Verdaderamente para que un vehículo funcione bien se necesita hacerle periódicamente chequeos o revisiones generales para reparar o corregir lo que está funcionando mal, y para hacer los cambios necesarios en el momento oportuno.SALMO139-23-24-
Este día vamos a comparar nuestra vida cristiana con un vehículo al cual es necesario revisar a tiempo para corregir aquellas cosas que no están bien, y hacer los cambios a tiempo en nuestra vida para no fracasar más adelante.
Es por eso que hoy vamos a traer nuestra vida al taller del maestro para decirle las mismas palabras que David le dijo al Señor: Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
Pruébame y conoce mis pensamientos
¿Qué revisaría el Señor, el maestro de maestros, si traemos nuestra vida a su taller?
REVISARIA NUESTRO ACEITE: NUESTRA ESPIRITUALIDAD, ¿COMO ESTÁ NUESTRO NIVEL DE RELACIÓN CON EL SEÑOR? (SALMO 92:10)
¿Será que hemos dejado envejecer el aceite del Espíritu Santo en nuestra vida? Tenemos una relación con el Señor solamente de costumbre, de tradición, una relación religiosa, las mismas oraciones monótonas, ¿será una comunión con Dios que es solamente de palabras, pero no de corazón? (Isaías 29:13)
Muchas veces el Señor necesita remover ese aceite, por medio de las pruebas, de las crisis, de las aflicciones, para poder darnos un aceite fresco, es decir una relación con el Señor renovada, cercana, ya no de costumbre, sino de verdadera amistad, de confianza, ya no de palabra sino del corazón.
REVISARIA NUESTROS FRENOS: LA SABIDURÍA, NUESTRO TEMOR DE DIOS Y NUESTRO AMOR A DIOS (PROVERBIOS 14:16 / PROVERBIOS 8:13 / JUAN 14:21)
Tenemos que reconocer que en un vehículo los frenos son algo de vital importancia para no sufrir accidentes que pueden ser muy graves.
Un vehículo puede tener muy buena pintura, muy buena tecnología, un potente motor, un diseño moderno, pero si los frenos fallan terminará destruido.
Eso lo podemos comparar con nuestra vida, podemos tener muy buenos proyectos, podemos tener buenos ingresos económicos, podemos tener títulos académicos, metas bien claras en la vida, etc., pero si no tenemos buenos frenos, podemos terminar enredados en pasiones desordenadas, en una vida de fracaso en vicios y adicciones, o en una situación financiera llena de deudas y viviendo siempre en escasez.
En nuestra vida cristiana tenemos 3 frenos poderosos que nos ayudan siempre para evitar los fracasos, las malas decisiones, las relaciones tóxicas, los pecados que nos esclavizan, esos tres frenos son: LA SABIDURÍA, EL TEMOR DE DIOS Y NUESTRO AMOR A DIOS.
¿Qué tan sabios estamos siendo para tomar decisiones prudentes?
¿Cómo está nuestro temor de Dios cuando viene la tentación a nuestra vida?
¿Cómo está nuestro amor a Dios para decir NO a aquellas cosas que son agradables para nosotros, pero desagradables a nuestro Dios?
REVISARÍA NUESTRA DIRECCIÓN, ¿HACIA DÓNDE VAN NUESTROS CAMINOS? (EZEQUIEL 18:25)
Que dificil es manejar un vehículo que está mal alineado, que no puede caminar recto o derecho, sino que siempre la dirección va hacia la derecha o hacia la izquierda, al final hay un desgaste, las piezas se quiebran y termina golpeado o destruido.
Así es la vida de todo cristiano que no quiere caminar por el camino derecho del Señor, sino que siempre sus caminos van hacia la mundanalidad, hacia el adulterio o la fornicación, a la avaricia, al materialismo, y al final esos caminos son caminos peligrosos que pueden llevar al fracaso en nuestra vida (Ezequiel 18:26)
Pero el Señor nos declara una verdad, él no será indiferente a nuestros caminos torcidos, aunque nosotros ya estemos acostumbrados a caminar mal, él nos endereza nuestros caminos (Lucas 3:5)
¿Porque nos vamos a acostumbrar a caminar en caminos torcidos que llevan al fracaso? Volvamos hoy al camino del Señor (Proverbios 21:29)
REVISARIA NUESTRO COMBUSTIBLE: NUESTRA FE Y NUESTRA ACTITUD (JOSUE 1:9)
Para que un vehículo avance no solo basta tener un buen motor o una buena caja de transmisiones, es necesario que tenga suficiente combustible para hacerlo avanzar, sin combustible el vehículo se queda inmóvil.
En la vida de todo cristiano al igual que un vehículo, puede tener conocimiento, puede tener buenas intenciones, puede tener preparación académica, pero si no tiene combustible NO AVANZA.
Pero ¿Cuál es el combustible de la vida de todo cristiano? Ese combustible es LA FE Y NUESTRA ACTITUD.
Son dos elementos inseparables para poder avanzar en la vida cristiana, para poder alcanzar nuestras metas, para enfrentar las dificultades de la vida.
Solamente teniendo fe y una buena actitud podemos verdaderamente ser esforzados y valientes, la fe nos ayuda a ser VALIENTES y la actitud nos ayuda a ESFORZARNOS, para avanzar no basta solamente con una de ellas, necesitamos las dos.
Hay personas que dicen tener fe, dicen confiar en Dios, pero tienen una mala actitud, tienen una actitud negativa, pesimista, y eso no les permite avanzar, no pueden o no se atreven a dar pasos de fe en la vida.
Como cristianos tenemos que venir al Señor y llenarnos de fe, por medio de su palabra, pero también tenemos que poner nosotros una buena actitud, de ánimo, de esperanza, con una visión positiva del futuro y de las circunstancias que podamos estar enfrentando.
Hay una frase que es muy real: Una mala actitud es como una LLANTA PONCHADA, no puedes ir a ninguna parte si no la CAMBIAS.
CONCLUSION. Vengamos hoy al taller del maestro y pongamos nuestra vida en las manos de Dios, él sabe perfectamente lo que nuestra vida necesita, él sabe lo que no está bien en nuestra vida, porque aparte de ser nuestro padre, él es nuestro hacedor.