Según los expertos, es necesario que se realicen cambios rápidos en el sistema alimentario y el consumo humano si se quiere garantizar una alimentación sana para la población y para la preservación del medio ambiente.
Un artículo publicado en la revista científica The Lancet, redactado por un equipo de expertos, destaca que si se quiere garantizar una alimentación sana para todas las personas en el futuro, se deben empezar a cambiar los hábitos alimentarios.
El modelo de consumo actual es insostenible para el medio ambiente y para la agricultura. “Se necesita urgentemente una transformación radical del sistema alimentario global”, alertan los científicos.
El estudio fue realizado por 37 investigadores de 16 países, que analizaron durante tres años un tipo de dieta que podría garantizar la salud de la población y del medio ambiente.
Uno de los coordinadores del estudio, el Dr. Johan Rockström, del Instituto Potsdam para la Investigación del Cambio Climático, afirmó que es necesaria una “nueva revolución agrícola”. “La producción mundial de alimentos amenaza la estabilidad climática y la resiliencia de los ecosistemas”, dice el estudio.
El panel de expertos recomienda algunos hábitos que pueden ser más saludables para el medio ambiente y para la población, con efectos positivos previstos para el año 2050:
Reducir el consumo de carne roja y azúcar
Duplicar el consumo de frutas, verduras y legumbres
Controlar la emisión de dióxido de carbono en el sector agrícola y ganadero
Reducir la contaminación de nitrógeno y fósforo
Limitar el uso del agua y de las tierras
Reducir en un 50% el desperdicio de los alimentos
Según el profesor de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM), Alan Dangour, “el análisis demuestra que los cambios en nuestras dietas pueden provocar un enorme beneficio para la salud y también reducir de manera sustancial nuestros impactos sobre el medio ambiente”, afirma.
¿Cómo cambiar un hábito alimenticio?
Se sabe que cambiar una dieta alimenticia es complicado. Sin embargo, conscientes de los desafíos para estos cambios, los especialistas proponen algunas estrategias para facilitar los hábitos de consumo. Un ejemplo es México, con relación a los impuestos sobre bebidas azucaradas, una medida aplicada en el país que viene mostrando efectos positivos.
Según el profesor Guy Poppy, de la Universidad de Southampton, Inglaterra, “el sistema alimentario global es complejo y está fallando al medio ambiente y a la salud humana. Cambiar el sistema de producción alimentaria y el comportamiento de consumo es uno de los grandes desafíos para la sociedad, especialmente si debe ser lo suficientemente rápido para tener el efecto adecuado al medio ambiente y a la salud pública”, afirma.
El director del departamento de Nutrición para la Salud y el Desarrollo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Francesco Branca, subraya que es necesaria la colaboración de todos los actores, incluidos los ciudadanos, los gobiernos y los agentes económicos.