«La Palabra de Dios, en el libro de Génesis, nos muestra la diferencia entre el corazón de Abraham y el corazón de su sobrino Lot.
Llevado por la codicia de los ojos, Lot, frente a la elección que tenía delante, escogió Sodoma. Fue enceguecido por lo temporal.
En las llanuras de Sodoma hay riquezas, oportunidades de negocios, corrupción sutil y destrucción repentina. En Sodoma, aunque se empiece bien, se termina mal. Cuando Lot decidió bajar de la montaña, sin consultar a Dios, de la misma forma descendió su vida espiritual. Llegó a sentirse tan identificado con Sodoma que se sentaba a las puertas de la ciudad, junto a los prominentes de la sociedad. Descender a Sodoma, ciudad de homosexuales y de gran perversión, trae burla. Así, las hijas de Lot, por estar él embriagado de alcohol, llegaron a él y salieron embarazadas.
«Sodoma. la trampa de la codicia y la destrucción en la vida de Lot»
Cuando llegó el día de la destrucción, tuvo que huir y dejarlo todo atrás. Salir de Sodoma implicó perder a su esposa y a los esposos de sus hijas. Lot vivió años de dolor, infelicidad y angustia porque prefirió darle más importancia a lo efímero que a lo permanente. Se obstinó en lo pasajero, dejando a un lado las promesas eternas de Dios.
Abraham, en cambio, fue un hombre de altar, un hombre que tenía a Dios como prioridad. Abraham, por su fe, se constituyó en padre de todos los creyentes. Esperaba la ciudad que tiene fundamento, cuyo arquitecto es Dios. No olvides que donde está tu tesoro, allí también está tu corazón. Salmos 24:3-6 dice: «¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni ha jurado con engaño. Él recibirá bendición de Jehová y justicia del Dios de salvación. Tal es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob».
Persevera en la montaña. No te dejes atraer por las riquezas de Sodoma. Recuerda que el mayor de todos los males es el amor por las riquezas. ¡Cuidado con la llanura de Sodoma!»..