Porque en el día de la aflicción, Él me resguardará en su morada, al amparo de su tabernáculo me protegerá y me pondrá en alto sobre una roca. Salmos 27:5
En aspectos culturales, el ser humano siempre ha buscado evitar estar en medio de situaciones difíciles, trata que su vida sea más fácil. Sin embargo, sabemos que nuestra realidad es otra, nadie vive sin problemas. No importa condición económica, estado civil, con malos hábitos o sin ellas. No hay excepción sobre situaciones, todos de alguna manera caminamos por malos momentos.
Situaciones que sacuden nuestro piso, agitan nuestra estabilidad y quitan nuestra zona de confort. Podemos tener momentos de refrigerio, pero no pasa mucho tiempo sin que antes volvamos a estar con alguna situación que nos vuelva a incomodar. Y te preguntas, ¿quién me protege en esos días? ¿dónde está el descanso en medio de esas aflicciones? ¿cómo me mantengo en pie cuando todo busca derrumbarme?
Por eso David escribe: Porque en el día de la aflicción, Él me resguardará en su morada…, Aquel que te ampara, te preserva, te defiende, te protege, te refugia, te abriga, te esconde de todo riesgo. Dios quiere compartir ese lugar de protección en aquellos que le buscan, que lo pongamos por encima de todo incluyendo nuestra propia vida, si estás afligido, si estás en medio de situaciones cotidianas, pues ya sabes que Jehová tu Dios es quien te resguarda. Dios te guarde en bendiciones, amor y gracia para este día, Amén.