Enséñame tú lo que yo no veo; Si hice mal, no lo haré más. Job 34:32 La Biblia nos enseña mucho sobre la humildad, y al recorrer sus caminos creemos que no somos malas personas a vista de los hombres, pero la pregunta que debemos hacer es: ¿el Señor como nos ve?, si verdaderamente somos humildes, reconocer que no andamos bien ante los ojos de nadie, por eso nos urge la necesidad de pedir perdón por nuestras acciones cada día ante Dios.
Debemos mirar lo peor que tenemos dentro, y esa mala conducta aflora cuando estamos en procesos y aflicción. La agonía de nuestras peleas internas dan a consecuencia del por qué Jehová nos pone a prueba. No es suficiente lamentar nuestros pecados, la actitud es irnos y no pecar más, por tanto, reconocer que tan mal estoy ante Dios es aplicar de manera inmediata y alejarme radicalmente de aquello que me hace caer.
El cristiano que camina por fe permite que el Salvador, sabio y amoroso Señor escoja todo por nosotros; estamos más que seguros de que será lo más beneficioso para nuestro bien… Dios te bendiga y te guarde en este día lleno de su amor y misericordia, Amén.
