Y cuando comenzaron a entonar cánticos y alabanzas, el Señor puso emboscadas contra los hijos de Amón, de Moa y del monte Se ir, que habían venido contra Judá, y fueron derrotados. 2 crónicas 20:22
El rey Josafat, era rey valiente, sin embargo, no pudo dejar de sentir temor cuando todos los ejércitos de sus enemigos se reunieron y le declararon la guerra, estaba aterrorizado. La única solución que encontró en medio de la turbulencia fue buscar al Señor, orar y ayunar. Reunió a toda su gente y oró con gran fe diciendo: «Si viene mal sobre nosotros, espada, juicio, pestilencia o hambre, nos presentaremos delante de esta casa y delante de ti (porque tu nombre está en esta casa), y clamaremos a ti en nuestra angustia, y tú oirás y nos salvarás» Luego de orar, el Señor les dio una palabra profética llena de esperanza. Josafat entonces consultó con el pueblo y nombró cantantes para que caminaran delante del ejército, cantando al Señor y alabándolo por su santo esplendor. El rey consultó al pueblo; no dice que Dios les ordenó que los cantantes lideraran el camino, pero eso fue lo que hicieron. Se dieron cuenta del poder de adorar a Dios Todopoderoso mientras se dirigían a la batalla. Sabían que la única forma en que podían ganar era con Su ayuda. Esta decisión creó un cambio de atmósfera que no ocurriría de otra manera. La gente no miró el tamaño de su enemigo; miraron la capacidad de su Dios para salvarlos.
LECTURAS BIBLICAS PARA HOY: 2 Crónicas 20; Salmos 22; Hechos 16:25-40 – Hay un poder en el ayuno, la oración, pero también en la alabanza. Cuando nuestras alabanzas suben, Su gloria desciende. Es así de simple. Si queremos ver el avance necesario en nuestras vidas personales, iglesias, ciudades y naciones, entonces necesitamos entender el poder de la alabanza. Alabanza significa elogiar, aplaudir o magnificar. Para el cristiano, la alabanza a Dios es una expresión de adoración que eleva y glorifica al Señor. Es una expresión de humillación para centrar nuestra atención en el Señor con expresiones sinceras de amor, adoración y acción de gracias. Las grandes alabanzas llevan nuestro espíritu a un pináculo de compañerismo e intimidad entre nosotros y Dios; magnifica nuestra conciencia de nuestra unión espiritual con el Dios Altísimo.
UNA PALABRA PROFETICA DE NATE JOHNSTON: “En esos momentos de batalla y oposición, cuando nos sentimos tentados a rendirnos, y tan solo queremos darnos la vuelta y seguir durmiendo, es cuando más potente se hace nuestra alabanza. He visto una y otra vez como los ataques más opresivos y pesados del enemigo se convierten en montones humeantes de ceniza en la presencia de un hijo o una hija de Dios que decide levantar la voz de victoria en el punto álgido de la batalla”.
“Esta noche escuché: «ESTAN A LAS PUERTAS». Este es el momento en que algunos lugares significativos por los que hemos estado creyendo por un CAMBIO DE SITUACIÓN, y lo que previamente estaba oculto o fuera de alcance está en nuestras manos. Estamos a las puertas de un nuevo día y las flechas han estado volando, pero no alcanzarán su objetivo. Las armas fueron forjadas, pero no pueden dar en el blanco. Tal vez hayan debilitado nuestra paz, se haya comenzado a agotar nuestro gozo y haya comenzado a desvanecerse nuestra esperanza, pero al emitir un CANTO DE GUERRA veremos cómo se abren las nubes y seremos testigos de cómo nuestros pies avanzan y cruzan el umbral”
“Será una temporada de primicias por lo cual Dios está tratando con cualquier cosa que pueda robarnos cuando pasemos al otro lado. No nos dejemos llevar por el temor, es solamente una campaña publicitaria de un enemigo vencido, intentando vendernos algo más para que nos desviemos. ¡No le hagamos caso! Es tiempo de que reaccionemos con ALABANZA VIOLENTA Y VICTORIOSA que haga que todo plan del infierno se revierta y que los ángeles se unan a nuestro canto. ¡Canta, canta, canta! ¡Suelta, suelta, suelta! ¡Vence, vence, vence en el nombre de Jesús!
