO.

Pues muchas veces tenemos un concepto equivocado de lo que significa esa libertad que Cristo nos ha dado y creemos que podemos vivir en libertinaje, es por eso que la palabra de Dios nos hace un llamado a no convertir en libertinaje la libertad que hemos recibido por medio de la gracia de Dios (Judas 1:4) Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.

Hoy vamos a comprender por medio de la palabra de Dios cómo vivir esta libertad, y lo primero que tenemos que tener claro es que la vida cristiana NO ES UNA VIDA DE PROHIBICIONES, SINO DE DECISIONES (Deuteronomio 30:19) A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;

Desde el momento que confesamos a Jesús como Señor y salvador de nuestra vida, podemos vivir en la verdadera libertad (JUAN 8:36) Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres, la libertad de hacer lo que agrada a Dios, la libertad de decidir no hacer lo que desagrada a Dios, pues antes éramos esclavos del pecado y no teníamos opción, nuestra vida era siempre desagradable a Dios (Juan 8:34) Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.

Verdaderamente hay muchas cosas que no están específicamente prohibidas o permitidas en la palabra de Dios y es por eso que muchos cristianos siempre se preguntan: ¿Qué de malo tiene que yo haga esto o aquello? o ¿Es pecado que yo haga eso?

‘Veamos entonces en la palabra de Dios ¿CÓMO PODEMOS VIVIR ESTA LIBERTAD? VEAMOS LA RESPUESTA POR MEDIO DE : CUATRO PREGUNTAS CLAVES :

I) PRIMER PREGUNTA CLAVE: ¿LO QUE QUIERO HACER  PUEDE LLEGAR A DOMINAR MI VIDA? (1 CORINTIOS 6:12) Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.

La palabra LÍCITO significa PERMITIDO POR LA LEY y se refiere a todas aquellas cosas que como cristianos podríamos hacer, que no son un delito, que quizás la Biblia no nos dice que directamente que no lo hagamos,, pero si eso puede llegar a dominar mi vida tengo que decidir no hacerlo.

En lugar de preguntarnos si es pecado o si es permitido para un cristiano lo que debemos preguntarnos primeramente a nosotros mismos es si esto me puede llevar a la esclavitud ¿esto puede llegar a dominar mi vida?

pues la palabra de Dios nos invita a mantenernos en la libertad con que Cristo nos ha hecho libres (Galatas 5:1) Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

II) SEGUNDA PREGUNTA CLAVE: ¿LO QUE QUIERO HACER ES ALGO QUE PUEDE EDIFICAR MI VIDA? (1 CORINTIOS 10:23) 23 Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.

Comprendamos algo : LO QUE NO ME EDIFICA, DE ALGUNA MANERA ME DESTRUYE. Preguntémonos esta mañana: ¿Mi grupo de amigos edifica mi vida?, ¿Las películas que veo, edifican mi vida? ¿La música que escucho, edifica mi vida? ¿Los juegos de video que juego, edifican mi vida?

En esta época que las redes sociales forman parte de nuestra vida preguntémonos ¿las pláticas que tengo en las redes sociales, son edificantes para mi vida? ¿Me hacen mejor persona?, ¿me hacen mejor cristiano? O al contrario nos llenan de basura la mente? (1 Corintios 15:33) No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.

III) TERCERA PREGUNTA CLAVE: ¿LO QUE QUIERO HACER PUEDE SER TROPIEZO PARA MI PRÓJIMO? (1 CORINTIOS 8:9-13) Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles. 10 Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de ídolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado a los ídolos? 11 Y por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo murió. 12 De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis. 13 Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano.

El cristianismo no es una lista de prohibiciones, pero tenemos que saber que hay freno que Dios ha dejado para nuestra vida, y este freno son nuestros prójimos.

Es decir que si lo que hago está sirviendo de tropiezo para mi prójimo, estoy pecando, quizás podamos pensar que no tiene nada de malo que haga esto o aquello, pero si con esto que hago voy a servir de tropiezo a un cristiano recién convertido o a una persona que no tiene a Cristo como su salvador, entonces no tengo que hacerlo, tengo que tener amor por mi prójimo, y amar a mi prójimo no es no solo no dañarlo, sino también no hacerlo caer en pecado.

Tenemos que comprender que servir de tropiezo a nuestro prójimo puede tener graves consecuencias a nuestra vida (Mateo 18:6) Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.

IV) CUARTA PREGUNTA CLAVE: LO QUE QUIERO HACER ¿GLORIFICARA A DIOS? ( 1 CORINTIOS 10:31) Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.

Este es el último filtro para usar nuestra libertad en Cristo, ya comprendimos que el cristianismo no se trata de prohibiciones, ya vimos que el cristianismo se trata de decisiones.

Pero lo que vamos a decidir en nuestra vida ¿Glorifica a Dios? Quizás lo que vamos a hacer consideramos que no sea pecado, quizás no esté prohibido, quizás lo que vamos a hacer sea aceptado por las personas, quizás sea aceptado por la sociedad, pero, SI NO GLORIFICA A DIOS, SI NO AGRADA A DIOS, ¿PARA QUE LO VOY A HACER?

Si algo tenemos que procurar como hijos de Dios es ser agradables a nuestro Padre Celestial con nuestra vida (2 Corintios 5:9) Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables.

Fuente:
PASTOR OSCAR FLORES | EL SALVADOR

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