Dios es el refugio, santuario y lugar de adoración para Su pueblo, aun cuando se sienten como exilados de los medios públicos de la gracia. Él les brinda tranquilidad frente al temor del mal y es el santuario de misericordia y santidad en Cristo Jesús. Dios cumple Su promesa de ser siempre un pequeño santuario para ellos.
Proscritos de los medios públicos de la gracia, no nos quedamos desprovistos de la gracia de los medios. El Señor que coloca a Su pueblo donde se sienten como exilados, estará con ellos, y será para ellos todo lo que podrían haber tenido en casa, en el lugar de sus solemnes asambleas. ¡Aprópiense de esto, oh ustedes que son llamados a andar errantes!
Los que hemos buscado refugio estamos grandemente animados para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.
Hebreos 6:18
Dios es para Su pueblo un lugar de refugio. Ellos encuentran santuario en Él frente a todos los adversarios. Él es también su lugar de adoración. Él está con ellos como estuvo con Jacob cuando durmió al aire libre, y levantándose, dijo: «Ciertamente Jehová está en este lugar.» Para ellos Dios será también un santuario de tranquilidad, como el lugar santísimo, que era la silenciosa morada del Eterno. Ellos estarán tranquilos frente al temor del mal.
El propio Dios, en Cristo Jesús, es el santuario de misericordia. El arca del pacto es el Señor Jesús, y la vara de Aarón, la urna del maná y las tablas de la ley están todas en Cristo nuestro santuario. En Dios encontramos el santuario de santidad y de comunión. ¿Qué más necesitamos? ¡Oh, Señor, cumple esta promesa, y sé siempre para nosotros como un pequeño santuario!
Así dice el Señor DIOS: «Aunque los había echado lejos entre las naciones, y aunque Yo los había dispersado por las tierras, sin embargo fui para ellos un santuario por poco tiempo en las tierras adonde habían ido.»
Ezequiel 11:16