El pasaje de la Biblia en Filipenses 4-6-7 es muy reconfortante y ofrece una perspectiva importante sobre la preocupación y la paz que Dios puede brindar:
«Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.»
Este versículo nos recuerda que, en lugar de preocuparnos y angustiarnos por las circunstancias, debemos confiar en Dios y llevar nuestras preocupaciones a Él en oración. Dios nos invita a confiar en Su soberanía y en Su amor por nosotros, sabiendo que Él tiene el control de todas las cosas.
Dios no solo está consciente de lo que está sucediendo en el mundo, sino que también tiene el poder y la sabiduría para trabajar todas las cosas para nuestro bien, como se menciona en Romanos 8-28. Aunque a veces no comprendamos Su plan o Sus tiempos, podemos confiar en que Él está obrando detrás de escena para cumplir sus propósitos.
La idea de que Dios controla todo lo que sucede en el mundo puede ser reconfortante para algunos y desafiante para otros, especialmente cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles o dolorosas. Sin embargo, la fe en la soberanía de Dios nos brinda la esperanza de que no estamos solos en medio de nuestras luchas y que Él puede traer belleza incluso en los momentos más difíciles.
Es importante recordar que confiar en el control de Dios no significa que seamos pasivos o indiferentes ante las injusticias o el sufrimiento en el mundo. En cambio, nos llama a actuar con compasión, justicia y amor mientras confiamos en que Dios está trabajando en y a través de nosotros para llevar a cabo Su voluntad.
En resumen, Filipenses 4:6-7 nos recuerda que podemos encontrar paz en medio de las incertidumbres de la vida al confiar en Dios y llevar nuestras preocupaciones a Él en oración. Su soberanía nos brinda seguridad y un faro de esperanza, incluso en los tiempos más difíciles.