Vimos finalizar el 2022, un año de desafíos, metas y profesionales personales, cuando de nuevo iniciamos una nueva carrera, una aventura que agotaremos en el 2023, marcado con situaciones dulces y amargas. Iniciamos un largo viaje, de 365 días, por lo que necesitaremos preparar el equipaje, llevar y dejar lo para cada momento.
La vida se parece en algo a la práctica de los deportes. Todo deportista debe estar con la cabeza puesta en el final, en la meta, en el resultado, concentrado en el objetivo de llegar al final de la carrera, alcanzar un peldaño, sobrepasar el obstáculo, vencer la adversidad y ser resiliente.
Al comenzar un nuevo año necesitamos tener una meta clara. Prepararnos física, emocional y espiritualmente. Hacer sacrificios y aceptar métodos o disciplinas de preparación. Todo para que al final podamos recibir la satisfacción del deber cumplido.
San Pablo hizo referencia a este sobre la vida y la carrera, en el libro de hebreos, capítulo 12, ofreciendo a sus lectores orientaciones interesantes en relación con la “carrera” y las cosas que se realizan en la vida.
El apóstol dice: prepárense para la carrera, sáquense el peso de encima. (refiriéndose a las cosas que no nos dejan avanzar, lo negativo, una carga que nos ancla o nos hace ir más lento. Lo que él quiere decir es, reconocer que necesitamos la ayuda de los demás, que no podemos hacerlo por nosotros mismos, sobre todo Permitir que el Todopoderoso(Dios) imparta su fuerza y sabiduría para conducirnos en el 2023.
La disciplina es determinante para cumplir este objetivo, es decir ser suficientemente productivo echar a un lado todo lo que implique detener tu accionar. Colocar nuestros ojos y tu corazón en Jesús, quien ya corrió y ganó, y promete estar a nuestro favor.
Reconocer que los desafíos y las situaciones desagradables de la vida, se convierten en espacios de aprendizaje. La disciplina tiene dos objetivos: enseñarnos algo y hacernos resistentes. Las pruebas no son la carrera en sí, las pruebas son las piedras en el camino. Si aprendes a saltarlas llegarás al final y cruzarás la meta.
En el 2023, te encontraras con situaciones que te harán bajar “la guardia”, abandonar el ritmo, la marcha. No desistas. Contamos con alguien que corrió, y ganó el premio y, por tanto, si lo tienes presente en tu mente y corazón, seguiremos avanzando por el camino de la felicidad y el bienestar colectivo.
En definitiva, encontraremos peligros que tendrán que ver con el manejo de nosotros mismo, que nos desenfocaran de lo esencial; por lo que necesitaremos de la colaboración y la ayuda de otros, convertirnos en buenos administradores que usan sus bienes para mejorar, aumentar e invertir, en aquello que te produce pasión.