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Jesús quiere usarte para alcanzar a los perdidos

Jesús dijo: «Ven, sígueme y te haré pescador de hombres» (Mt 4:19, NVI).

Cristo promete fecundidad evangelística a la iglesia. A medida que seguimos a Cristo, el resultado de nuestro ministerio es que otras personas vendrán a Él. Esta es una promesa maravillosa. Queremos ver a muchas personas poner su fe en Jesucristo, aquí y en todo el mundo.Jesús dijo: «Ven, sígueme y te haré pescador de hombres» (Mt 4:19, NVI).

Aprende de la analogía: la pesca

Aquí hay siete observaciones que sugiere la analogía de la pesca de Jesús:

1) Algunas personas son muy buenas para pescar, pero cualquiera puede hacerlo.
¿Alguna vez has ido de pesca? Yo no sé casi nada sobre la pesca, pero incluso yo he capturado un pez. Dios da dones especiales de evangelismo a algunas personas. Pero cada cristiano puede participar en atraer a otras personas a Cristo.

Dios da dones especiales de evangelismo a algunas personas. Pero cada cristiano puede participar en atraer a otras personas a Cristo

2) La pesca requiere mucha paciencia.
Lanzas una línea o una red, y luego esperas. La vuelves a tirar y esperas. En la película, En la laguna dorada, Henry Fonda y su nieto intentan atrapar un pez grande llamado Walter. Fonda dice: «¡Llevo años intentando atraparlo!».

Muchos de nosotros tenemos seres queridos por los que hemos estado orando. Hemos esperado y anhelado verlos convertidos en Cristo por muchos años. La pesca requiere mucha paciencia.

3) Los pescadores aprenden a lidiar con el desánimo.
Lucas nos dice que cuando Jesús se encontró con los discípulos, ellos habían trabajado toda la noche y no habían atrapado nada. Cada pescador tiene una historia como esa.

Después de que Jesús alimentó a los cinco mil, les dijo: «Me han visto y aún no creen» (Jn 6:36). Incluso Jesús compartió la verdad con personas que no respondieron. Los pescadores aprenden a lidiar con el desánimo. ¿No has atrapado nada hoy? Nos levantaremos temprano y saldremos de nuevo mañana.

4)Cristo nos invita a pescar, no a cazar.
Algunos cristianos suenan más como cazadores que como pescadores. La analogía es significativa. Hay un arte en la pesca. Los peces son atraídos. Pedro da sabios consejos a los cristianos que quieren ganar a otros para Cristo. Siempre debemos hablar con gentileza y respeto (1 P 3:15).

5)Mi esposa creció en la costa sur de Inglaterra. Ella ama el mar. Hay dos tipos de embarcaciones en el puerto de donde provienen: algunos barcos están allí para llevar a la gente en viajes de placer alrededor de la bahía, y hay otros barcos que son para pescar.

Las embarcaciones de diversión son para conveniencia y comodidad. Salen cuando la gente quiere ir. Rodean la costa para que la gente pueda disfrutar de la vista. Son muy seguros. Los barcos de pesca son completamente diferentes. Se lanzan a las profundidades. Su tripulación toma riesgos. Hacen sacrificios, y hay muy poca comodidad.

Hay gran alegría cuando capturas peces. Hay una alegría mucho mayor al ver a una persona venir a los pies de Jesucristo en fe

Es más fácil y mucho más cómodo tener un ministerio centrado en nosotros. Pero Cristo no dice: «Sígueme y te llevaré en un crucero encantador». Él dice: «Sígueme y te haré pescadores de hombres». La iglesia no es un barco de lujo. Es un bote de pesca.

6) La pesca es un trabajo duro y a veces peligroso.
¿Has visto el programa de televisión Pesca mortal? Se trata de hombres que atrapan cangrejos en el Mar de Bering. Es uno de los trabajos más peligrosos del mundo. Lee el libro de los Hechos y encontrarás que el evangelismo precursor también es muy peligroso. La mejor pesca se da a menudo en las aguas más difíciles.

7) Hay gran alegría cuando capturas peces.
Cualquiera que haya atrapado un pez lo sabe. ¿Te has fijado alguna vez en lo mucho que les encanta a los pescadores tomarse fotos con el pez que han capturado como trofeo? ¿Alguna vez viste a un pescador luciendo miserable en una de estas fotos? Hay gran alegría cuando capturas peces. Hay una alegría mucho mayor al ver a una persona venir a los pies de Jesucristo en fe.

Esta es una imagen profundamente útil: el ministerio es como pescar. También hay una diferencia significativa. Cuando se capturan peces, ocurre una de dos cosas: atrapas y sueltas, o matas y comes. Pero cuando pescas hombres, estás pescando para salvar y alimentar.

Fuente:
Pastor Colin Smith

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