ISAÍAS 51:2 Mirad a Abraham vuestro padre, y a Sara que os dio a luz; porque cuando no era más que uno solo lo llamé, y lo bendije y lo multipliqué.
En este precioso texto encontramos tres palabras muy importantes en la vida de Abraham, pero a la mayoría de cristianos solamente queremos tomar para nuestra vida dos de ellas: BENDICIÓN Y MULTIPLICACIÓN.
Verdaderamente todos queremos que esas dos palabras sean una realidad en nuestra vida, queremos ser bendecidos y que esas bendiciones se multipliquen sobre nosotros y nuestra familia.
Pero no tenemos que comprender que antes de que Dios bendijera y multiplicara grandemente a Abraham primeramente fue llamado y él obedeció- el llamado del Señor (Génesis 12:1-4) Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. 3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. 4 Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.
Todos nosotros de muchas formas y para diferentes propósitos hemos recibido el llamado del Señor, pero lastimosamente muchos cristianos no queremos atender el llamado de nuestro Dios, queremos seguir a nuestra manera, haciendo nuestra voluntad, queriendo vivir la vida cristiana sin comprometernos, sin involucrarnos, manteniendo la distancia, NO QUEREMOS ATENDER EL LLAMADO, PERO SI QUEREMOS BENDICIÓN Y MULTIPLICACIÓN EN NUESTRA VIDA.
Dios nos ha llamado y sigue llamándonos cada día por medio de su palabra, por medio de una predicación, por medio de las circunstancias, etc.
I) DIOS NOS LLAMA PARA QUE LO BUSQUEMOS Y NOS ACERQUEMOS A ÉL (MATEO 6:33) Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Dios nos llama para ayudarnos, para bendecirnos, para sanarnos, para darnos victoria, pero lastimosamente muchos de nosotros somos indiferentes al llamado de Dios, queremos seguir caminando lejos de él, queriendo ser bendecidos, anhelando las maravillas del Señor en nuestra vida pero caminando lejos de su camino. Es tiempo de atender el llamado de Dios, es tiempo de volver hoy a su camino.
II) DIOS NOS LLAMA PARA QUE LE SIRVAMOS (1 Samuel 12:24) Solamente temed a Jehová y servidle de verdad con todo vuestro corazón, pues considerad cuán grandes cosas ha hecho por vosotros. Posiblemente muchos para servirle al Señor están esperando una voz audible en sus oídos que les diga “Hijo quiero que me sirvas..:” pero así como lo dice este versículo, ¿que más llamado queremos para servirle que todas las maravillas que Dios ha hecho en nuestra vida? los milagros de Dios en nosotros son el llamado a servirle de todo corazón por amor y agradecimiento de nuestra vida.
III) DIOS NOS LLAMA PARA QUE LE SIGAMOS (LUCAS 9:23) Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. El Señor nos llama para que hagamos su voluntad, para que sigamos su camino, que tengamos el valor de doblegar nuestra voluntad para hacer su voluntad. Para hacer esto se necesita la misma fe y obediencia que tuvo Abraham cuando fue llamado, él no sabía a donde Dios lo iba a llevar, pero él confió, salió y caminó, aunque no sabía a dónde iba (Hebreos 11:8) Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.
Si queremos ser bendecidos y multiplicados, tenemos que dejarnos guiar por el Señor, tenemos que confiar y dejar que Dios modifique nuestros planes, permitir con fe y obediencia que Dios modifique nuestra ruta de vida, tener la valentía y la fe para decirle a nuestro Dios: Estos eran mis planes y proyectos, pero las pongo en tus manos, para que tu me guies según TUS PLANES Y PROYECTOS PARA MI VIDA, y tenemos que confiar, porque tenemos el mejor guía para nuestra vida: El Espíritu Santo (Salmos 143:10) Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.
CONCLUSIÓN: Para terminar solamente quiero hacerte una pregunta, ¿Quieres ser bendecido y multiplicado? entonces SE VALIENTE Y ATIENDE HOY EL LLAMADO DEL SEÑOR