1ª PARTE: ¿Quién fue Jabes?
Un personaje enigmático, aunque la Biblia nos da algunas pautas de su persona
Se lo menciona en la genealogía de la tribu de Judá, en las Crónicas. Ahora bien, el autor del primer y segundo libro de Crónicas es completamente desconocido, aunque la tradición judía lo atribuye al escriba Esdras, posiblemente en razón de las similitudes de vocabulario y estilo con el libro de su nombre. Estos libros -1 y 2 de Crónicas- es un registro de las familias de Israel, sus reyes, sus sacerdotes, sus levitas, y los hechos más importantes en la historia del pueblo de Dios.
El personaje Jabes se menciona en 1 Crónicas 4:9-10, que dice así: “(9) Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor. (10) E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió”.
De esta oración aprendemos un par de cosas de él:
a) Jabes significa ‘doloroso’ o ‘hacedor de tristeza’ en hebreo, ya que su madre lo alumbró con mucho dolor. Probablemente su nombre se pronunciaba ¡ay dolor! o bien, ¡me duele mucho! Esto puede interpretarse así: “Aunque tu vida esté marcada por el dolor (muchas pruebas, caídas en pecado, carencias financieras, pocos resultados), en Dios puedes transformarte en una persona de éxito, de bien, de logros sobresalientes. No tienes porqué terminar como iniciaste. Recuerda lo que Bildad -un amigo de Job- dijo: ‘Aunque tu principio fue pequeño, tu futuro será enorme’” (Job 8:7).
b) Es probable que haya sido un descendiente de los ceneos y que luego fue incorporado a la tribu de Judá, por lo tanto no pertenecía al pueblo de Dios. Los ceneos, cineos, quineos o kenitas (no confundir con los sineos, pueblo de origen camita que aparece en Génesis 10:17, Números 24:21-22 y I Crónicas I:15), también conocidos posteriormente como recabitas, fueron un pueblo bíblico que convivió armónicamente junto al pueblo israelita en la tierra de Canaán.
c) Fue un hombre ilustre y temeroso de Dios. Al menos, esa es la idea que en el hebreo se traduce por ‘más ilustre que sus hermanos’. Algunas versiones dicen que fue ‘más honorable’ que sus hermanos. Esta palabra -honorable- se refería a dos cosas: 1) En primer lugar todo honor pertenece a Dios, 2) Y en segundo lugar, Dios concede un poco de su honor a quien él quiere, en este caso a Jabes; por eso llegó a ser más importante que sus hermanos.
2ª PARTE: Su Oración.
La bondad del carácter de Jabes, aparece aquí especialmente en su piedad de hombre de oración (la tradición rabínica dice que era un hombre devoto). Pronunció la oración que aquí se menciona, cuando se preparaba para las empresas de su vida. Sobre esta oración, debemos observar:
1. ¿A quién oró?: al Dios de Israel (v. 10). Al Dios que había pactado con su pueblo, al Dios que había luchado por Jacob, y por haber éste prevalecido le fue cambiado el nombre por el de Israel. Si bien no era su Dios de nacimiento -pues ya dijimos que no era judío-, se apropió de él.
2. ¿Cuál fue la naturaleza de su oración? (A) Hay quienes ven en ella una especie de voto, como si el hombre le entregase a Dios un cheque en blanco para que Él lo llene como le plazca. (B) Sin embargo, según los eruditos bíblicos, esta oración es más bien un deseo ferviente de ser prosperado (acá vemos que nada de malo en querer ser bendecido material, física y financieramente. Lastimosamente se ha usado, abusado y mal usado tanto el concepto ‘prosperidad’ que tan solo mencionarlo nos ponemos a la defensiva, juzgando a quien no pronuncia, olvidando que el Dios de la Biblia prospera a sus hijos no solo en lo espiritual, también en lo físico.
3. ¿Cuál fue el contenido de su oración? Cuatro cosas le pidió al Señor.
a) Que Dios le bendijera en todo lo que iba a emprender.
b) Que Dios ensanchara su territorio.
c) Que la mano de Dios estuviese con él a fin de tener éxito en su empresa, y le diese sabiduría, medios y fuerzas.
d) Que Dios le librase de todo daño. Sin duda, recordaba su propio nombre: Jabes = dado a luz con dolor. ¡Cuán grande es nuestro privilegio al tener a un Dios Todo suficiente, que podemos pedirle todas las cosas!
3ª PARTE: El Desenlace de Jabes
«Y le otorgó Dios lo que le pidió» (1 Crónicas 4:10): El Señor le prosperó, haciendo que tuviera éxito en sus empresas, en sus conflictos con los cananeos, en sus negocios y en sus estudios, pues según la tradición judía dice que fue un ‘eminente doctor de la Ley’, y era tan bueno en su maestría que tuvo muchos discípulos; por eso se dio su nombre a una ciudad, ‘Jabes de Galaad’. Su ciudad -jabes de Galaad- aparece varias veces mencionada en la Biblia (Jueves 21:8; 1 Samuel 11:1; 1 Samuel 31:11-13; 2 Samuel 2:4).