La fe genuina es mucho más que palabras; es vivir con la certeza de que Dios es fiel a Sus promesas. Hebreos 11:6 nos recuerda que sin fe es imposible agradar a Dios, y que Él recompensa a quienes le buscan sinceramente. Este testimonio refleja cómo la fe puede mover montañas y transformar vidas.
Una noche, a inicios de noviembre, mientras dormía, escuché la voz de Dios que me decía: “Hija, no desmayes. Sigue creyendo. Hoy verás lo que haré con tu hijo.” Al despertar, sentí un gozo profundo y oré al Señor, confiando en que Su promesa se cumpliría. Sin compartir este mensaje con nadie, continué mi día con la convicción de que Dios tenía un Plan..
Por la tarde, al llegar a casa, me encontré con una sorpresa: una nevera nueva, grande y reluciente en la cocina. Al principio no podía creerlo. Más tarde, cuando mi hijo regresó a casa, me preguntó si había visto el regalo. Le agradecí con todo mi corazón y le bendije, pero también le comenté que no necesitábamos una nevera nueva, ya que la que teníamos funcionaba perfectamente. Su respuesta me dejó impactada: “Entonces regálala.”Y es ahí cuando le conté lo de la palabra que había recibido.
De inmediato recordé a la madre de un colega, quien me había contado que llevaba meses sin nevera. Sentí que Dios me guiaba a compartir esta bendición. La llamé y, unas horas después, llegó emocionada con un pequeño camión para llevar la nevera a su casa. Antes de despedirnos, oramos juntas, dando gracias a Dios por Su provisión.
Entre lágrimas de gratitud, ella me abrazó y dijo: “Gracias a usted, ahora tengo nevera.” Le respondí con sinceridad: “Es Dios quien hace todas las cosas.” Para mayor gloria de Dios, esta mujer, a quien había comenzado a evangelizar hace dos años, no solo recibe esta bendición material, sino que también abrió su corazón al Señor. Hizo la oración de fe y reconoció la inmensidad de Su amor. y su petición a Dios de tener una nevera al final del año.pues no tenía cómo hacerlo.
Este testimonio nos recuerda que Dios es fiel. La fe no solo nos conecta con Su provisión, sino que también impacta vidas a nuestro alrededor. Él nos usa como instrumentos de Su gracia para mostrar que Su amor no tiene límites. ¡A Él sea toda la gloria!