TEXTO: HEBREOS 11:7-9 Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe. 8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. 9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa;
Definitivamente podríamos decir muchísimas cosas sobre la vida de estos dos hombres que, aunque vivieron en este mundo hace ya varios miles de años su ejemplo de vida sigue impactando al mundo, sigue motivándonos a confiar, sigue motivándonos a no desmayar, sigue motivándonos a obedecer a Dios por sobre todas las cosas.
Podríamos decir muchas cosas pero en resumen lo que distinguen a estos dos hombres es que eran hombres de una fe genuina, de una fe sólida, de una fe probada, pero por sobre todo UNA FE QUE LES TRAJO SALVACIÓN.
La fe de Noé y de Abraham nos permite evaluar y reflexionar en nuestra propia fe, pues tenemos que saber que hoy en día nosotros tenemos una revelación de la palabra de Dios que ni Noe ni Abraham tuvieron, pero lo creyeron por la fe, NOSOTROS TENEMOS TODO EL PANORAMA COMPLETO, TENEMOS LA REVELACIÓN COMPLETA DE LOS SIGLOS, TENEMOS EN LA PALABRA DE DIOS LA REVELACIÓN DE LOS TIEMPOS DESDE EL PRINCIPIO DE LA CREACIÓN HASTA EL FINAL DE LOS TIEMPOS pero lastimosamente muchos de nosotros no tenemos la fe que ellos tuvieron para salvación de nuestra alma.
Reflexionemos esta mañana en los textos que hemos leído y veamos lo que nos enseña a nosotros la fe de Noé y de Abraham, ese tipo de fe que trae salvación para nuestra vida.
I) REFLEXIONEMOS PRIMERAMENTE EN LA FE DE NOÉ
(VS 7) Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.
En este versículo podemos ver algo muy importante: NO CREYÓ EN LA ADVERTENCIA DE DIOS Y SE PREPARÓ CON FE PARA SALVARSE
Dios primeramente advirtió a Noé que por el pecado de la humanidad de aquella época vendría un juicio de Dios por medio de un diluvio que destruiría a todos los seres vivientes
(Génesis 6:12-13) Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. 13 Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.
(Génesis 6:17) Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.
Noé como lo dice el versículo que leímos en la carta a los hebreos fue advertido de cosas que Noé no conocía, pues él no sabía lo que era un diluvio, pues NUNCA ANTES HABÍA OCURRIDO UN DILUVIO, pero Noé le creyó a Dios.
Por la fe Noé preparó el Arca, Noé creyó en la advertencia de Dios y se preparó construyendo el Arca que Dios le mandó para salvarse él y su familia (Génesis 6:13-18) Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. 14 Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera. 15 Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura. 16 Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero. 17 Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá. 18 Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo. (Vs 22) Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó.
Nosotros tenemos también una advertencia de parte de Dios, VIENE UN JUICIO DE DIOS A ESTE MUNDO, YA NO SE LLAMA DILUVIO, SINO QUE SE LLAMA LA GRAN TRIBULACIÓN el juicio de Dios sobre este mundo.
Mateo 24:21) porque habrá entonces gran tribulación, la cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.
(2 Pedro 3:7-10) pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. 8 Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con gran estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
Es por eso que ahora tenemos un llamado de Dios, ya no para entrar en una Arca sino para entrar por la fe en su gracia que nos salva y nos da vida eterna por la fe (Romanos 5:1-2) Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Cuando ESTAMOS EN CRISTO, es decir, en su gracia, podemos ser libres por la fe de los juicios venideros y de la condenación eterna (Romanos 8:1) Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Pero lastimosamente al igual que en los días de Noé, los seres humanos no quieren creer en el llamado de Dios, no están poniendo atención a la voz de Dios para salvación (Lucas 17:26-27) Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. 27 Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.
Nosotros tenemos que tener la Fe de Noé, debemos estar preparados, debemos de creer que solamente por medio de Jesucristo podemos librarnos de la ira de Dios por su gracia y su misericordia y solamente por medio de la fe podemos estar preparados para cuando Cristo venga por su iglesia para librarnos de las tribulaciones venideras (Marcos 13:33-37) Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo. 34 Es como el hombre que yéndose lejos, dejó su casa, y dio autoridad a sus siervos, y a cada uno su obra, y al portero mandó que velase. 35 Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; 36 para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo. 37 Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.
II) REFLEXIONEMOS PARA FINALIZAR EN LA FE DE ABRAHAM
(HEBREOS 11:8-10) Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. 9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; 10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
Podemos ver en estos versículos que ABRAHAM OBEDECIÓ EL LLAMADO DE DIOS SIN CUESTIONAR
Abraham recibió un llamado de Dios para bendecirlo, para darle una tierra para él y su descendencia, pero tenía que creerle a Dios, dejar su tierra, dejar su parentela y salir confiados en Dios (Génesis 12:1-4) Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. 3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. 4 Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.
Tenemos que saber que hoy nuestro Dios sigue llamando a hombres y mujeres para bendecirlos con la salvación y la vida eterna, para bendecirlos con una morada eterna en su presencia, su voz sigue llamándonos, pero no tenemos que endurecer nuestro corazón (Hebreos 4:7) otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones.
Muchas personas escuchan el llamado de Dios, él les está llamando a dejar su estilo de vida, a dejar su vida de pecado, a dejar su vida de condenación, pero no quieren aceptar el llamado de salvación del Señor a su corazón (Apocalipsis 3:20) He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.