El libro de Malaquías hace referencia en unos de sus versículos donde Dios hace reseña al pueblo de que le habían robado. Aunque en este pasaje Dios mismo le hace saber al pueblo que se habían apartado y que le habían robado en los diezmo y ofrenda. Y yo me pregunto: ¿será en este aspecto nada más donde le hemos robado a Dios?
Creo que como criaturas de él le hemos robado, naciones y reino le hemos robado todos de una forma u otra le hemos robado a nuestro Dios.
El salmista David en el salmo 8 al contemplar la hermosura de la creación pudo decir que Dios has puesto su gloria sobre los cielos, y al ver los cielos que son de Dios que son obra de tus dedos la luna y las estrellas que fueron formadas por él. Esta reconociendo que todo lo que existe lleva un sello y ese sello es el resplandor de la gloria de Dios. Todo cuanto existe lleva la marca de su creador.
Pero nosotros que hemos sido hecho un poco menor que los ángeles, que hemos sido coronado de gloria y de honra, que nos ha hecho enseñorear sobre las obras de sus manos y todo lo ha puesto debajo de nuestro pies, todo cuanto pasa por los senderos del mar; le hemos estado robando su gloria. En el libro de Deuteronomio capítulo 8. Dios nos habla de cuidarnos y dice: cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios.
Y he aquí donde hemos fallado, donde los hombres han cometido el error de olvidarse que todo lo que existe y todo cuanto posee le pertenece al único, al incomparable al admirable, al dueño de todas las cosas. La biblia dice que de Jehová es el mundo y su plenitud y de él es todo cuanto hay. Y sigue el señor hablando en el libro de Deuteronomio verso 12 no suceda que comas y te sacie, edifique buenas casas y las habite, cuando tus vacas y tus ovejas aumenten, la plata y el oro se te multipliquen y todo lo que tengas se acreciente.
El corazón del hombre tiene tendencia a variar y dejarse confundir. Todos los hombres buscan desde el interior de su corazón la gloria pero la gloria que buscan los hombres está basada en los bienes que posee. Muchos hacen pacto con Dios para ser bendecido y una vez cumplido se olvidan del pacto que han hecho con Dios Cuídate de no decir que lo lograste por tu propia fuerza.
Muchos han olvidado de donde Dios lo saco, y su corazón está lleno de orgullo. Muchos han olvidado el desierto grande y espantoso lleno de serpiente y escorpiones de donde Dios lo saco. Cuídate de decir que lo que tienes lo lograste con tu propia fuerza con tu propio poder que tus manos te han traído toda esta riquezas. El hombre ha vivido por muchos años y creo que siglos con una sed insaciable de poder y de gloria, el hombre busca ser reconocido y sus meritos están basados por la acumulación de bienes. La gloria de los hombres es como la flor del campo es pasajera.
Dios no compartirá su gloria con nadie
Satanás intentó robarle la gloria a Dios y fracaso y todo aquel que lo intenta fracasa. Isaías 42:8. Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a ídolos.
No tan solo se han hecho ídolos de escultura, por generaciones se han levantado ídolos humanos llamados artistas que por tiempo son seguidos por la multitud que adopta la manera de vestir, hablar, de ser de estos ídolos. Estos ídolos adorados, aclamados, venerados por las gentes son hombres imperfectos los cuales Dios no compartirá su alabanza con ellos. Por lo que he visto los ídolos se están derrumbando así como Dios hizo con el Dios de los filisteos dagon que fue derribado porque no podía estar en el lugar donde estaba la gloria de Dios. La gloria le pertenece a Dios y solo a Dios ningún hombre debajo del cielo puede atribuirse la gloria que es de Dios.
Existió un rey que fue levantado por Dios para cumplir con los decretos establecido en el cielo, el rey Nabucodonosor fue establecido con un reino firme pero este rey no reconocía que la firmeza de sus dominio venia del Dios altísimo y que él lo daba a quien él quisiera.
Nabucodonosor al mirar la grandeza de su ciudad babilonia su corazón se enalteció atribuyéndose creyendo que había sido edificada con la fuerza de su poder para gloria de su majestad. Al hacer esto fue echado de entre los hombres, arrojado con las bestias del campo y apacentado como buey. Durante siete años Nabucodonosor fue bañado con el rocío del cielo. Su sed de gloria le hizo perder la razón. el no reconocer que toda la majestad de su reino venia del Dios soberano quien gobierna sobre todos los reinos y su dominio es eterno.
Es tiempo que los gobiernos, las naciones, los ministros, siervos y seguidores del Dios Altísimo nos volvamos a Él y reconozcamos que la gloria es de Él. Escuché un día a un ministro de Dios, decir: Espíritu Santo manifiéstate te prometo que te daré la gloria. Y esto impactó mi corazón, si porque hay muchas personas usadas por Dios que se están atribuyendo la gloria que le pertenece a Dios, se están robando la gloria y esta vez no son los filisteos, son los hombres cuyo corazón se ha torcido e invocan el nombre de Dios que se están robando la gloria que no es suya.
Nabucodonosor un día tuvo que mirar al cielo y cuando miró al cielo y su razón, su mente le fue devuelta y cuando paso lo primero que salió de su boca fue bendecir alabar y glorificar al que vive para siempre.
Daniel 4:34-37 al fin del tiempo, yo Nabucodonosor, alce mis ojos al cielo y mi razón me fue devuelta; bendije al Altísimo, y alabe y glorifique al que vive para siempre. Su dominio es sempiterno; su reino, por todas las edades. Considerados como nada son los habitantes todos de la tierra; él hace según su voluntad en el ejército del cielo y en los habitantes de la tierra; no hay quien detenga su mano y le diga: ¿Qué hace? En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; fui restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida. Ahora yo, Nabucodonosor, alabo, engrandezco y glorifico al rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas y sus caminos justos; y el puede humillar a los que andan con soberbia.
Querido lector, ministros del Dios Altísimo. Dios te levantó con una visión poderosa y te ha dado del resplandor de su gloria recuérdate no te olvide que todo el esplendor no sale de ti viene de Él. Que es él quien te sostiene de la mano derecha, que es él quien te lleva, reconócelo en todos tus camino. Si tu corazón se ha enaltecido arrepiéntete y humíllate y todo se te será devuelto. Tu dignidad, la grandeza, la majestad, Dios te la devolverá.
Todo es de él y le pertenece a él no te robe su gloria. Devuélvele la gloria a él y el te dará mayor grandeza.
