Mañana vamos a celebrar la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, el domingo de resurrección es un domingo de victoria, porque nuestro Señor venció la tumba, vencio la muerte, y venció a satanás. ROMANOS 6-1-4
La resurrección del Señor para nosotros que le hemos recibido como Señor y salvador de nuestra vida, que nos hemos identificado con él en su muerte, su sepultura y su resurrección por medio del bautismo, significa VIDA NUEVA.
Y en este tiempo en él cual el Señor nos ha hecho que tengamos un alto en nuestra vida, que tengamos una pausa para reflexionar en nuestro camino, en nuestra manera de vivir la vida cristiana, vale la pena que verdaderamente podamos tener un nuevo comienzo para vivir la vida nueva que nuestro Señor Jesucristo nos ha dado por su muerte y su resurrección.
VEAMOS EN LA PALABRA DE DIOS QUE SIGNIFICA ESA VIDA NUEVA QUE POR MEDIO DE SU RESURRECCIÓN CRISTO NOS HA DADO: (EFESIOS 4:17-21)
SIGNIFICA YA NO SEGUIR EN EL CAMINO QUE NOS HA ALEJADO DE DIOS Y NOS HA LLEVADO AL FRACASO (EFESIOS 4:17)
La vida nueva en Cristo es ya no andar como los otros gentiles, ya no andar por el camino que todos andan, por el camino que aparentemente se ve atractivo, que aparentemente parece bueno y agradable pero que al igual que el pecado su fin es muerte, su fin es el fracaso y la destrucción.
Comprendamos esta verdad: No podemos vivir en vida nueva si seguimos caminando en nuestros caminos antiguos, en esos caminos que si somos sinceros reconoceremos que nada bueno trajeron a nuestra vida, ni a nuestra familia.
Ya no podemos seguir caminando por el camino de los vicios, de la infidelidad matrimonial, de la autosuficiencia y la soberbia.
Cuando hay un accidente de tránsito las personas encargadas de los seguros llegan y comienzan a tomar nota, hacen un recuento de los daños, de cada golpe, de cada rayon, de todo lo que fue quebrado, ¿Porque hoy no hacemos lo mismo en nuestra vida? Hagamos un recuento de los daños que nuestros malos caminos han traído nuestra vida, a nuestro matrimonio, a nuestras finanzas y a nuestro ministerio, y a nuestra relación personal con Dios, y volvamos al Señor.
SIGNIFICA YA NO SEGUIR CON EL CORAZÓN ENDURECIDO A LA VOZ DE DIOS (EFESIOS 4:18)
Lastimosamente muchos estamos viviendo una vida en fracaso, en escasez, en enfriamiento espiritual porque hemos puesto atención a otras voces, y hemos sido indiferentes a la voz del Señor.
Ninguno de nosotros podemos decir que andamos perdidos y con una vida llena de mundanalidad porque Dios no nos ha hablado, en realidad es al contrario, Dios nunca ha dejado de hablarnos, pero nuestro corazón se ha endurecido a la voz del Señor, no hemos querido escuchar, no hemos querido tomar en cuenta su palabra.
La vida nueva sólamente puede ser realidad en nosotros cuando verdaderamente reconocemos la voluntad de Dios y la obedecemos, y para esto necesitamos tener un corazón humilde y receptivo a la voz y la palabra de nuestro Dios.
Si seguimos poniendo atención a las otra voces y seguimos teniendo un corazón duro para Dios vamos a seguir divagando en la vida (Proverbios 19:27) DIVAGAR: Hablar, escribir o pensar desordenadamente, apartarse del asunto principal.
Ya no sigamos viviendo una vida desordenada en todo, ya no sigamos viviendo una vida apartada de nuestro Dios.
SIGNIFICA YA NO SEGUIR VIVIENDO CON UNA ACTITUD DE INDIFERENCIA E INSENSIBILIDAD, (EFESIOS 4:19)
Tenemos que reconocer que los primeros que experimentaran los beneficios de nuestra nueva vida en Cristo será nuestra familia, nuestros padres, nuestros cónyuges, nuestros hijos, pues ellos han sido los que más han sido afectados por nuestra insensibilidad y nuestra indiferencia.
Muchos hemos sido insensibles al dolor que les causamos a nuestros padres a causa de nuestra rebeldía y nuestra soberbia.
Otros hemos sido insensibles e indiferentes al dolor y a las heridas que le hemos causado a nuestro cónyuge y a nuestros hijos con nuestras infidelidades, con nuestra irresponsabilidad económica, con nuestro mal carácter y el maltrato.
Y lastimosamente muchos hemos sido indiferentes para con Dios, insensibles de vivir una vida de pecado ofendiendo al Señor, pero hoy es el tiempo de comenzar una VIDA NUEVA, no hasta que termine la cuarentena y pase la pandemia, ya no más excusas, A PARTIR DE HOY resucitemos con el Señor a una vida nueva para su gloria y honra.