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Iniciemos el año 2019 sin resentimiento

Génesis 17:21 “Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo el año que viene“.

Es muy común la superstición en los no conversos cada vez que termina y empieza un año nuevo: el color amarillo de la ropa interior, algunas monedas de cierto valor en un vaso, una vela de tal color, darle la vuelta a la manzana del barrio con una maleta, entre otras.

¿Para nosotros los creyentes cómo logramos terminar y empezar un nuevo año en victoria? Veámoslo a continuación.

EVALUANDO EL AÑO QUE termina

¿Cómo me fue? ¿Qué logré? ¿Qué faltó por lograr? ¿Qué metas y objetivos se alcanzaron? ¿Cuáles quedaron pendientes? ¿Qué podemos mejorar? ¿Por qué no fue mejor? ¿Por qué no se consiguieron algunas cosas? ¿En qué fallé y me equivoqué? ¿Cuáles fueron los errores que cometí? ¿Qué se dejó de hacer?

Estas preguntas nos pueden ayudar a realizar una buena evaluación del año que termina y al mismo tiempo nos da una buena base para iniciar el otro año que nos espera; igualmente servirá como termómetro para saber que tan bien, regular o mal nos fue durante todo el año y nos ayudará para no volver a cometer los mismos errores y equivocaciones del pasado, como también mejorar algunas o muchas cosas que no nos favorecieron, pero sobre todo para ser prudentes, sabios e inteligentes.

TRAZANDO NUEVAS METAS.

Filipenses 3:12-14No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. 13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús“.

De hecho fueron muchas las cosas que Pablo ya había logrado, conseguido, alcanzado, conquistado y sin embargo; se proyectaba hacía adelante para nuevos retos, alcances, etc.

Cuando terminaba un viaje misionero planeaba, proyectaba el otro realizando así varios viajes misioneros: el primero (Hechos 13:1-3), el segundo (Hechos 15:36-41), el tercero (Hechos 19:1-41).

INICIANDO EL AÑO SIN RESENTIMIENTOS

Qué bueno sería que podamos terminar y empezar el año sin rencores y sin resentimientos PERDONANDO y OLVIDANDO: se hace necesario PERDONARSE A SÍ MISMO.

¿Cuántas personas inclusive creyentes se sienten y se creen culpables de sus infortunios, fracasos debido a sus equivocaciones y errores? ¿Cuántas personas inclusive creyentes se sienten y se creen culpables del mal que les han causado a los demás como lo vivieron los hermanos de José/Génesis 50:15-21?

También PERDONAR A LOS DEMÁS que nos han ofendido y causado daño, como lo hizo José con sus hermanos (Génesis 45-11; 50:15-21), Jacob y Esaú (Génesis 33:1-20), Pablo y Juan Marcos (Colosenses 3: 10; 2 Timoteo 4: 11).

El ejemplo más significativo de perdón es el de nuestro Señor Jesucristo en la cruz cuando dijo a los que lo crucificaron: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34).

Ya no más martirio pudiendo uno mismo perdonarse, perdonar y pedir perdón a Dios y a los hombres (1 Juan 1: 9; 1 Samuel 25:1-44).

¡El perdón no es una opción (cuando quiera o sienta) sino una decisión!

Además del PERDÓN debemos y tenemos que OLVIDAR por el bienestar nuestro y sanidad del alma como lo hizo José (Génesis 41:51-52), Job (9:27), Israel (Isaías 43:18-19), Pablo (2 Corintios 5:17; Filipenses 3:13).

Hasta el mismo Dios PERDONA y OLVIDA para siempre (Isaías 43: 22-25; Jeremías 31:34; Miqueas 7:18).

No caigamos en la ignorancia de muchos cuando dicen: “lo perdono pero no olvido”.

El daño se lo están haciendo ellos mismos y es por eso que no son felices y se amargan la vida porque no están dispuestos a dar el brazo a torcer PERDONANDO y OLVIDANDO.

“Por eso David decidió caer en manos del Dios misericordioso que caer en manos del hombre que es duro de corazón” (2 Samuel 24: 12-17 [vers. 14]; 1 Crónicas 21: 9-19 [vers. 13])

HACIENDO TODO LO POSIBLE POR SALIR DE LAS DEUDAS

Muchas veces terminamos el año endeudado y en vez de ir pagando a medida como podamos para iniciar un nuevo año sin saldos pendientes seguimos endeudándonos.

La palabra de Dios (la Biblia) es clara en enseñarnos la importancia de pagar lo que debemos (2 Reyes 4:1-7; Salmos 37:21; Romanos 13:7-8).

No hay cosa más degradante para un cristiano que ser calificado por la sociedad como el mala paga.

  1. Además las Santas Escrituras son claras cuando dicen: “El impío toma prestado y no paga; más el justo tiene misericordia, y da” (Salmos 37:21)

(Salmos 112:5-9). ¡Pecado no es fiar, prestar, etc., sino no pagar! ¡APAGAR SE DIJO!

INCLUYENDO A DIOS EN NUESTROS PLANES Y PROYECTOS

Muchas veces somos buenos para planear, proyectarnos, trazarnos metas, objetivos, soñar, desear y mucho más, pero somos malos para involucrar e incluir al Señor nuestro Dios en nuestros planes, proyectos, sueños y deseos. ¡No es correcta esa actitud! Sobre todo porque sin Él no podemos lograrlo y nada podemos hacer como Jesucristo mismo y Pablo lo enseñaron (Juan 15:1-17 [vers. 5]; Filipenses 4:13).

Aun hasta en los casos insignificantes debemos tener en cuenta a Dios en todo como el apóstol Pablo también lo hacía (Hechos 18:21; Romanos 1:10; 1 Corintios 16:7), judíos creyentes (Hebreos 6:1-3), Santiago (4:13-17), el apóstol Pedro (1 Pedro 3: 17).

Si tenemos en cuenta estos concejos bíblicos aprendidos en esta primera parte terminaremos e iniciaremos un nuevo año en victoria, éxito y bendición.

Fuente:
Pastor Simeón Caicedo Castaño

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