Puerto Rico está corriendo contra el reloj para reconstruir para la temporada de huracanes de 2018, que comienza el 1 de junio. Un socio clave en sus preparativos: la iglesia local y los grupos basados en la fe.
El gobierno de Puerto Rico es muy consciente de la asociación. Héctor Albertorio, que supervisa las iniciativas religiosas para el gobernador Ricardo Rosselló, dijo a CBN News que la ayuda de la comunidad de fe comenzó justo cuando el huracán María azotó el otoño pasado.
«Las iglesias y los grupos basados en la fe han sido realmente grandiosos. Fueron los primeros en la fila cuando llegó la tormenta», dijo.
María, una tormenta de categoría 4, causó más de $100 mil millones en daños cuando atravesó la isla el 20 de septiembre. Inundó el territorio, destruyó negocios y destruyó el 80 por ciento de la red eléctrica de Puerto Rico.
Rolando Torres pesca y vive en Toa Baja, en la costa norte de la isla. María destruyó su casa y la mayoría de sus vecinos también. «Todo cambió», dijo a CBN News en una emotiva entrevista.
Operation Blessing, una organización sin fines de lucro con sede en los Estados Unidos, ha reconstruido un nuevo hogar para Torres y muchos de sus vecinos. Torres dijo que, sin la ayuda, él y su familia estarían viviendo en las calles.
Este ministerio también está suministrando filtros de agua para purificar el agua potable contaminada. Ya ha distribuido más de 40,000.
En San Juan, Gabriel Prada es pastor de la iglesia de la Misión Bautista y recuerda a un pequeño ejército de pastores y creyentes que se dispersa para controlar a sus comunidades después de María.
«Los primeros en responder realmente no fue el gobierno», dijo a CBN News, «fueron los pastores, los jóvenes plantadores de iglesias, trabajando por todos lados».
Otras organizaciones cristianas como la Junta de Misiones Norteamericana de los Bautistas del Sur, continúan brindando una mano a quien la necesite.
