Lucas 12:15-21 No podemos negar que a todos nos gusta experimentar la bendición de recibir algo en nuestra vida, pero la palabra de Dios nos enseña una verdad espiritual:
LA BENDICION DE RECIBIR VIENE PRIMERAMENTE POR LA BENDICION DE DAR.
Posiblemente esa sea la respuesta a la pregunta muy común que se hacen muchos cristianos ¿Por qué Dios no me bendice? O ¿Por qué no recibo bendiciones en mi vida?
La realidad es que la mayoría de los cristianos estamos esperando recibir bendiciones, pero no estamos practicando la bendición de dar.
El texto que hemos leído para comenzar es la parábola del rico insensato en el cual se nos muestra a un hombre rico que al reflexionar en toda la riqueza que tenía, en todos los bienes que había logrado y no pensó en compartir, sino en acumular, no pensó en el prójimo sino en el mismo, es decir que su corazón estaba lleno de egoísmo.
Seguramente al leer esta parábola tendríamos muchos motivos para criticar a este hombre rico, lo llamaríamos tacaño, egoísta, necio, etc pero la pregunta es ¿Qué haríamos nosotros en lugar de él? O más aun ¿Qué estamos haciendo nosotros con lo que tenemos? ¿No es verdad que muchos de nosotros nos parecemos al hombre rico de la parábola?
La palabra de Dios nos declara en que consiste la bendición de dar, esa bendición que muchos de nosotros nos estamos negando a experimentar en nuestra vida (Lucas 6:38 / 2 Corintios 9:6-7)
¿DE QUE FORMA PODEMOS PRACTICAR NOSOTROS LA BENDICIÓN DE DAR?
Dando de lo que tenemos hoy (2 Corintios 8:12)
Traducción Dios Habla Hoy: Porque si alguien de veras quiere dar, Dios le acepta la ofrenda que él dé conforme a sus posibilidades. Dios no pide lo que uno no tiene.
No debemos esperar que llegue la prosperidad para ser generosos, es al contrario, tenemos que ser generosos para que la prosperidad llegue.
La palabra de Dios no muestra que cuando damos lo que tenemos podemos esperar la cosecha de bendiciones para nuestra vida (1 Reyes 17:8-16)
Reconociendo que la bendición de dar no es solamente para los que tienen dinero (Mateo 25:35-40)
¿EN QUIENES TENEMOS QUE PONER EN PRACTICA LA BENDICIÓN DE DAR?
Primeramente, a Dios (Malaquías 3:10-11) Por medio de nuestros diezmos y ofrendas.
A nuestra familia (1 Timoteo 5:8)
A nuestros padres que han envejecido (1 Timoteo 5:4)
A nuestros prójimos que están pasando por escasez y necesidad (Santiago 2:15-16)
TENEMOS QUE TENER LA SEGURIDAD QUE DAR NUNCA SERA UNA PERDIDA NI UN DESPERDICIO, AUNQUE MUCHAS VECES ASÍ LO PAREZCA, SIEMPRE HABRÁ RECOMPENSA PARA EL QUE PRACTICA LA BENDICIÓN DE DAR:(ECLESIATES 11:1-3)
