El cristianismo crece más en Irán que en cualquier otro país del mundo. Esto a pesar de que la población es mayormente musulmana… pero decenas de miles abandonan su fe para seguir a Jesús. Recientemente, un grupo de cristianos iraníes fueron bautizados… e invitaron nuestro compañero, George Thomas, a documentar la ocasión.
Un reciente viernes. 965 km al este de Teherán, cerca de la frontera de Afganistán y Turkmenistán. 20 iraníes se preparaban para hacer un viaje secreto fuera de su país.
Hemos ocultado sus identidades y cambiamos sus nombres por su seguridad.
“He estado esperando este momento por casi 9 años”, dice Hediyeh, una cristiana iraní.
Su misión tomó meses de preparación, plagada de peligro.
“Este fue mi deseo antes de morir”, precisa Fariborz, un cristiano iraní.
Afarin ayudó a organizar su viaje.
“El momento en que el gobierno iraní descubre que alguien cambió su religión, intentará lo que sea para detener a la persona de compartir su nueva fe con otros”, dice Afarin.
La mayoría de estos nuevos creyentes pagaron un precio por abandonar el islam.
“El gobierno asusta los cristianos, los encarcela, los despide de sus empleos, los sacan de las escuelas y muchas otras tácticas, para forzarlos a que dejen de evangelizar”, detalla Afarin.
Afarin sabía lo que estaban a punto de experimentar y que podría ponerlos en problemas. CBN News se reunió con ellos poco después de dejar Irán.
Debido a la sensibilidad del reporte, CBN News accedió a no revelar nuestra ubicación ni los nombres de los individuos asociados con esta historia.
Y esta es la razón del por qué salieron de Irán por unos días.
¡Por primera vez, los 20 siguieron a Jesús con su bautismo!
“Dentro de Irán, si el gobierno averigua que eres bautizado, serías encarcelado inmediatamente y por eso, en lugar de hacerlo dentro del país, salieron”, dice Paul, viaja frecuentemente a Irán.
Uno por uno, jóvenes y ancianos fueron sumergidos; hombres, mujeres y niños, todos habían renunciado a Mahoma y han profesado su fe en Jesucristo… en una piscina alquilada para la ocasión.
Fariborz de 53, esperó 10 años para esto.
“Acepté a Cristo a los 43 años. No había forma para que me bautizara en Irán por los peligros que enfrentamos. Hoy, ¡mi fe está completa!”, indica Fariborz.
Bita, de 16 años, aceptó a Cristo hace 4 años.
“Me convertí en cristiano después de ver a Jesús en un sueño. Cuando me bautizaba esta mañana, ¡sentí al Espíritu Santo de una forma nueva!”, comenta Bita, cristiana iraní.
Familias enteras se bautizaron.
“Se siente bien. Me siento feliz. ¡Toda mi familia está feliz!”, comenta Majid, un cristiano iraní.
Y lo que hace este bautismo aún más significativo, es que la mayoría de iraníes que asistieron son de la tercera ciudad más grande, Mashhad, que también es una de las ciudades más sagradas del islam chiíta.
Elahe era una musulmana devota, pero dice que el Corán la dejó con muchas preguntas.
“Este fue el tiempo designado para que me bautizara y sé que Dios usó los últimos 11 años para aumentar mi fe para tiempos difíciles”, comenta Elahe, una cristiana iraní.
Los expertos dicen que su testimonio, y el de muchos otros, evidencian que Dios está avanzando con su reino en Irán.
“Nunca hemos visto tal crecimiento sin precedente de una iglesia subterránea en otro lugar”, precisa Mike Anzari, de Mohabat TV.
Mike Anzari es iraní de nacimiento y director de operaciones en Mohabat TV.
En 2006, Mohabat TV fue el primer canal persa cristiano de 24 horas, por satélite, en transmitir programas a Irán.
La mayoría de los bautizados llegaron a su fe a través de Mohabat TV.
“Algunos de estos creyentes esperaron muchos años para ser bautizados. Querían decirle al mundo que pertenecen a Jesús, que lo que antes estaba muerto ahora es una nueva creación y que caminan con audacia, con autoridad”, dice Anzari.
Anzari dice que muchísimos iraníes, en especial los jóvenes, se desilusionan con el islam y buscan el canal para aprender más del cristianismo.
“Aproximadamente, unos 16 millones de iraníes, en los últimos 12 meses, han visto uno o más programas en televisión satelital y en sus dispositivos móviles. Eso se traduce en alrededor del 20 por ciento de la población de Irán, y ese es un número abrumador», precisa Anzari.
Mohabat es uno de cuatro canales satelitales que transmite programación cristiana continua a Irán.
“Dado que no conocemos a otros creyentes o fuimos parte de una casa-iglesia, no había quién nos ayudara en nuestra fe. Podíamos crecer solo al ver Mohabat TV y con la ayuda del Espíritu Santo, fortalecíamos nuestra fe”, comenta Elahe.
Nathan Rostampour dirigió una casa-iglesia en Irán durante 10 años, hasta que fue obligado a huir por persecución religiosa.
Ahora, tiene un programa en Mohabat TV, enseñando cómo dirigir de forma segura una casa iglesia en Irán.
“Dios está usando esta casa-iglesia para mostrar no solo cómo compartir el Evangelio, sino equiparla y hacer líderes”, indica Nathan Rostampour, presentador «My House, My Church» (Mi casa, mi iglesia).
Y quienes rastrean el cristianismo alrededor del mundo dirían que el lugar donde la fe está creciendo más es en la República Islámica de Irán.
Edward Hovsepian dice que eso es un milagro.
Su hermano, Haik, un pastor de Asambleas de Dios, fue asesinado en 1994, en Irán, por su fe. Dice que sin importar cuánto se esfuerce el gobierno, no ha podido detener el cristianismo.
“Temen la Biblia y reconocen que muchos iraníes son atraídos al cristianismo. El gobierno los persigue, esperando deshacer el efecto, pero el resultado es lo opuesto, más personas se convierten”, precisa Edward Hovsepian.
Después de unos días de comunión, enseñanza y motivación…
Los 20 creyentes regresaron a Irán, energizados y comprometidos con compartir el amor de Cristo con otros.
Anzari dice que estas imágenes exclusivas deberían motivar a los cristianos al ver que Dios se está moviendo en los corazones iraníes.
“Hay muchas buenas noticias que salen de Irán y necesitamos enfocarnos en eso y celebrarlas. Esperamos que los resultados compartidos con la iglesia occidental motiven al Cuerpo de Cristo a ver que Dios realmente está vivo entre los musulmanes y hace un gran trabajo”, concluye Mike Amato.