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La iglesia está podrida No?

Resulta muy fácil escribir palabras como las que encabezan este post, en realidad no me tomó más de 30 segundos hacerlo. Pero lleva tiempo de reflexión, investigación, dialogo, entrevistas y mucha responsabilidad el hacerse cargo de tan drástico enuncio como el que acabo de escribir (me refiero al título).

Lo cierto es que cada vez hay más predicadores, maestros, líderes, miembros de iglesia e incluso gente que no participa en ninguna iglesia que dice cosas semejantes: “La iglesia está mal, la iglesia perdió su influencia, las iglesias son instituciones impertinentes, la iglesia es una gran mentira, la iglesia es enemiga de la sociedad o no entiende las demandas de la sociedad, la iglesia no viene de Dios, la iglesia no están en el corazón de Dios, la iglesia perdió el rumbo, la iglesia solo quiere el dinero de los feligreses, etc.” Pero, ¿en base a qué esas personas opinan de esa manera? Sin lugar a dudas tienen derecho a opinar, Internet al ser una herramienta de uso público les da esa opción, pero… ¿han madurado, reflexionado, investigado su respuesta antes de emitirla? Me atrevería a decir que muy pocos (escasamente pocos), ¿o más bien sus opiniones son producto del populismo evangélico -cada vez más fuerte-, una mala experiencia, lo que han oído de otros o incluso repiten lo que ciertos predicadores, en un afán de ganar likes, dicen?

Cuando yo era estudiante del programa de licenciatura en teología y escribía la tesis para graduarme afirmé que, me cito, “la iglesia perdió su capacidad de servicio, se ha volcado en la búsqueda del hedonismo y sus líderes cada vez son más ricos, mientras que sus miembros son más pobres… tal acción no debe ser así”. Cuando mi tutor leyó mi tesis me invitó a caminar. Discutimos la tesis la cual encontró muy buena, pero me dijo: “Gabriel, ¿cuantas iglesias conoces en el Continente? ¿con cuantos pastores has conversado en el país? ¿cuantos líderes has entrenado, escuchado, orientado?”. Luego me dijo: “Tu postulado es interesante y de seguro obtendrás aplausos ‘del pueblo’, pero estás siendo injusto, estás generalizando una situación que no conoces a cabalidad. Para decir que la iglesia perdió su capacidad de servicio debes tener las estadísticas, fuentes históricas y respaldos bibliográficos que lo avalen, de lo contrario tu tesis pierde seriedad académica para transformarse en un discurso populista, de aquellos que abundan por ahí. ¿Acaso no sabes que para el feligrés común (no el discípulo de Jesús) la iglesia siempre estará mal? Ellos siempre irán detrás de los predicadores y maestros que encuentran todo mal en la iglesia, pero para afirmar que los líderes eclesiales solo buscan el dinero de los miembros debes sostener que ‘todos’ los líderes -a nivel país, Continente, mundo-, actúan así. ¿Tienes los datos para respaldar eso o es mera ‘percepción’? Es fácil echar en el saco a todos, y es mucho más fácil hablar mal de una organización o institución por culpa de algunos sinvergüenzas (siempre los hay)… pero he ahí el asunto Gabriel: son solo algunos, no todos”.

Tenía yo unos 25 años y debo confesar que no entendí -o más bien no me gustó-, todo lo que mi tutor me dijo (la juventud muchas veces nos hace ser impulsivos antes que reflexivos), pero ese profesor tenía la razón. Hoy, veinte años más tarde y con más grados académicos y habiendo conocido muchos países, habiendo conversado con cientos de pastores, entrenado a varios líderes eclesiales y palpando de cerca la realidad de quienes se esfuerzan por construir la iglesia de Jesucristo puedo decir: LA IGLESIA NO ESTÁ PODRIDA, afirmarlo -como lo hacen tan sueltamente algunos- sería decir que todas las iglesias (hay millones) están mal, y declarar esto es generalizar, es hablar desde las emociones, desde experiencias particulares o incluso es hacerlo con aversión.

¿Significa entonces que todo está bien en la Iglesia? No, afirmarlo sería lo mismo que decir que todo está mal. La iglesia está compuesta por hombres y mujeres imperfectos, por tanto esa imperfección -inherente al ser humano- se transmite a la iglesia; pero una cosa es cierta: En la imperfección del ser humano se glorifica la gracia de Dios cuando descansamos en Él.

Concentrarse solo en lo malo de ciertas iglesias, denominaciones evangélicas o líderes es injusto, es apuntar con un dedo acusador todo aquello que no se está haciendo (o que se hizo mal), pero se ignora todo lo bueno que la iglesia ha hecho en el pasado, lo que está haciendo en el presente y lo que, como miembros de la iglesia, seguiremos haciendo en pro del Reino y la sociedad.

Por último les dejo esta invitación a los verdaderos discípulos de Jesús: Trabajemos la iglesia, ayudemos a que sea mejor (sabiendo que nunca alcanzará la perfección acá en la Tierra), y dejemos de lanzarle piedras pues esto en vez de construir, destruye (si queremos cambios comencemos por nosotros primero). La iglesia hace mucho bien a la sociedad pero las cámaras de TV jamás la enfocarán, la razón es simple, el Hades (y las RRSS) conspiran en su contra… pero no podrán aniquilarla.

Fuente:
Gabriel Gil

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