Principal

Intercambio Divino. Cansancio por Paz en el Corazón del Maestro

Luego dijo Jesús: Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. Mateo 11:28

Muchos hemos estado experimentando cansancio. El enemigo ha intentado desgastarnos con un bombardeo constante de ataques, una tormenta interminable de situaciones negativas que buscan mantenernos distraídos e inquietos. Jesús nunca prometió quitarnos las responsabilidades ni apartarnos de las exigencias de la vida, pero sí nos prometió descanso. Él nos asegura frescura para seguir avanzando en nuestro camino. Él sabe que la vida agota, que nuestra alma se fatiga, y por eso nos invita a acercarnos a Él para intercambiar nuestro cansancio por su descanso. Este descanso se recibe cuando buscamos Su presencia en oración, en adoración, en la Palabra y en la conciencia diaria de que Él camina con nosotros. Si buscas un respiro, esta palabra es para ti.

Éxodo 33:14 Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso

Escuchó al Señor decir: “Yo he visto tu cansancio. He sentido el peso sobre tus hombros. He observado cómo has llevado cargas demasiado pesadas para tu corazón, y he escuchado el clamor que susurra en tu alma: «Señor, estoy cansado(a)». Pero hoy vengo a sanar tu cansancio.”

Tu agotamiento no está oculto para el Cielo. Cada lágrima derramada en silencio, cada noche de desvelo, cada suspiro que exhalaste cuando nadie te veía, todo ha llegado a los oídos de tu Padre. Él no está distante. Él no es ajeno. Él no es frío ante tus luchas. El Espíritu del Dios viviente se acerca, no para condenarte por tu agotamiento, sino para refrescarte con Su presencia.

El Señor declara: “No te diseñe para cargar el mundo en tus hombros. No te llamé para ser aplastada por el peso de las expectativas, las batallas y las decepciones. Fuiste creada para apoyarte en Mí. Fuiste formada para encontrar tu fuerza en Mis brazos. Tu cansancio es la evidencia de que no puedes avanzar en tus propias fuerzas, pero también es la puerta hacia Mi poder.” Sí, amado(a), el cansancio puede ser santo cuando te empuja de regreso al abrazo de Aquel que nunca se fatiga.

Isaías 40:28 ¿Acaso no lo sabes? ¿Es que no lo has oído? El Dios eterno, el Señor, el creador de los confines de la tierra no se fatiga ni se cansa. Su entendimiento es inescrutable.

El Padre dice: “Yo soy el Dios eterno, el Creador de los confines de la tierra. No desmayo, no me canso. Mi entendimiento es infinito. Y cuando sientas que ya no puedes más, Yo seré tu fuerza. Cuando quieras rendirte, Yo soplaré nuevo ánimo en tu alma.”

Veo en el Espíritu la imagen de un viajero agotado, arrastrando los pies en un camino seco y polvoriento. Sus hombros caídos cargan un saco viejo y pesado. Pero de repente, las manos de Jesús se extienden. Él levanta la carga, y la espalda del viajero se endereza. La fuerza invade su cuerpo. Sus ojos se levantan del suelo hacia el horizonte, donde la luz de la esperanza brilla nuevamente.

El Señor dice: “Estoy quitando las cargas que nunca fuiste llamado(a) a llevar. Algunos están cansados porque cargan con el dolor de ayer. Suéltalo. Algunos están agotados porque han tratado de pelear batallas que son Mías. Entrégamelas. Algunos están cansados porque han intentado en sus propias fuerzas, pero Mi Espíritu los invita a un lugar de descanso.”

Este no es tu final. Este no es tu punto de quiebre. ¡Este es tu punto de rompimiento! Porque el Señor declara: “Los que esperan en Mí renovarán sus fuerzas. Levantarán alas como las águilas. Correrán y no se cansarán. Caminarán y no se fatigarán.” (Isaías 40:30-31)

Escucha hoy: tu cansancio está siendo cambiado por fuerza. Tus suspiros están siendo cambiados por cantos de alegría. Tu pesadez está siendo cambiada por vestiduras de alabanza. Aun ahora, el Espíritu de Dios derrama aceite fresco sobre tu cabeza. Te está llenando de nueva vida. Te está ungiendo para la temporada que viene.

Hijo(a) de Dios, no vas a colapsar. No te vas a rendir. No permanecerás en este pozo de agotamiento. Porque la mano del Señor está extendida hacia ti, levantándote, avivando, restaurando y apoderándose. Él dice: “Levántate, esfuérzate y sé valiente. Yo soy tu sanador, Yo soy tu fuerza, y yo soy tu lugar de descanso.”

Hoy declaro sobre ti que tu cansancio está siendo sanado. Tu espíritu recibe un fuego fresco. Tu cuerpo está fortalecido. Tu mente está renovada. El gozo del Señor se convierte en tu fortaleza. Te levantas del valle del agotamiento hacia la montaña de la victoria. Testificamos que el Señor es quien restaura el alma cansada. El Padre te dice: “Sanaré tu cansancio. Restauraré tu alma. Te daré descanso, y volverás a caminar en gozo, libertad y fuerza.” (Faith Fusión)

Jeremías 31:25 Porque satisfaré al alma cansada, y saciaré a toda alma entristecida.

Salmo 23:2 En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.

Con amor y oraciones,

 

Fuente:
Magie de Cano

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Botón volver arriba