“7 Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.” Hebreos 11:7
En la Biblia, el aspecto de la justicia se nos introduce por primera vez con Noé, quien se convirtió en heredero o poseedor de la justicia de Dios. Noé fue el primero que entendió lo que es estar bien con Dios. En un mundo corrupto, de problemas, él fue el primero que entendió lo que es caminar en un mundo de corrupción y estar bien con Dios, ser aceptado por Dios, tener acceso con Dios.
Esta es, también, la primera vez que en la Biblia se hace referencia al temor combinado con la fe. Mucha gente piensa que estos no pueden coexistir, pero el temor del que se habla en esta escritura es del temor reverente. La reverencia es eso que tenemos cuando entra alguien de autoridad, alguien en una posición importante. Una de las cosas más tristes es que suene la sirena de la policía y que tú no te inmutes. Aunque estés bien, tú deberías reaccionar con respeto y reverencia por esa autoridad, que te haga mirar y corregirte. Si pierdes eso, tienes problemas. El que haya policías corruptos no es excusa para que tú le pierdas el respeto y la reverencia a la posición.
Y cuando es a Dios a quien le pierdes reverencia, te haces preso del miedo a los hombres. Y cuando tú tienes más miedo a los hombres que respeto a Dios, te metes en grandes problemas. Por eso es que cedes a la presión de grupo, a lo que el mundo dice. Que cuando tú llegues a tu casa, tus hijos se enderecen, recojan; Tú no eres amigo de tus hijos porque, en cierto tiempo de sus vidas, ellos no necesitan tener en ti un amigo, sino un padre que, cuando les hable, el corazón les tiemble.
Hay quienes, una vez en el poder, demuestran no estar capaces para ejercer la posición que se les confirió; Pero porque haya uno malo tú no puedes perderle la reverencia a la autoridad necesaria. Tus hijos deben saber quién es tu pastor, y tenerle respeto a la posición, porque en algún momento tú puedes necesitar de su intervención en alguna situación y, si tú no sembraste esa reverencia, no esperes que escuchen su voz.
Cuando tú pierdes el respeto a Dios y a las autoridades, entonces, eres preso del miedo a los hombres. Y cuando tienes miedo a los hombres, cedes a presiones, y terminas haciendo cosas que no agradan a Dios. Eso fue lo que les pasó a varios personajes en la Biblia. Cuando Pedro comenzó a tenerle miedo a que la gente dijera que era uno de los de Cristo, que hablaba como ellos, negó a Cristo y terminó deprimido; Y así terminas cuando tratas de complacer a todo el mundo, porque no hay manera de lograrlo. Terminas como Pedro, encerrado en tu casa, todo por estar agradándoles a los hombres, en vez de decir con firmeza: Yo le sirvo al Señor.
Eso fue lo que le pasó a Abraham. Tuvo un problema económico y decidió ir a Egipto, y su esposa era tan linda que Abraham le dijo a Sara que dijera que era su hermana; Todo por miedo a Abimelec. ¿Por no tener dinero vas a regalar a tu mujer? Abraham se metió allí, y Dios le cerró el vientre a Sara por veinticinco años. El que retrasó la promesa fue Abraham. Y eso es lo que pasa cuando tú no tienes reverencia a Dios y temes a los hombres: Traes esterilidad a tu vida, atrasas la promesa, y terminas mal; Todo por no ser reverente y tener ese temor de que las cosas de Dios se respetan.
Esto fue lo que le pasó a Elías: Mata a cuatrocientos profetas de baal, y una mujer dice que le iba a picar la cabeza, y Elías sale huyendo por temor, y termina deprimido y con deseos de suicidarse; Porque, cuando tú lo que tienes es miedo a los hombres, terminas acabando con tu vida. Eso es lo que les pasa a los jóvenes que se suicidan; Como no encajan en ningún grupo, terminan con su vida. Necesitamos padres que les digan: Tú eres tan diferente, que la gracia de Dios está en tu vida, Dios te ha cuidado, te ha guardado, y esa gente no te entiende. De esa forma se burlaban de Noé; Le decían loco porque estaba construyendo un arca; Pero algún día, los que se burlan de ti van a necesitar de ti. Y eso es lo que tú tienes que enseñarles a tus hijos; Que son diferentes, pero algún día les van a tocar la puerta, algún día van a necesitar.
Tarde o temprano, la vida te confronta con aquellos que se burlaron de ti, y tú vas a estar en mejor posición que ellos, y les vas a bendecir. Tu final será diferente al de aquellos que se han burlado de ti.